No hay uno sin dos. Y si hay sólo uno, suele ser un rollo. Dos mejor que uno, que así se hacen compañía el uno al otro y se complementan.
Hoy hablamos de discos, de música… del primero que abre camino y determina en cierta medida el futuro del cantante o del grupo y se enmarca en su estilo, y del segungo, el que puede ser el paso en falso o el salto hacia la confirmación de un éxito. Desmintamos aquello de que segundas partes nunca fueron buenas. Rompamos prejuicios. El segundo disco es siempre importante. Es esperado. Es discutido. Es temido. Y cuando, como en los casos que siguen, es el último además de segundo, es novedad, y por tanto, más fácil de escuchar y más accesible.
¡Atención coolhunters!
LONELY JOE
The dark ghost of shame, 2004
Songs from the low side, 2005
Ya os hablé de este gran personaje. Un Leonard Cohen reinventado con su esencia propia y su carácter original. Una concepción distinta de la música que se hace sobre la marcha y que suena diferente cada vez. Apareció en las estanterías de música alternativa de las tiendas de música hace un par de años y pocos llegaron a conocerlo entonces. Y eso que el disco (más en forma de EP que de otra cosa) no llegaba a los diez euros. Se lanzó al vacío con este segundo, que aunque tampoco se puede decir que haya sonado mucho más, se ha ganado el reconocimiento de unos cuantos. Merece la pena. Me quedo con el primero, no obstante, un disco algo más intimista y profundo. No apto para los que quieren huir de melancolías, avisados quedáis.
FRANZ FERDINANDFranz Ferdinand, 2004
You could have it so much better, 2005
Los de Glasgow llegaron el año pasado pegando fuerte. Su segundo, y último disco hasta el día de hoy se ha convertido en un eco que se oye allá donde digas en voz alta el nombre del grupo. Ya se ha hecho con canciones míticas que les definen, y que por lo pegadizas que son, resulta inevitable no dejarse bailar por ellas. No hay mucho que decir. Aunque acaecido del mal de las “letras simples” en que algunos grupos tienden a caer, este segundo disco viene con más fuerza y más energia. Franz va por el buen camino.
ANTONY AND THE JOHNSONS
Antony and the johnsons, 2000
I am a bird now, 2005
Androginia. Extrañeza. Música rara, hipnótica, elegante y agridulce. Algunos de los calificativos para Antony, un outsider más de los noventa. Este cantante, siguiendo a cierta distancia los pasos de grande como Jeff Buckley o el genial Rufus Wainwright, sorprendió el año pasado con un disco que se hizo famoso sólo por su segundo tema (Hope there’s someone). El primero de sus LP permanece en el olvido por lo difícil que es llegar a él, demostrando que este es uno de esos casos en que la excepción confirma la regla. Con Antony, más valió el segundo.
OK GO OK go, 2002
Oh no, 2005
De Chicago, con el pop en la guantera, el rock en el limpiaparabrisas y lo indie en el espejo retrovisor, este grupo que suena y resuena y sigue sonándonos a algo, estrenaron disco el año pasado. Oh no, fuerte y radical, más cañero, más pegadizo y más mejor, se nos mete hasta el tímpano y suena amable, como si ya lo conociéramos. Y eso es bueno. Sensación de familiaridad con un grupo del que pocos habrán oído hablar. Aunque su primer paso (Ok go) no desmerece en absoluto, éste su segundo y último, es más de lo que nadie esperará escuchar. Merece la pena.
MARLANGOMarlango, 2004
Automatic Imperfection, 2005
Tremendo dilema. Con Marlango me resulta especialmente difícil elegir entre primero y segundo, y aún así, y sin que nadie me lo haya pedido, lo hago. Me quedo con el primer, por su It’s all right, por el Maybe, por el Madness y el Green on blue. Porque le estoy tremendamente agradecida. Por lo que me descubrió casi sin querer. El segundo sólo vino a confirmar que Marlango crece bien. Que está en plena adolescencia y que se le ve que disfruta alegre de su juventud. Pero su nacimiento fue digno de enmarcar. Todo un acontecimiento. Este mes reeditan el segundo con nuevas versiones, con meros accesorios que lo embellecen, aunque por dentro lleve la misma esencia. El año que viene, tercero. Se prevee precioso. Ya hay nueva canción. Walkin’ on the SOHO. Y suena que te cagas…
MANDO DIAO
Bring’em in, 2003
Hurricane Bar, 2005
Garage rock + punk + pop sueco + aggresive teens = Mando Diao
Hace tres años de aquel primer disco que es rescatado hoy como si fuera una joya de los ochenta. No es para menos. El Bring’em in conserva dentro canciones de esas que te llevarías a una isla desierta (Sheepdog, Paralyzed, Motown blood). Es uno de esos grupos nuevos de rock que nacen para deshidratar. Para que bailes y te vuelvas loca. Para que grites. Para desahogar y para soltar adrenalina en cantidades industriales. Puede que no lo sepáis, pero hay disco nuevo y renovado, aunque suena como si fuera una segunda parte más. Hurricane Bar es genial como el primero, aunque precisamente por eso, porque no se nota mucha evolución, queda en preliminar. Bring’em in seguirá siendo el orgasmo de Mando.
TEDDY THOMPSON
Teddy Thompson, 2000
Separate ways, 2006
De Londres y con la etiqueta del Folk-rockeado, nos trae una música diferente a la que se oye por todas partes. Más madura, menos juguetona. Como el niño que se ha hecho adulto y que tiene la cabeza más sentada sobre los hombros. Letras que desafían e imponen porque se nota que se está seguro de lo que dicen. Teddy lo tiene todo muy claro. El Separate Ways es la estrella que brilla por luz propia. Tracy Chapman haría duetos con Teddy Thompson. Con eso lo digo todo.
LA SONRISA DE JULIA
Caminos diferentes, 2004
Volver a empezar, 2006
Hace poco, muy poco, os contaba mi estupefacción ante este nuevo descubriemiento. La sonrisa de Julia, grupo norteño, masculino y muy empático, apareció tímidamente hace un par de años. Este mes de mayo suena con fuerza en cines, en tiendas, en cafeterías cool y en los ipod de gente con buen gusto. Volver a empezar es paso adelante con el que los atrevidos y los desinhibidos se sentirán identificados. Volver a empezar es lo que todos deberíamos hacer de vez en cuando. La sonrisa lo hace mejor que nunca. Los caminos siguen ahí pero lo más bonito de la vida es caminar sobre tus pasos y volverlos a recorrer pasado un tiempo. Dos años están bien. Les han sentado de maravilla.
KEANEHopes and fears, 2004
Under the iron sea, 2006
Hopes and fears sonó. Sobresonó. Demasiado. Casi rozando la saturación. ¿Quién no se sabe algunos de los ritmillos que llenaban aquel disco? ¿Quién no, incluso, los estribillos o las letras al completo?
Ahora vuelve con este nuevo album, que yo no he escuchado. Me invade la intriga. ¿Será bueno, será mejor o será peor? ¿Qué será?