busca entre mis delirios

jueves, noviembre 27, 2008

"Lo más desgarrador en el recuerdo de un amigo muerto son los gestos y las miradas que todavía nos llegan cuando él ya ha desaparecido"
Gilles Deleuze

sábado, noviembre 22, 2008

christina


Hoy hay concierto en Madrid. Para los/as afortunados/as que puedan acudir, un recadito especial: que cuando suene esto manden toda la adrenalina fuera por mí. Que me mande a través de ella todas las energías que le sobren. Yo las voy a necesitar. Mucho.

jueves, noviembre 20, 2008

de la comunicación

lo que sigue es una confesión y una disculpa al mismo tiempo. últimamente, cuando llego a casa -considerando mi estado de sobresaturación mental después de largas jornadas de periodismo + máster- sólo tengo ganas de delirar con una persona. y es con esa persona precisamente y no con otra, porque con ella el delirio se transforma en conversación virtual, no en simples conceptos abstractos y distantes, lejanos a uno mismo, que le resbalan al interlocutor como gotas de agua sobre un paraguas protector. he encontrado una receptora ideal a mis necesidades y carencias comunicativas. he consiguido que otro alguien sea capaz de recibir y digerir lo que me sale decir en un momento dado. y lo mejor de todo; ¡que genere una respuesta! quizá sea por ese motivo por el que aparezco y desaparezco por aquí. quizá me dé pudor que encontréis en mis palabras algo de lo que huir permanentemente. o peor aún, que no halléis por ningún lado eso tan indispensable en esto de los blogs: el interés. no obstante, como disculpa y promesa, esto es pasajero. volveré a escribir sobre cine, sobre música, literatura, cosas de la vida, modos de vivirla, cosas mías y también un poco vuestras. y volveremos a disfrutar todos juntos. ya veréis.

martes, noviembre 11, 2008

utopía

hoy me han llevado de viaje. tómese este hecho como el regalo que una persona cercana y querida me ha donado con una intención muy clara; llevarme lejos de aquí porque sabía que lo necesitaba. el trayecto fue corto, casi fugaz, se pasó rápido. lo entretuve con palabras de ella que venían a anticipar lo que luego disfrutarían mis otros sentidos sentidos. irremediablemente y por fortuna la estancia se alargó, porque así yo lo quise, durante gran parte del mediodía y la tarde de hoy. y seguramente me quede allí esta noche también. el paisaje es asombroso. debería existir una manera de que pudiera dibujároslo para vosotros. un paseo marítimo que da a un mar (el cantábrico) que reposa tranquilo bajo un cielo azul grisáceo, manchado por pequeñas nubes congestionadas de agua que simplemente pasaban por ahí. y al fondo la imagen visible de una cordillera, bien definida pero aún lejana. una ciudad cualquiera, pero tampoco. era esa, y justo esa, porque ella así lo quiso. y yo ahí remolonee en mi disfrute, a este lado del mar, entre las esculturas del paseo marítimo y escuchando muy en silencio lo que ellas inertes, el mar conjugado con la brisa y mi donante me estaban contando. es lo bueno de los regalos, que diría Marcel Mauss, que al aceptar algo de alguien, aceptamos tambien algo de su esencia espiritual, de su alma.

lunes, noviembre 10, 2008

cinco días en el tambor de una lavadora

¡qué ocurrencias las mías! meterme por voluntad propia en ese cacharro angosto y claustofóbico. si al menos hubiera elegido el programa corto... pero no. la buena noticia es que el centrífugado hizo su efecto con los chorros de lágrimas. al menos tuve la feliz idea de llevarme conmigo uno de esos aparatitos que escupen música supuestamente aleatoria, que en cambio yo creo que están mandados por un alguien invisible que selecciona con alevosía y muy mala leche las canciones que se te vienen encima. al girar y girar se me fueron cayendo de los bolsillos todo lo que durante tanto tiempo había ido coleccionando, guardando, escondiendo. tuve el privilegio por unos días de ver realmente todo lo que en mi vida normal no soy capaz de distinguir y que en cambio la componen y la definen. y eso ayuda, aunque parezca todo lo contrario, a tomar conciencia verdadera de lo que quieres, de lo que no, de lo que te lleva hacia la felicidad y de lo que te arrastra hasta el polo opuesto. nada de que tiempos pasados fueron mejores. nada más de fantasías irrealizables. pura realidad. de ahora en adelante quiero vida tangible, constatable, auténtica. feliz. quiero realidades que me acompañen en cada paso que doy en este camino salvaje.

lunes, noviembre 03, 2008

B.

Rodeada por tantos flancos como salidas de emergencia tiene mi panóptico vital por cada una de las Beatrices que compones mi círculo socio-virtual. Una me canta, otra me enseña-instruye-adepta, otra me escribe y me lee y una última me quiere. Follo con las tres, pero sólo con una fluyen los geles al caer la noche.
Con la que me canta, el sexo es platónico, quizá soñado, algunas veces recreado por mi mente turbulenta. Me dice con sus canciones lo que tantas amantes quieren escuchar, lo que mis cuerdas vocales hubieran matado por revelar y lo que tantas sufridoras -como servidora- han pronunciado excesivas veces. Mi preferida. Le hago el amor con cada canción que adelanta lo que ha de acontecerme en el más próximo futuro. Y es una de mis más agradecidas amantes; aunque le pago, siempre me regala "una más". Siempre que quiero, sea la hora que sea, sea en el lugar en que esté.
Con la que me enseña -y todo lo demás-, aprehendo mientras la penetro con toda la clase de dildos que guarda en su maletín -su preferido, el Jimi, por Jimi Hendrix-. Soy su perra y yo, complacida. Le gusta que entre por cada uno de sus orificios, como los grandes pensadores hacen con las más ávidas mentes. Follar con ella es un gran descubrimiento a cada página, filosóficamente excitante. Es un polvo cósmico. Un mundo nuevo. Como las primeras veces.
Con la que me cuenta, el sexo es casi lo más secundario. A veces tan involuntario, y tan tierno que se resbala por los orificios de lo tangible hasta caer en la más soluble nada. Cariño, lo llaman algunos. Empatía, otros. Nada.
Con la que me quiere, el sexo es conyugal. Somos como aquel matrimonio (separado) que en algún momento llegaron a conectar y que hoy se conocen el uno al otro mejor que ninguna otra persona y que a pesar de todo, no quieren, no son capaces de prescindir de vez cuando de una tormenta orgasmica. Es predecible, sí, pero efectivo, también. Nos corremos en silencio y sin canciones de por medio, sin instrumentos ni grandes parafernalias. Es el amor consumado. El fin del principio.
Nadie me ve, pero ellas me vigilan. Yo lo siento así. Sé que están ahí, y ellas saben que yo les soy fiel a cada una de ellas. Tengo una extraña relación con ese nombre. Creo que me he vuelto yonqui a B.