busca entre mis delirios

domingo, noviembre 27, 2005

Me gusta...

Me gusta el olor de la noche, cuando regresas a casa después de un día agotador, con su confusa e interesante mañana, y su exhausta tarde.
Me gusta la sensación de frío entrando en mi pecho. Me gusta sentirme caliente por dentro mientras bocanadas de aire helado penetran dentro de mi cuerpo contrastándolo todo.

Me gusta su mirada. Me gusta como juega con ella, como va robándome la mía. Me gusta el color de sus ojos. Me gusta lo que me dicen y me gusta darme cuenta después de que no es lo que ellos pensaban de veras. Me gusta dejarme engañar.

Me gusta cuando él me habla de esa película que tan poco me interesa. Y me encanta cuando se da cuenta de que no le estoy prestando atención. Me encanta el modo tan encantador que tiene de frenar en seco y empezar de nuevo.

Me gusta hablar con él horas, dejando que pase el tiempo. Me gusta que nos vayamos conociendo a lo largo de los fines de semana y festivos. Me gusta saber que está ahí cada día. Y me gusta que me sorprenda con cosas nuevas cada vez. Me gusta que me haga evadir. Me gusta que me haga olvidar y recordar al mismo tiempo. Me gusta Nach. Me gusta su “Amor libre”.

Me gustan las pequeñas coincidencias del destino. Me gusta encontrarme en taquilla con una tal Marina y saber por su carné joven que nació el mismo día que yo del mismo mes... sólo que cinco años antes. Me gusta que todo parezca estar preparado de antemano. Me gustan esas conversaciones espontáneas. Esas casualidades del azar.

Me gusta correr por el metro. Tropezarme por las escaleras mecánicas. Me gusta equivocarme de anden. Me gustar dar vueltas por la red de Metro. Me gusta llegar tarde al trabajo. Me gusta reirme y no parar una vez que llego exhausta y veo que no ha pasado nada. Que igual incluso podía habérmelo tomado con más calma. Me gustan los ataques de risa descontrolados.

Me gusta sentarme en un banco con mi YO de hace cinco años. Y verme por fin como era yo entonces. Y sufrirme. Y entonces acordarme de personas que tuvieron que soportarme entonces. Y me gusta sentir ganas de llamarlas y decirles “graciaaaaaaaaaaaaaaaaas”. Me gusta la gente géminis. Me gusta conocerles para así conocerme a mí un poco más. Porque, en cierta manera, son como un espejo.

Me gusta saber que me voy a equivocar a tiempo. Y asi decidir si quiero hacerlo o no. Me gusta darme cuenta con ello de que soy humana. Me gusta que una vez que he visto la realidad, me sienta bien. Bien conmigo misma y con los demás. Bien por no haber cometido errores culpables quizá de algún dolor.

Me gustan sus juegos. Me gusta confundir. Y me gusta que me confuda. Me gusta el descoloque, el meneíto, la agitación. Me gusta que mi mundo se descoloque por unas horas para que luego vuelva a sedimentar, dejándolo todo mucho más ordenado. Me gusta saber y creer positivamente que me dejaré agitar en próximas ocasiones. Me dejaré agitar siempre. Me gusta saber a ciencia cierta que no ha sido la última. Me gusta saber que ahora ya no vivo con los zapatos en el suelo. Me gusta sentirme libre y feliz al mismo tiempo.

Me gusta que él esté ahí, después de todo. Me gusta como miras y observas. Escuchas y atiendes. Me gusta que de verdad le interese todo lo que le cuento. Y me gusta más aún los pasos que ha dado últimamente. Me gusta que gracias a ello, todo esté ahora más armado, más duro, más irrompible. Me gusta saber que soy feliz y me gusta pensar que él lo será más aún también.

Me gusta “I’m walking on sunshine”… porque, por mucho que nos empeñemos, y por muchas vueltas que le demos… “it’s time to feel good!”

Me gusta sentirme bien, a pesar de tantas cosas... Me gusta. Me gusta, yeah!!!

jueves, noviembre 24, 2005

Contubernio para la No-Frustración

Hoy me he propuesto picar a Papa Oso. Es más, no sólo quiero picarle, necesito que me de su opinión, porque es la única manera que tengo de que alguien me diga algo diferente.

Reprimir supone moderar, supone contener, supone templar, supone refrenar. Todos ellos son sinónimos que definen la que para tantos es la opción más responsable ante un impulso. Pero hay quien, ahí fuera, sigue pensando hoy en día, que lejos de ser la opción cuerda, es la más cobarde.

Impulsos, ganas de hacer algo, apetencia, deseos… todos controlamos varios a lo largo del día. Ganas de comer en mitad de una clase, donde no hay nada que llevarte a la boca; ganas de ir al baño, cuando estás atascada en un autobus y éste en una caravana de ocho kilómetros; ganas de mandar a la mierda a tantas personas, que de hacerlo te meterías en problemas que ahora no puedes afrontar; ganas de gritar, de chillar, de bailar en medio de una abarrotada Plaza del Sol, con decenas de policías dispuestos a llamar al Servicio de Urgencia de Salud Mental; ganas de robar esa cámara de fotos, porque no tienes otra manera de conseguirla por medios legales; y ganas de besar, ganas de tocar, ganas de abrazar, ganas de decir, ganas de hablar transparentemente por una vez…
Pero hay un mecanismos dentro de cada uno de nosotros que nos dice ‘NO’. Frena, para, no sigas, olvídate.
Yo, con el tiempo y con mucho trabajo de autocontemplación de situaciones y de mí misma, he logrado que ese mecanismo, aunque no haya llegado a desaperecer, en lugar de negarme a todas horas, simplemente las aplace. Cuando a otros les dice que no, a mi me dice que espere. Que mañana será otro día, que ahora no es el momento, que ya comerás cuando llegues a casa, que ya chillaras y gritarás cuando estés en un tu cuarto con las puertas y ventanas debidamente cerradas, que ya conseguirás el modo de tener esa cámara… pero aún con todo, una no puede evitar no confiar en el mañana futurista. Puedo creer en un mañana inmediato (mañana-la-semana-que-viene) pero no en un mañana abstracto, de esos que se dicen como excusa, que se plantean parejos al “sí, sí, sí… mañana”. Porque todos coincidiremos (¡hasta sunes!) en que aguantarse la orina es algo finito en tu cuerpo. No puedes estar mucho más de 12? horas sin ir al baño. No si encima hasta estado bebiendo y bebiendo. Pues del mismo modo en que das salida a eso que te pide tu cuerpo hasta niveles ya incontenibles y acabas sucumbiendo a mear detrás de cualquier arbusto, ¿por qué no aceptamos que debiéramos dar salida a ese otro tipo de necesidades? ¿Por qué no hacer ese algo que te apetece en un momento determinado con una persona concreta si es lo que has estado deseando desde hace 12 horas, una semana, un mes o un año? ¿Por qué creemos que es más vital y necesario sucumbir a vaciar nuestras vejigas que no hacerlo con nuestras peticiones hormonales? Retener la orina y retener nuestros deseos es igual de malo para nosotros. Igual.
No ir al retrete cuando tu cuerpo te lo pide comienza produciendo un insistente dolor en la zona baja del adbdomen, unos calambres después algo más dentro, sigue con una imposibilidad de moverte, de andar o ponerte en pie. Y si lo dejas y lo dejas, acaba produciendo un problema muy gordo a niveles médicos que te dejarán en urgencias sin lugar a dudas y con un final más o menos infeliz.
No saciar un deseo produce frustración, que lleva al rayamiento, a pensar y pensar, a comerte la cabeza, a soñar despierto qué podía haber sido y como para luego darte cuenta de que nada de eso pasó -¡con lo quien que pintaba en tu mente!-. Lleva a cabrearte contigo misma, de ahí a perder la paciencia, de ahí a no querer ver a esa persona nunca más, porque cada vez que la ves es como un vaso de agua que añades a tu repleta vejiga. Lleva en algunos casos aislados a la obsesión y a que tú misma, según va pasando el tiempo y el globo se hincha, le des más importancia de la que tenía en un principio. Lleva a cambiar tu rutina, a abandonar tus costumbres, y cuanto más lo haces, más te frustras. Llevándolo al extremo, desemboca en problemas con la familia, problemas con tu pareja (en el caso que la tuvieras) porque sufre en sus propias carnes tu frustración casi enfermiza.

Pero nada es tan facil como dar rienda suelta a los deseos. Porque sí que hay algo de responsabilidad. Piensas antes de hacer, porque eres un ser humano. Piensas primero en lo que esa persona quiere, porque de nada sirve que quieras hacértelo con fulanito, si éste no está de acuerdo. Porque una cosa es no frustrarse y otra ir violando al personal. Luego piensas en lo que va a pensar tu pareja, que seguro, y puesto que no es Papa Oso, lo verá todo con malos ojos y dándole seguramente más importancia de la que fijo que tiene para mi. Luego piensas en lo que pensará su pareja (la de él o ella, portador de la llave para tu No-Frustracion). Y lo que pensará tu círculo (amigos, familia, compañeros de facultad)… todos los que después te harán la vida imposible. Y después de todo el balance, piensas en ti. En qué es lo que estás dispuesto a ceder de lo que ya tienes para conseguir ese capricho. Y todo este razonamiento interno sucede en menos de un minuto. Todo bulle en tu cabeza como si de una máquina a mil revoluciones se tratara. Porque en eso consisten los deseos, en que vienen y van. Nada dura para siempre. Hay que decidir si dar un paso más justo en el momento en que la situación te lo pide. Y cuando tú debieras estar dándolo, tu mente trabaja… Al final, y de momento, el resultado es siempre el mismo. Acabas sacrificando lo que quieres y deseas para tí por lo que quieren y por lo que piensen los demás.
“Mañana”. Mañana me lo planteo otra vez.

miércoles, noviembre 23, 2005

(Paréntesis)

Día raro.

Para el recuerdo:

- ¿Te has dado cuenta? Lleva gafas cuatrotercios… ¡si ahora se lleva el panorámico!
- Mmm… esta gata hace tiempo que no sonríe
- Yo ya he aprendido a desacojonarme… ahora te toca a ti
- Tú por ejemplo, ¿ahora con quien te gustaría tener sexo?

Para no olvidar:

A mí misma escribiendo una crónica del partido Madrid-Barça del sábado

A mí misma levantándome a las cinco de la mañana para ir a clase (con sólo tres horas de sueño a mis espaldas)

Tu sonrisa, gracias, aunque no te lleguen, pero yo te las doy, porque me alegran, me hacen sentir bien y me recuerdan que sigues ahí después de todo.

¡¡Unai, que me debes esas fotos prometidas!!

Al chico del autobús. Si no me hubieras dicho nada, me hubiera dejado la bolsa. Qué haría yo sin ojos guardianes.

Los momentos de estar juntos.

Charly, ¿tú eres rojo o facha?

Este comentario está dedicado a Hada Gris.

Esta mañana he visto un episodio de la tercera temporada de Sexo en Nueva York en el que las protagonistas (todas ellas femeninas, ya sabéis) se planteaban en torno a la mesa de un café si el hecho de que cada uno puediera acostarse con quien quisiera –independientemente de si fuera éste hombre o mujer- , conseguirá que el género dejase de existir para siempre. Qué problemón, ¿verdad?
El caso, y os pongo en situación, es que Carrie, la rubia y más famosa de todas, acababa de conocer a un tío genial. Más joven que ella, le estaba haciendo sentir en el cielo… y justo cuando mejor se lo estaban pasando, él le confiesa abiertamente que es bisexual. Ella, contrariada y asustada, le deja tirado y empieza a plantearse si eso no la desprecia como mujer. Preocupadas las amigas hablaban de esa generación creciente (la que a día de hoy alcanza la treintena) que se dedicó a salir del armario los primeros y a experimentar con sus cuerpos lo que les dictaba el corazón o los sentimientos. Una de las protagonistas se atrevía a asegurar incluso que no hay porqué preocuparse pues todos los caminos llevan a Roma: “todas las mujeres acaban con hombres”, siendo la bisexualidad, en el caso de que existiera, una simple escala o parada camino hacia Gaytown. Y yo digo… ¿se entiende esto así hoy en día? ¿O es que los cuatro años que han pasado desde que se grabó aquel episodio han cambiado mucho las cosas?

No se trata de etiquetar a cada uno con un adjetivo inamovible y bien visible, que deje todo bien claro y no lleve al engaño. No se trata de pasarse media vida en terapeutas buscando una solución que te defina. No se trata de agobiarse si uno ve que es de una manera que no le gusta. No se trata de darle taaaaaaaaaaanta importancia.
Se trata de ser simples. Se trata de comprenderse y de dejarse llevar por lo que uno siente en un momento determinado. Según mi punto de vista y mi experiencia propia, cada persona que conoces determina tu ‘tendencia sexual’. Con él o ella eres lo que eres en ese momento. Y eso es lo único que debe importarte. Se trata de experimentar con tus sensaciones hasta que encuentres una que te guste de verdad. Se trata de disfrutar hasta niveles máximos el presente y no preocuparte por nada más. Se trata al fin y al cabo de ser feliz y de ver el lado positivo de las cosas.

También nos agobiamos cuando pensamos qué estamos sintiendo por dentro. ¿Será amor, capricho, deseo, cariño? ¿No será nada? Etiquetas, simples etiquetas. Existe la posibilidad, aunque no la contemplemos a menudo, de que ese buen amigo por quien se siente un tremendo cariño, cariño amistoso, sea capaz de proporcionarte grandes dosis de deseo. Y eso no debe confundirte. Porque hasta en eso se puede ser feliz. Porque puedes tener amistad y deseo. Porque no se trata de elegir una cosa u otra, sino qué te apetece más en ese momento determinado. Porque se trata sólo de saber encontrar. Porque todo está ahí fuera.

Ojalá todos fuéramos capaces de decir… “Charly, ¿tú eres rojo o facha?, ¿eres mi amigo o mi novio?, ¿tú eres feliz con tíos o con tías?”
Qué facil es ser felices, y qué de vueltas le damos.

lunes, noviembre 21, 2005

1-6

Una joven esposa, poco atendida por un marido demasiado ocupado en sus negocios, se deja seducir y va a pasar la noche a casa de su amante, situada al otro lado del río.
Al amanecer del día siguiente, para volver a su casa antes de que regrese su marido, que estaba de viaje, tiene que cruzar un puentecillo, pero un loco, haciendo gestos amenazadores, le cierra el paso.
Ella corre hacia un hombre que se dedica a pasar gente con una barca, se monta, pero el barquero le pide el dinero del pasaje. La pobre no tiene nada y por más que pide y suplica, el barquero se niega a pasarla si no paga de antemano.
Entonces vuelve a casa de su amante y le pide dinero, pero éste se niega sin dar más explicaciones. Al momento, se acuerda de que un amigo vive en la misma orilla y va a visitarle. Él guarda por ella un amor platónico aunque ella nunca le había correspondido. Le cuenta todo y le pide el dinero, pero él también se niega: le ha decepcionado por una conducta tan ligera.
Intenta de nuevo ir al barquero, pero en vano. Entonces, desesperada, decide cruzar el puente. El loco la mata.

¿Cuál de estos seis personajes (mujer, marido, amante, loco, barquero, amigo) puede ser considerado más responsable de esta muerte?
Clasifícalos según su grado de culpabilidad. El número 1 para el más culpable y el 6 para el menos culpable.

viernes, noviembre 18, 2005

Llega la navidad: un oso, un hada, un toldo y soma!

Después del extraño, sorprendente, enriquecedor y maravilloso (todo al mismo tiempo pero no necesariamente en ese orden) día de ayer y sobre todo, del mítico encuentro bloggil de casi un pleno de los que formáis y hacéis con asiduidad esta bitácora hipocondriaca, pocas palabras me quedan para ser derrochadas en un futil comentario, que sin embargo ha de ser escrito.
Apuntes sueltos, ideas confusas, conclusiones abstractas.

- Qué chungo es vivir en cuerpo en este mundo y este país, y al mismo tiempo tan lejos mentalmente de él. Qué maravilloso atreverse a intentarlo. Qué irremediablemente pobre me siento por no ser capaz ni siquiera de entender las instrucciones.

- No hay que creerse nada… salvo lo que te crees tú. No hagas caso a lo que te venga de fuera. Todo es mentira. Creete tu propia verdad… o mejor aún, createla tú mismo si hace falta.

- Teoría de la paranoia: Papa Oso es en realidad un psico-sociólogo estudiando la penetrabilidad de una idea extraña en el ser humano. Su estudio actual consiste en una especie de mezcla entre Gran Hermano y Show de Truman, donde él plantea una teoría científica e impecablemente argumentada que rompe radicalmente con los esquemas que tenemos asumidos. El 11-S no fue lo que pensamos que fue, todo era una conspiración, todo estaba planeado… y aquí tenéis las pruebas. Un pequeño test para comprobar y trasladar a su tesis, la idea de que a cualquier persona, con un grado de simpatía hacia alguien en quien confía, es capaz de abandonar lo que piensa y lo que cree para aunarse a la que podía estar siendo la mayor bola que ha pasado por la cabeza de cualquiera. ¿Por qué me tengo que creer que fue una demolición y no un acto terrorista? ¿Por las pruebas? ¿Las pruebas que tan faciles son de trucar y manipular? ¿Quién decide qué tiene más rigor? ¿Quién puede poner su opinión y su teoría personal por encima de la de cualquier otro?

- Coincido con Papa Oso en el tema de la empatía y de lo que es capaz de generar. He estado ‘estudiando’ ligeramente el tema últimamente, y es cierto y además muy facil de comprobar, que cuando dos personas conectan de alguna manera, depositan instintiva e inconscientemente su confianza plena en lo que diga o haga esa persona. La empatía en la opinión (pública, política, cinematográfica, personal, etc…) alcanza unos límites que ojalá ningún sociólogo, político o periodista conociera nunca, pues cuando se va de honesto, es perfecto; pero al pervetirlo para llevarlo hacia intereses (sean de la clase que sean) empieza el verdadero problema que hoy en día vivimos.

- Sexo… sin ser sobrevalorado.
Amor… consecuentemente comprendido.
Respeto… hacia las tendencias, ideas, apetencias e instintos de aquellos por quienes sientes aprecio.
Amor… libre, desligado del género, del número, del dónde y del cuando.
Amor, sexo, pasión, instintos y cariño en cada centímetro cuadrado de las calles que pateamos a diario.
¡Deshazte de la servilleta!

- Qué suerte crecer ahora. Qué suerte madurar en una sociedad que, con un poco de esperanza ilusoria, abrirá sus mentes poco a poco en el futuro. Qué privilegio haber participado ayer en una de las más interesantes charlas que he tenido últimamente. Qué pena que no todos hayamos podido disfrutar de una lección sobre cómo ser feliz como la de ayer antes de tener que aprenderlo por nuestra cuenta a base de golpes. Qué alegría saber que todo lo que se vertió ayer sobre la mesa, crea poso en alguien, que hace de ello un buen tiesto, que estará dispuesto a regar y a cuidar con todo su cariño para que nazca de él y crezca sana, bonita y espléndida, la más bella flor.

- Una de las cosas más inteligentes que me ha dicho un profesor en todo lo que llevo estudiando (que como haga cuentas, me asusto) es una de esas pequeñas cosas en las que nunca reparamos: “No hay cosa más bonita en esta vida que descolocar a la gente”
Enhorabuena, Papa, lo conseguiste… y yo nunca dejaré de agradecértelo.

Gracias a todos por haber venido.

miércoles, noviembre 16, 2005

¿Cuánto cuestan las cosas que no tienen precio?

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Dos imágenes dispares, pero ligeramente parecidas.
La primera, y sobradamente conocida por muchos, pertenece a la roma felliniana de los sesenta. La fontana más famosa del mundo bañando a una hermosa Anita Ekberg, sueño erótico de muchos por entonces.
La segunda, pertence a la roma circunstancial de 2005 de Marcos Carnevale, director de Elsa y Fred (ahora en cartelera). La fontana perenne, aún viva y derrochando cada día y cada noche la misma cantidad de agua entre sus miles de chorros, empapa ligeramente las piernas de una envejecida China Zorrilla.
La película es una pavada, lo aviso antes de empezar a escribir sobre ella; espero que nadie vaya a verla por recomendación mía. Pero la quiero usar como excusa para escribir este pseudo comentario acerca de las ilusiones que cada uno tenemos por dentro. En verdad de eso trata la película, de la ilusión por vivir, la ilusión por superar una muerte, y la ilusión casi infantil de Elsa por viajar a Roma y bañarse como haría Anita en La Dolce Vita. Reproducir la película con su particular Mastroniani, un don juan que la enamore de verdad y al que entregarle su corazón bajo el agua fría de la fontana nocturna. Y lleva esperando ese sueño toda su vida… mientras veía como nadie era capaz de ofrecérselo. Y entonces parece Fred, casi caído de un árbol, un hombre con dinero y posibilidades de llevarla a Roma para que por un momento se sienta esa mujer especial que siempre había deseado ser. Ella a cambio le devuelve la vida a ese pobre recién viudo, que vive obsesionado con su propia muerte. Ella le enseña la importancia del aprovechamiento de lo único que tenemos en el fondo: nuestra vida, a la que debemos todo y a la que hay que recompensar de vez en cuando satisfaciendo sus deseos.
Y he aquí mi lección moral de hoy: hay que hacerlo. Es necesario que viajemos a Roma, que nos bañemos en la Fontana di Trevi, o que vayamos a Paris a echar una carrera por el Louvre intentando superar el record Guiness, o que nos escapemos a La Patagonia, en busca del valle sagrado de los Incas, o que cojamos una sospechosa avioneta poco fiable y sobrevolemos el Círculo Polar, o más sencillo todavía… que pillemos un tren, elijamos destino, y hagamos eso que desde hace mucho o poco, estabamos deseando hacer. Porque en el fondo esas pequeñas locuras que han de llevarse a la realidad de la manera que sea posible, son las que a una le hacen sentirse satisfecha. No es necesario mucho dinero, ni mucho tiempo, ni dar explicaciones a nadie, ni pensárselo dos veces. No hay que dejar en ningún caso que el arrepentimiento llegue a ti, porque como te conquiste te convertirás en la persona más tonta de todo el planeta. De vez en cuando y sobre todo cuando estas ilusiones apremian y presentan ocasiones favorecedoras, hay que liarse la manta a la cabeza y dejarse de racionalizar. Un viaje a Roma, un concierto en Barcelona, una caída en parapente, una noche loca con alguien especial, un paseo en góndola… porque hay cosas en la vida, como dice Fred en la película, que no tienen precio.

lunes, noviembre 14, 2005

Manifestando nuestra dignidad

Porque dicen que la dignidad es lo último que se pierde...
No sé yo si quien inventó tan sabio y pomposo refrán popular lo mantendría después de haber visto la fauna que pobló la manifestación copera contra la LOE.
Todas esas orgullosísimas familias acompañados de sus cónyuges y descendientes, ataviados con sus gorros de papel de periódico (de El Mundo, o ABC por supuesto), atacando al pobre de ZP con una ley como excusa que seguro que aún no ha caído en sus manos. Nuestro querido presidente no se entera de nada, pero eso da igual, 'millones de personas' se manifestaban en contra de él, de su gobierno y su desfachatez por lo que quiere hacer con la educación de este país. Aunque razones no les falten, el circo no deja de tener su divertimento. No puedo evitar cargarme de palomitas y de disfrutar del festival del humor.
Y el caso es que este fin de semana ha sido un finde de manifas... el frio, la lluvia, el viento, la amenaza de nieve... todo se ponía de favor de los manifestantes que veían en todas esas adversidades climáticas una plusvalía a su causa. Porque si ya tiene mérito arrejuntarse a la cope para gritar "fuera zetapé", imagina lloviendo y con la familia a cuestas...
Pero es que ya ha dejado de ser cool meterse con la emisora episcopal, con los curas y hasta con los peperos. Y como me cansa echarles en cara lo mismo de siempre y demagogia es muy largo de escribir, prefiero lanzar la mirada de este post hacia otra manifestación de la que apenas nadie se enteró y de la que casi no se ha hecho eco.

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Una manifestación por lo que pasó en un pasado (hace ya tres añitos, parece mentira) y por lo que se tiene que arreglar todavía para que NUNCA MAIS se vuelva a repetir algo así.
Los gallegos le han puesto nombre: "Día de la Dignidad"
13 de Noviembre, Santiago de Compostela, y a cientos de kilómetros, una que se une a la causa. Un recuerdo velado por la tristeza que nos conmovió en aquellos días en los que hoy se cumplen años. La myor catástrofe ecológica que espero jamás vivamos. Porque el NUNCA MAIS está vivo, se chilla con fuerza desde cada esquina y cada calle de Galicia. Porque lo grito yo desde aquí, al unísono de millones de ciudadanos que arropamos a la Comunidad. Porque cosas como estas jamás se deberían permitir.

jueves, noviembre 10, 2005

Con dos cojones...

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...bien puestos!!

Como veréis si clickais en el link de arriba, un grupo de bilbaínos le ha echado un par de testículos, unas gotas de valentía y unos gramitos de rebeldía y lo ha demostrado: amigos, amigas... Compartir archivos en la red NO es delito.

Frente a la sede de la SGAE de Bilbo y con grandes pancartas que avisaban de sus actos supuestamente ilegales y supuestamente condenatorios a prisión, se bajaron canciones de internet.

En el fondo, el coraje de estos colegas bilbaínos va mucho más allá de la pura provocación o de un modo más de llamar la atención: supone una forma más de luchar por el derecho de todos al acceso universal a la cultura. Porque la cultura es de todos. De los que la producen, de los que la financian y sobre todo, de los que la consumen. Que el dinero no hace más que corromperla.

Y si alguno tiene dudas, que se de un paseillo por este blog, casa y albergue de uno de los más lúcidos expertos (en derecho, en lucha por que no nos engañen y en intercambio p2p) de este país.

martes, noviembre 08, 2005

Tss!!!

AVISO:
post absurdo a la vista


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No se lo digáis a nadie.
Acabo de descubrir una nueva teoría que cambiará las vidas del mundo entero: nada se pierde para siempre… excepto todo lo que cambie el mundo de los vivos por el de los muertos. Ni los objetos que creíamos extravíados, ni los sentimientos, ni los conocimientos, ni las personas. Sobre todo, ni las personas. Gente que dejaste atrás por voluntad propia o ajena, vuelve tarde o temprano a ti. Y la valía de mi tesis reside en la alarma que esto debe sembrar en cada uno de vosotros/as: estaos preparados, porque aunque tarde más o menos, todo retorna.
Justo ahora, y precisamente en estos días, recibo de nuevo noticias (insustanciales y absurdamente infantiles, como venía siendo habitual en ella) de una antigua compañera de odios y amores. Al mismo tiempo, una carta llegada desde Italia espera mi respuesta encima del escritorio. Y por la ventana de mi habitación, atravesando el parque al que va a dar, veo pasar al que fue mi primer ‘novio’ –por llamarlo de alguna manera-. Y en el movil, que es encendido ahora después de todo un fin de semana de letargo, aguarda sin leer un mensaje recibido desde Barna city. Sólo me falta esperar a esta noche, cuando mi colega viviente en Edimburgo, se conecte a internet y me mande sus delirios provocantes. Y yo los contestaré con paciencia.
Ojalá todos se quedaran y no gastaran fuerzas (muy necesarias para otros menesteres) en regresos unas veces deseados y anhelados y otras… otras simplemente prescindibles.
Y quédate conmigo, digo en voz bajita, que prometo que no seré yo quien se vaya. Algunos, los más valientes, hacen caso a mi promesa y comprueban en sus pieles que hicieron bien en confiar.
Al final todo acaba del mismo modo: unos se van y yo espero a que vuelvan. Siempre vuelven, para bien o para mal.

domingo, noviembre 06, 2005

Vértigo

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Hoy todo gira deprisa.
Creo que alguien le ha dado al avance rápido y vamos desde entonces a más vueltas por segundo de lo que estamos acostumbrados.
Hoy la jornada laboral se pasa más rápido que ayer, aunque tenía dos horas menos.
Hoy me doy cuenta de que estamos entrando de pleno en noviembre y con esto, queda menos de un mes para empezar a tener varios trabajos preparados (y finiquitados) para la facultad, con lo que debería empezar a plantearme en serio empezar a tenerlos en cuenta.
Hoy pienso en que se me ha pasado de largo el festival de Gijón, que empieza en ná, y no pedí acreditación [por lo que se deduce que finalmente no voy]
Hoy, el referéndum bloguil dura menos de un día; quizá el más corto de la historia dela democracia.
Hoy, la gente por la calle andaba más deprisa, el frío aceleraba sus pasos y volaban a un centímetro por encima del suelo.
Hoy escucho asombrada como un atrevido contertulio se atreve a meterse directamente e increpar en directo contra el sagrado talibán de las ondas Federico Jiménez Losantos en su mismo dial, la COPE, mientras es vilipendiado por sus mismos compañeros por semejantes atrevimiento.
Hoy los jóvenes parisinos se vuelven locos de remate. En un intento fuera de lugar y pervetido por recuperar aquel mayo histórico, deciden tomar la calle. Pero se olvidan con las prisas la causa en casa.
Y mientras los parisinos queman mobiliario urbano al otro lado de la frontera, en Ciudad Lineal los putos latin kings (a los que nunca lograré entender) asesinan a un dominicano de tan solo 18 años mientras esperaba un bus. Otro más entre decenas al mes. La vida cada vez dura menos para algunos.

sábado, noviembre 05, 2005

Referendando

Cuidado. No os confundáis, que seguís con delirante, aunque ahora parece que en lugar de azul, se viste en colores otoñales, fríos y casi transparentes.
Y delirante esta hoy en medio de un dilema, uno de los más estúpidos y fútiles que ha tenido en toda su vida, y es que no sabe que prefiere: si quedarse con el azul de siempre, el que ha marcado y marca su seña de identidad o bien realizar un cambio radical en su aspecto, en un intento frustrante por haceros la visita más agradable.
Piensa delirante que con el fondo en blanco, las letras se leen mejor y evitan dolores de ojo tras la lectura continuada.
Asi que como en el fondo a ella le importa bastante poco como quede su fachada principal, os pregunta a vosotros y vosotras, visitantes intrépidos y habituales amigas, para que deis vuestra opinión en este referéndum popular.

Manda Prefiero(espacio)Azul al 5557 o bien Prefiero(espacio)Blanco al 5557.

También podéis dejar vuestros votos aquí abajo.

viernes, noviembre 04, 2005

Y tú... ¿de quién eres?

Hoy es viernes y acaba la semana.
Unos (madrileños) se disponen a preparar el próximo puente de la Almudena (que además se ve endulzado con una convocatoria de huelga a institutos y estudiantes el martes) y otros, sencillamente, se acomodan en su propia tranquilidad.
Por si acaso sucediera el aburrimiento, o la lluvia (si es que piensa aparecer estos días) os impidera salir de casa, postrándoos frente al ordenador, aquí os dejo un enlace de esos que hay miles por internet.
Es un test (en inglés, y para los que no lo dominéis, quizá llame al diccionario) muy cortito que te dice en qué aspecto de la religión podrías situarte. Sí, ya sé que eso no lo tiene que decir un test y que posiblemente lo que te salga sea lo que ya sabes tú. Pero es interesante, por sus divisiones y por sus clasificaciones. Cuando antes decía a las bravas que era atea, ahora me viene el test y me dice que no, que soy agnósica, racional y medio científica… y yo que pensaba que era de letras…

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miércoles, noviembre 02, 2005

¡Ciudado...!

... que vienen curvas!!

Mañana me tocará darme el atracón y atiborrarme hasta la hartura con todos los testimonios y declaraciones de los parlamentarios acerca del Estatuto. Y mañana me cabrearé (seguro) o pensaré "otra vez lo de siempre".

Pero hoy os invito a una escucha mucho más divertida y amena. A la par, hiriente y vergonzosa.
Aviso, es un estracto de una tertulia de la COPE (emisora, como sabéis, de la Conferencia Episcopal Española), habla de lesbianas adolescentes y está cargadita toda ella de improperios espeluznantes y alarmantes afirmaciones que vienen a confirmar que algo en España no acaba de ir bien. Algo está fallando en la gente que habría que solucionar. A ver para cuando inventan un mecánico de personas imbéciles.
Toda una delicia, directa a vuestros conductos auditivos.

http://www.fanucas.org/guia_castillalamancha.mp3

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martes, noviembre 01, 2005

Ahora sí, ¿no?

Ha hecho falta que naciera Leonor (por cierto, qué mejor nombre para una reina: remito al post que escribió el palimpsesto hace unos días) para que España y los altos cargos del mando de la nación abran el debate. ¿Debe reformarse la constitución? Hay que pensárselo, eh, que la cosa no es moco de pavo. Estamos hablando de la sucesión al trono, de quien va a ser nuestro rey o nuestra reina, de si el monarca de España cuando fallezca el presente, será uno u otra. De la capacidad de las mujeres para ser reinas. Ojo, que si se trata de pensarse cambiar un texto madre como la Constitución para un asunto como este, quizá debiéramos todos implicarnos y dar nuestra opinión. Y parece ser que a una inmensa mayoría les parece bien el cambio, ¿para qué ser tan rematadamente conservadores y mantener una arcaica postura en cuanto a la sucesión al trono? No, España es un país moderno de la nueva Europa y como tal debe mostrar su simpatía hacia la apertura al reinado de mujeres, aunque para ello haya que retocar (no ajustar, ¿eh?) ligeramente la Constitución de España. ¡Que Doña Leonor sa reina! ¡Viva Leonor y la madre que la parió! ¡Hurra a España!




anda que...

This is halloween

Cada vez más vengo notando un incremento en la apetencia española por celebrar esta fiesta foránea que no sé si todos entenderán. Y yo me alegro, que para una fiesta pagana que hay, como para protestar.
Lo malo es que se llena todo.
Se llenan las ciudades, las calles, los parques y las plazas.
Los transportes.
Se acumulan grandes cantidades de personas movidas por el dinero en torno a una línea imaginaria que insisten en llamarla ‘cola’ y que respetan más que a sí mismos.
Se abarrotan los centros comerciales, las tiendas particulares y hasta las más íntimas librerías que nadie visita.
Se llenan los cafés y los restaurantes.
Y como no, los cines.

Y yo, justamente hoy, porque libraba, quería aprovechar la ocasión para ver La vida secreta de las palabras, pero como dice el título de este hilo, this is halloween, y eso no podía ser. Estaba predestinada a ver una maravilla en su lugar. Hoy estoy tocada por la gracia y ésta se llama Tim Burton’s Corpse Bride, más famosa como La novia cadáver.

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No perdáis oportunidad de verla pues es una auténtica maravilla. La realización, con todo su aura mística y estremecedora que supone hacer hoy por hoy una película de tamaña característica a base de muñecos de plastelina, y bajo el precedente de la no menos fantástica Pesadilla antes de Navidad, es digna del más cálido aplauso, pues el equipo que tantos meses, tantos años ha gastado en conseguir esta película de apenas 70 minutos, merece al menos, un premio de los grandes. También, como todas, merece su visionado en versión original, pues las voces de Depp, Emily Watson y Bonham Carter son flipantes. Apenas te dan opción a que imagines siquiera que NO son ellos en realidad. Y la música… Ay Elfman, que bueno eres! Las canciones son divertidas, imaginativas y totalmente características. Poco más se le puede pedir. En conjunto, una historia para contar y disfrutar mientras lo haces, con un desenlace muy bienvenido y con la sensación que deja en el espectador de ganas de más.

Y para los que quieran rematar esta noche de fiesta, no olviden su cita con la peluquera más psicótica de su ciudad, en la que además confían plenamente y permiten que les haga locuras capilares…

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