busca entre mis delirios

jueves, septiembre 30, 2004

Jeux d'enfants, 2003


También conocida como "Love me if yor dare" o "Mieux que la vie".
Sea cual sea el título que encabece la cinta, nos queda lo mismo.
Una peculiar película, la primera de su director Yann Samuell, que aborda una preciosa historia de amor a través de las diferentes etapas por las que pasamos los humanos, rodada bajo la clara sombra de Amélie (y algunos afirman rotundamente que Fight Club también).
Influída por quien fuera, la película tiene detalles memorables, quizá no pase a la historia del cine como una de las grandes, pero seguro que merece la pena deleitarse los sentidos con esta hora y media de gratas sensaciones.
Y si encima te gusta "la vie en rose", la leche!!

Dos chavales se conocen en la infancia y una caja les une inconscientemente.


No sería más que una pieza en el juego de sus vidas.
Cuando uno de los dos tiene en su poder la caja de los recuerdos, tendrá que poner una prueba al otro.
Según pasan los años y a medida que el amor y las demás fuerzas extranaturales hacen mella sobre ellos, las pruebas se hacen más atrevidas, más arriesgadas, más peligrosas.
Y es que el juego es su mejor droga, el sexo más salvaje que han probado nunca, la mayor de sus ilusiones, el subidón de adenalina que nunca han experimentado.
Mejor que la vida.
Mejor que la muerte.

Cap ou pas cap?
¿Te atreves o no te atreves?

martes, septiembre 28, 2004

Donostia, septiembre 2004


Martes, 21

Un tren se cruzaba con el nuestro. Próxima parada, Burgos.
Ya estamos a medio camino.
Dos horas nos distanciaban de Madrid, del examen recién hecho, claramente aprobado, posiblemente con nota, de mi padre y mi hermana que por motivos laborales o de estudio se habían tenido que quedar en casita, del agobio de la gran capital, del asco que me da todo.
Al lado mío, mi madre. Muy marchosa ella, y sin cortarse un pelo, decidió aprovechar los pocos días de vacaciones que le quedaban para hacer una visita a la que es y será su siempre ciudad preferida.
Donosti se acercaba a nosotros y en ella, Dani. Mi chico, en estos momentos ejerciendo de Jurado de la Juventud. Sabía, por lo que me había contado, que iba a estar totalmente ocupado durante todos los días que durase el festival, que se veía obligado a ver hasta 5 películas al día; ambos sabíamos que aquel no iba a ser lo que nosotros conocíamos por ‘viaje de placer’, pero yo necesitaba aquello, un poco de aire fresco, la sal evaporada empapando mi cara, aquellas calles, los pintxos, unas vacaciones.
Apenas sin retraso el tren se vació en Donosti. Y allí estaba mi Jurado para recibirnos. Un escalofrío me recorrió verticalmente. Hasta ese momento no habíamos pasado cinco días separados el uno del otro. Prueba superada.
Dejamos a mi madre en su pensión, la casa de una señora que alquilaba habitaciones a individuales. A escasos cinco minutos, estaba la nuestra. Pensión Anne, en la calle Esterlines número 12. Recomendada al cien por cien, eso sí, reservad si pensáis ir porque se llena muy fácilmente.


Dispone de unas 7 habitaciones dobles con dos baños comunitarios, todo muy limpio, muy recogido y muy nuevo. Para ser una pensión tenía todo lo bueno de un hostal u hotel de baja categoría. Una muy buena situación, en pleno casco viejo, a dos pasos de la plaza de la constitución y a otros dos del bulevar.


Tras dejar las pocas cosas que me había llevado, bajamos a calmar nuestras ansias de consumir gastronomía del lugar, los sempiternos pintxos donostiarras. La calle Fermín Calbetón es ideal para entrar y salir de tasca en tasca.
Aún no me lo podía creer. Eran cerca de las doce de la noche y estaba en Sanse.
Espero que mañana al despertar todo esto no sea un sueño.


Miércoles, 22

Una cafetería de cuyo nombre siento no acordarme sita en la calle San Juan número 9, justo en frente del mercado de la Bretxa, sitio predilecto para mis desayunos y meriendas. La verdad es que lo descubrió mi chico en sus 5 días anteriores. Pide un café en vaso y te lo servirán con una espumita cremosa que hace las delicias de cualquier paladar. Pero para terminar de completarlo, hazte con uno de sus cruasanes de mantequilla y te lo darán recién hecho (si vas temprano verás como les sale hasta vaporcillo al cortarlos). Es un verdadero placer para comenzar bien el día.
Dani se va al Kursaal a cumplir con sus deberes y yo, que ese día no tenía pillada ninguna entrada, tengo por delante una larga mañana para pasar junto con mi madre por la preciosa ciudad. Hacía muchísimo tiempo que no disfrutaba de mi madre, en verdad la tenía quizá demasiado relegada a un segundo plano y he de decir que la experiencia de disfrutar junto con ella (que a veces parece una cría frente a un puesto de golosinas) fue del todo gratificante. Debería ser obligatorio que todos los hijos pasaran una temporada con sus madres y padres.
Comenzamos nuestro paseo por el ayuntamiento, callejeando por las calles que llevan a la catedral, inmensa y preciosa.


Buscábamos la estación del Euskotren (red ferroviaria interregional, que une Bilbao con Donosti por la costa), con ánimo de acercarnos a Lekeitio, preciosa ciudad costera-portuaria que alucina cuando la marea está alta. No pudimos en esta ocasión porque no nos cuadraban los horarios.
Callejeando, y perdiéndonos –la mejor de las maneras en que puedes conocer una ciudad-, llegamos hasta La Perla, famoso restaurante mítico en pleno inicio de la bahía de La Concha. De ahí comenzó nuestro paseo marítimo.


A nuestra izquierda, el monte Urgull sobre el puerto pesquero y frente a nuestros ojos, la maravillosa y homogénea playa de La Concha.
Un paseo marítimo que recuerda a otros muchos dentro de España pero que se hace raramente inconfundible. Donosti tiene algo, aún no he descubierto qué es (quizá sea la excusa para volver otras mil veces) que hace que la recuerdes de un modo diferente, una ciudad en cambio, una ciudad eterna.


Llegamos casi sin quererlo al puerto, donde también se encuentra, entre las lonjas y antiguas casas de pescadores, el Aquarium.
Como ya nos habían recomendado no dejamos de hacer algo que resulta una experiencia única. Comenzando por el mismo puerto y dejando las casas de pescadores a tu derecha, comienzas lo que llaman el Paseo Nuevo; un rodeo a todo el Monte Urgull por el que vas adentrándote en el mar (a tu derecha). Éste te come, se hace contigo. Grandes olas, si pillas la marea enfurruñada, se avalanzan sobre ti, te salpican, te mojan… sientes verdaderamente el mar sobre tu piel. Es una experiencia inolvidable.


Según vas rodeando el Urgull te encuentras con el Cubo (Kursaal) frente a ti, y a tu derecha el mismo casco viejo.
Nos pusimos, mi madre y yo a buscar un sitio para comer, cosa tremendamente complicada aquello de elegir entre los más de 50 restaurantes que te encuentras a simple vista. 50 sitios con 50 menús del día a la par apetecibles.
Llegó Dani y tras unos geniales fritos de la tierra y unos pimientos morrones rellenos de merluza (ñami, ñami), me urgía la necesidad de descansar un poco los muchos kilómetros recorridos aquella mañana.

La tarde transcurrió casi del mismo modo.
Un largo paseo por el casco viejo, un no saber donde estas, un ‘me parece que ya hemos pasado por aquí veinte veces en la última media hora’, y un entro y salgo de los bares.
Es impresionante el tema de los pintxos. Menudo negocio, chavales.
Está claro que les debe ser rentable, ¡¡¡es que te entran por la vista!!!


Yo creo que es imposible que alguien entre a una tasca de estas y pida sólo una bebida. Sucumbirá al colorido de la barra a la primera de cambio, lo digo yo.
La noche caía, la ciudad se ponía cada vez más y más bonita, pero el cansancio, el sueño y la flipadez podían conmigo.
Mañana sería otro día.


Jueves, 23

Misma rutina. Café calentito, cruasán en el plato, el Diario Vasco en una mano y caminando hacia el Kursaal. Silver City me esperaba a las 9.
Después del chasco que me supuso, me reencontré con mi madre a eso de las 11.30 de la mañana.
Dando un paseo nos encontramos casi por casualidad con uno de las tabernas que habíamos estado buscando los días anteriores. Se trataba de un sitio al que cogimos con ganas en el viaje anterior del año pasado. Para mí, donde tienen los pintxos más buenos.


Se llama Portaletas y está en la calle del Puerto número 8, muy cerca de la plaza de la Constitución. Los pintxos de pimientos rojos y antxoas son deliciosos.
El caso es que de las ganas con las que me lo comí, una espinita de antxoa me la jodió bien jodida.
El caso es que aquel día comimos que te cagas de bien. El sitio era de nivel, he de reconocerlo. El menú salió por 16 euros por persona, pero como pagaba mi madre, jur, jur… Se llama Aita Mari y está en el mismo puerto (Calle del puerto 21-3). Unos raviolis en salsa de espinaca y de segundo un pavo confitado a la salsa de higos. No digo más. Aún me relamo del gusto.

Casi sin quererlo se nos echó la tarde encima.
Yo seguía aún molesta con la dichosa espina que seguía dando la lata así que no tuvimos más remedio que darnos un paseo por la casa de Socorro. Allí nos atendió un tío majísimo, un trato especial, de veras. Después de una larga inspección con toda clase de cachivaches, unos más molestos que otros, me dijeron que me veían una herida abierta pero que la espina se había desprendido ella solita. Antiinflamatorios, mucho líquido y a aguantar la molestia unos días.
Y con la dosis de Ibuprofeno en el cuerpo, me fui a ver mis mediometrajes de Incorrectos. La verdad es que me alegró la tarde, para qué mentir…
Esa misma noche se iba mi madre de nuevo a Madrid.
Me dio bastante rollo, porque eso significaría que me iba a quedar sola, que ya no habría una rutina que seguir, que iba a poder hacer lo que me diera la gana, pero yo sola!!


Viernes, 24

Con muy pocas ganas en el cuerpo, me vi muy obligaba a ir a ver la dichosa película Iraní que pintaba a bodrio total, Turtles can fly. Con muchos prejuicios abandonados y con una emoción inmensa que recorría mi cuerpo, salí alucinada de la sala.
No me podía creer aquello. Esa película significaba mucho para mí, verdaderamente.
Eran cerca de las dos de la tarde y Dani me estaría esperando en la pensión.
Al llegar me comentó que habíamos quedado para comer con un chico que por algunos foros que frecuentamos, se hace pasar por el taxista de Taxi Driver.
Es alguien con quien me llevo especialmente bien. Tambien procedente de Euskadi, comparte conmigo no solo unos gustos cinematográficos muy semejantes sino una forma de pensar, de ver la vida, de entender y defender la política casi igual a la mía.
Desde siempre se nos ha considerado en este foro los dos más afines y no son una ni dos las veces en las que nos hemos encontrado solos ante una mayoría que nos atacaba sin piedad. Ya digo, los topics de política vasca-española son nuestra casa.
Se puede entender pues lo que significaba aquello. Que el taxista y delirante iban a verse las caras, que por fin se pondría una cara a las santísimas líneas escritas sobre la nada de internet. Aquello iba a ser un momento mítico.
Pues bien, fuimos a comer los tres, Dani, él y yo y nos encontramos con medio foro. Una reunión de 8 conocidos que, salvo dos casos, no nos habíamos visto las caras antes. Es genial esto de poder tener frente a frente a gente que has conocido a fondo por internet. Gente majísima por cierto.
Después de comer me escaqueé como pude para irme a echar una siestecita. El Ibuprofeno me estaba jodiendo el estómago de una forma exagerada. Los ardores apenas me dejaron dormir, pero finalmente sucumbí.

A las siete de la tarde abro los ojos. No podía ser. Me había quedado frita cerca de hora y media. ¡¿Qué hora eran estas?! Y sobre todo, ¡¿Qué hacía yo en la pensión pudiendo disfrutar de la ciudad?!.
Bajé con legañillas en los ojos y con la marca de la almohada surcando mi cara en busca de un café que me despertara definitivamente. Y justo al torcer mi calle me topo de bruces con el taxista.
No puede ser, esta ciudad es un pañuelo.
Talmente Lost in Translation, como él mismo me reconoció después, nos sentamos un bar y tiramos casi 3 horas hablando sin parar de nuestras vidas, de nuestros amores, de nuestros directores favoritos, de nuestro modo de ver la vida. Fue un momento de esos que no olvidas por lo bien que te cae el que tienes en frente, porque no sabes cuanto tardarás en volverlo a ver.
El, Bill Murray, yo, Scarlett Johansson (más fea, obviamente), pero eso sí, sin beso al final ;)
Ya digo, fue muy agradable.
Le acompañé al cine donde tenía sesión y prometimos quedar para cenar todos juntos aquella noche.
Cumpliendo las promesas nos metimos entre pecho y espalda uno de lo más típicos bocadillos de Donostia (uno es el de Narrika); bocata de calamares, tortilla o lomo con queso del Juantxo en la calle Embeltrán, fácil de localizar.
Una charla genial con 6 personas muy majas a las que ya conocía de antes. Es lo bueno de quedar con esta gente, que al ser afines a ti en cuanto a gustos (puesto que compartís un foro dedicado a lo que más os gusta, el cine), es fácil entablar una eterna conversación de la que acabas aprendiendo barbaridades.
Casi dos horas de cena cerraron velada.


Sábado, 25

Último día de festival.
Por la mañana me di un paseíto por el mercado al aire libre que ponen junto a la Bretxa, poblado de verduras y vegetales que hacen la boca agua a cualquiera que se deje caer por aquí. Sabía que mi madre se había quedado con las ganas de llevarse algún fruto del lugar asi que llené bolsas de más de tres kilos de verduritas que más tarde descubriría que la hicieron mucha ilusión. Las típicas guindillas del país (que no pican!!) no podían faltar en mi cesta.
Quedamos a comer con Dani y dos chicos más (ya conocidos desde hace un año). La chica es una muy buena amiga, una tía con la que es imposible no pasárselo bien y con la que las risas y el cachondeo están cien por cien asegurado. El otro es un tío inteligentísimo con el que, si sacas a Brian de Palma, es fácil que acabes discutiendo. No he visto nadie más inconformista en el cine, quizá por eso sea tan sabio…

Después de la comida (a base de un escasillo plato combinado) nos fuimos a ver la última de Zang Yimou, y en compañía de estos dos cachondos a los que guardamos sitio y pudieron colarse. Ellos ya la habían visto la noche anterior pero quedaron tan sumamente maravillados, que repitieron experiencia. Con eso lo digo todo. Es digna de ver vaya.
La tarde era para nosotros solos. El cubo nos decía adios porque sabía que hasta el año que viene no lo volveríamos a pisar.
Para endulzar nuestra temprana morriña, no me quedé con las ganas de probar una delicia recomendaba por una lugareña; un cortado en la cafetería donde desayunábamos todos los días. A priori parecería una gilipollez, una banalidad tonta y sin sentido, pero es que hay que probarlo. No he probado un café cortado tan bueno como el de ahí. Cuesta describirlo, mejor date un viajecito, pídelo y flipa.


Dani y yo, solos, por fin.
Ya teníamos asumido que aquel no iba a ser ni fue un viaje para nosotros dos como tantos otros nos hemos pegado. No iba a ser un viajecito de pareja, y los dos estábamos conformes con eso.
Yo saqué a cambio una estupenda experiencia con mi madre, unos maravillosos paseos solitarios por la costa, una tarde de ensueño con el taxista paseando por Donosti cuan Tokio para Sofia Copppola, unas películas geniales y un ambiente respirado que daba ganas de más.
Pero ahora sí, ahora tenía a Dani, por fin, para mi solita.

Paseamos, mucho, sabiendo que de algún modo u otro, estábamos diciendo adios a aquel maravilloso sitio y a todo lo que habíamos vivido en él.


Domingo, 26

Y todo termina como comenzó. Un tren se cruza con el nuestro. Próxima parada Valladolid.
Ya estamos a medio camino.
Dos horas nos distanciaban de Donosti, del festival de cine, de la gente tan genial que habíamos conocido, juntos o por separado, del mar, su sonido y su brisa a todas horas del día, de la pena que daba dejarlo todo prorrogado para el año siguiente.
Al lado mío, mi novio. Tres año con él y se mantiene la chispa del primer día. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?. He madurado a su lado. He aprendido a soltar rienda, a darle la poca libertad que él reclama, a saber estar unos días sin él.
Le cojo la mano, con fuerza.
“Al año que viene, no podemos faltar, nen”

lunes, septiembre 27, 2004

Zinemaldia 2004 (1ª Parte)



¿Qué es un festival de cine?
Difícil pregunta de contestar si no has estado nunca en ninguno.
A priori parece la reunión de gentes de diferentes países, banderas, regiones, pueblos y culturas que se juntan en una ciudad sin nombre ni patria a disfrutar de una de las cosas que más les gustan; el cine.
Pero cuando digo gentes me refiero a una masa ingente de personas, todas diferentes. Hombres y mujeres en semejante proporción, desde los 17 añitos a los 90. Periodistas, muchos, actores, personajillos varios del mundo de la cinematografía, gente de la calle, confundidos que han encontrado una forma de pasar los últimos días que nos deja septiembre, groupies y fans variopintos y divertidos y sobre todo, mucho aficionado al séptimo arte.

Me niego rotundamente a hablar de lo que no sé por no haberlo vivido, así que los sucesos anteriores al día 21 de septiembre que os los cuente otr@.






Muchos sabréis a estas alturas que el grandísimo Woody Allen (con Melinda y Melinda fuera de concurso) fue galardonado con un premio especial por su trayectoria artística, pero no sólo eso; le dedicaron para él solito una interesante retrospectiva para quien no supiera mucho del gran director. Una recopilación de todas sus películas, largas, cortas, medias. Todo un amplio catálogo de películas en las que Woody tuviera algo que ver. Obviamente pasé de ella. Personalmente, yo, que me faltan escasas 6 películas de las cincuenta y tantas que habrá hecho este hombre, encontré mucha mayor prioridad en las películas de las sesiones oficiales y paralelas. No obstante, como ya he dicho, es muy propicio como director para hacer una retrospectiva de él. Tiene muchas obras que exponer y una buena evolución histórica. Se merece eso y mucho más.





No sólo Woody se llevó un premio especial. Annette Bening (por Being Julia) se llevó una estatuilla del estilo. Esta actriz nacida en Kansas hace casi 50 años, es especialmente conocida por películas como Mars Attack!, Open Range y sobre todo, destacando por American Beauty. Para ella, otro premio Donostia.





Y tan sólo un día después, el viernes 24, Jeff Bridges (por The Door in the floor) se llevaba el último que completaba la trilogía. Tres galardonados muy merecidos. En este caso, es sobradamente conocidos los distintos roles por los que ha tenido que pasar este actor californiano. Le hemos visto en Los Fabulosos Baker Boys, El rey pescador, K-Pax, Seabiscuit, pero nos es difícil dejar de encasillarle en un papel que él mismo reconoce ‘muy suyo’, El nota de El Gran Lebowski.



La verdad es que reconozco que la rabia me corroe aún por mis venas por haberme perdido el estreno de la última de Woody Allen (por la que muchas voces en las que confío profundamente, apuntan como la mejor película de los últimos 5 años), la última de Chabrol, la de Godard (a pesar de que una/varias de las personas que con mejor criterio tenía consideradas, se durmiera a ronquido limpio a mitad de cinta), la ganadora del León de Oro en Venecia Vera Drake (aunque también muchos dijeron que no era merecedora de tal galardón), Whisky, una película argentina que se llevo grandes risotadas, pero sobre todo, sobre todas las demás películas, me arrepiento de no haber llegado a tiempo de ver Nine Songs de Michael Winterbottom (en la foto). Polémica, como las que más, me llama especialmente la atención. Y cuanto peor hablan algunos de ella, más ganas me entran de poder juzgar por mí misma.





El jueves 23, a las nueve de la mañana, estrené mi experiencia en el cubo grande, en el Kursaal Auditorio. Una sala enorme, la más grande que he visto en mi vida. Solamente entrar ya emociona. La sensación de estar allí, entre los grandes, pero al mismo tiempo sentirte una más.



La película, Silver City, la última película de John Sayles con un reparto coral bastante bueno, pero meramente funcional. No es una película buena. De hecho cuesta creerse que es una película. Es una mezcla extraña entre el documental, la teleserie y el telefilm. No tiene grandes interpretaciones (ni siquiera se quedan en mediocres), no se entiende del todo su intención, no tiene un guión (elaborado o no), la historia (si es que se la puede llamar como tal) está prendida con finos e inestables hilos y aburre hasta el bostezo. Sí, se supone, porque así lo dicen quienes la han realizado, que se trata de una sátira al sistema electoral de USA, una crítica a Bush… Pues bueno, ellos dirán. Desde luego fue un gran bodrio a mi modo de ver.


Para contrarrestar el chasco, me dí un paseo por una retrospectiva cien por cien interesante y necesaria. La temática que daba nombre a esta era “Incorrect@s” y se trata, como el propio nombre indica de una selección de películas que no son políticamente correctas, que, intencionalmente, se jugaron la crítica arriesgando mucho, se enfrentaron a la censura, a los vapuleos de los más conservadores. Una gran selección de películas muy interesantes que seguro no emitirán en TVE1 en prime time.
En esta ocasión pude ver tres mediometrajes muy diferentes.


En primer lugar Margarita y el lobo, de Cecilia Bartolomé y una jovencísima Julia Peña. Ambas participaron en una especie de coloquio muy interesante previo a la película que me hizo cogerla con aún más ganas. Una película hecha con casi ningún fondo, una cámara al hombro y cuatro personajes en el 1968 (pleno año revolucionario, ya sabéis) como proyecto de fin de carrera. Una película que trata del divorcio, del sometimiento al hombre, al marido. Una comedia-musical con todas sus letras, pero no hecha al estilo convencional, no es una de esas películas españolas de risa que estamos acostumbrados a ver. Sólo diré que sorprende, y eso ya es mucho tratándose de cine español de los 60’.


El segundo fue un corto, de Ozon; Une robe d’éte que apenas llegaba a los 20 minutos. Da para poco, la verdad, pero es muy curiosa. Pongamos a una pareja de homosexuales que están pasando sus vacaciones en la playa. Se enfadan y uno de ellos se va a darse un baño. Mientras está tomando el sol, una española desvergonzada que pasaba por allí se acerca y consigue arrancarle un polvo. Su primera vez… con una mujer.


Y el tercero en discordia fue un mediometraje de Jean Vigo, lo primero que veía de él, Zèro de conduite. Es más o menos como Le mistons de Truffaut, pero más largo. Un grupo de cuatro chavales, conflictivos, muy traviesos que montan una revolución contra sus maestros y guardianes de residencia. Tiene puntos buenísimos, he de reconocerlo, y por lo que me han dicho, Jean Vigo y sus escasas 4 películas merecen pero que mucho la pena.




Siguiente día, 24, viernes. De nuevo en el Kursaal grande. Las 12 de la mañana. Una cola de la hostia puta. Turtles can fly era la responsable. Y yo, con más ganas de irme a mi pensioncita y echarme un sueño, que quedarme a ver esa película que me echaba para atrás desde el momento que leí su argumento. Unos niños en pleno Kurdistán iraquí, cerca de la frontera con Iran, una semana antes de la invasión norteamericana. Adultos y viejos con cuerpo de niños. Chavales menores de edad que actúan, piensan y sufren como los más veteranos. Los sientes cerca, sabes que sus amputaciones son reales, que no se trata de un retoque fotográfico. Los ves llorar, reír, jugar, bailar, sufrir y te estremeces con ello. Es una película que expresa todo lo que no se vio en los telediarios pero desde una óptica alegre, sencilla, sin pretensiones. Te ríes a carcajada limpia a los dos minutos una mina unipersonal explota cerca de ti. Los pelos se te erizan y un escalofrío recorre tu cuerpo.
Termina la película y finalmente, las ganas de huir que te invadían hora y media antes, se han tornado hacia unas ganas infinitas de alargar la experiencia. La sala se suma a un aplauso largo, intenso. Una expresión de la misma rabia con que se desfogó Ghobadi (el director, una gran promesa).





Y ya, como broche final, y casi de refilón, pudimos disfrutar al día siguiente, sábado, 25 de una de las joyas de este y otros festivales de este año. Shi Mian Mai Fu (La casa de las dagas voladoras) el último orgasmo de Zang Yimou (Hero). Una postal, visualmente hablando. Un estruendo, musicalmente. Grandes prejuicios me paraban ante este film. Fui convencida por las ansias de mi chico, y por los ánimos y buenísimas críticas de los colegas de afición. Si era tan buena para todo el mundo y nadie, nadie, nadie se había descolgado con una crítica negativa, algo tenía que tener de bueno. Aún así, eso de ser una película de chinos volando no acababa de convencerme. ¿El resultado? Es imposible que alguien se arrepienta de verla.




Muy bonita, un ejercicio de color y sombras que producen una agradable sensación de paz, ligeramente alterada de cuando en cuando por el estridente y poderoso sonido. El baile de los tambores con las alubias es impresionante. Muy dificil de recontar la cantidad de veces que me puso la piel de gallina. Una maravillosa obra fílmica. Para el recuerdo.





Un punto y seguido en un festival que acababa en esos momentos, justo cuando se empezaba a chismorrear lo que ya me esperaba; que la maravillosa Turtles can fly, iba a llevarse la concha, que Roma se iba a ir por donde llegó y que el palmarés este año iba a ser del todo justo.





Íbamos dejando atrás el cubo, el grande y el pequeño, se iluminaban ambos a nuestras espaldas. En pocas horas, nos veríamos haciendo el equipaje.
- ¿Hace un café?

Perdonen las molestias...



Una llega de vacaciones y se encuentra todo revolucionado.
El servidor de imágenes ha dejado de hacerme caso.
Mi foto no se ve.
Todo está al revés.
Espero subsanar los pequeños contratiempos en breve.

De momento, espera una crónica dividida en dos: El festival de Cine y Cinco días en Donosti.

martes, septiembre 21, 2004

Yéndome...


Aprovechando que no me puedo dormir, que los nervios por el dichoso examen crucial de mañana me están volviendo loca, que no se me quita de la cabeza todo lo que no se me puede olvidar llevar, que no puedo parar de pensar en las ganas que tengo de ver a mi nen después de este impasse... pues aprovecho para despedirme temporalmente de todos vosotros.

Volveré... no sé cuando, pero como muy tarde tengo que estar aquí para el 7 de cotubre que comienzan mis clases.

Hasta entonces, un beso muy fuerte!!!

domingo, septiembre 19, 2004

El año de la garrapata (2004)




Llevo una racha impresionante viendo películas españolas, y es que el verano ha cosechado una buena siembra de películas que han tenido su éxito en taquilla y opinión popular, algunas más merecidas que otras.

Bien es cierto que en estos momentos quien está ensombreciendo a todas las demás películas españolas en cartelera es Mar Adentro.
Se ha llevado la palma en cuanto a aplausos se refiere. Festivales, radios, televisiones, revistas y eruditos varios de la industria cinematográfica se han dispuesto a vitorear una película que a mi opinión no merece semejante escándalo.

Me niego a seguirles el rollo a los pelotas de Amenábar y me animé a descubrir nuevos directores, en este caso el debut del gallego Jorge Coira.

La película no es gran cosa, para qué engañarnos.
Es una mezcla entre La Fiesta y cualquier otra película gamberra de jóvenes recién licenciados que buscan la libertad y la mejor forma de vivir los años que les quedan por delante sin dar un solo palo al agua.
No tiene grandes diálogos, ni moraleja moral, ni nada verdaderamente trascendental.
Es lo que en Estados Unidos se llamaría una ‘teen movie’.
Sexo, drogas, alcohol, un resurgimiento del movimiento hippie pero a lo galleguiño.

La estética y la forma de rodarla es curiosilla (están especialmente bien los créditos extravagantes del comienzo) y es gracias a ese ritmo y ese montaje casi musical lo que hace que la hora y cuarenta minutos que dura la película se pase rápidamente.

Concluyendo, que sí, que es una película de puro entretenimiento. No te va a dar nada más allá que unas risotadas contundentes, pero lo bueno, es que al menos no pretende ir más allá.

jueves, septiembre 16, 2004

Empiezan los premios...



¡¿Qué mejor inauguración del festival de cine de Donosti que con este estupendo premio?!


Leonor Watling recibirá en Donostia el premio Max Factor al rostro más bonito
Cientos de periodistas y profesionales de la industria del cine han decidido que la actriz y cantante forme parte del palmarés de las más bellas, junto a las ya galardonadas Penélope Cruz, Maribel Verdú, Emma Suárez, Aitana Sánchez-Gijón, María Adánez, Silvia Abascal, Goya Toledo, Elsa Pataky y Natalia VerbekeDV./SAN SEBASTIAN

La actriz acaba de protagonizar la película 'Inconscientes', de Joaquín Oristrell
La actriz Leonor Watling recibirá en San Sebastián el premio Max Factor al rostro más bonito del cine español, en el transcurso de una gala que tendrá lugar el próximo viernes, dentro del Festival de Cine de San Sebastián. Este premio cumple su décimo aniversario con la elección de la actriz que acaba de protagonizar la película 'Inconscientes', de Joaquín Oristrell, y que ha trabajado con directores como Bigas Luna ('Son de mar'), Antonio Mercero ('La hora de los valientes'), Cesc Gay ('En la ciudad') o Pedro Almodóvar ('Hable con ella' y 'La mala educación').
Otras películas que han cimentado la carrera de Leonor Watling son 'A mi madre le gustan las mujeres', 'Mi vida sin mí', 'La espalda de Dios' y 'Mala leche'. Además, Leonor Watling ha mostrado sus dotes de cantante al frente del grupo Marlango.
La votación de cientos de periodistas y profesionales de la industria del cine ha designado a Leonar Watling, que en sus once años de carrera ha intervenido en 19 películas, después de que debutara con 'Jardines colgantes', de Pablo Llorca, en 1993. Se cumplen también diez años de la entrega de este premio que siempre destaca a «jóvenes actrices de una probada belleza, por la que destacan en todos sus trabajos pero sin descuidar su trabajo interpretativo en cada papel y Leonor es una actriz con una belleza natural especial y con un carácter tal que debía pasar a formar parte del universo de Max Factor», expresa la organización del premio.
En anteriores ediciones han recibido este galardón Penélope Cruz, Maribel Verdú, Emma Suárez, Aitana Sánchez-Gijón, María Adánez, Silvia Abascal, Goya Toledo, Elsa Pataky y Natalia Verbeke.
La entrega del premio se realizará a la una de la madrugada en la fiesta de inauguración del Festival de Cine en la discoteca Bataplán.

http://servicios.diariovasco.com/especiales/zinemaldia2004/dalt.htm

miércoles, septiembre 15, 2004

El Plan



Alfonso Ussía, La Razón, 15-09-2004

La aprobación del «Plan Ibarreche» ha dejado de tener interés para los nacionalistas. Después de la reunión celebrada entre Zapatero y su cónsul en Vasconia Pachi López, el «Plan Ibarreche» ha quedado obsoleto. Para conseguir la independencia de las Vascongadas basta y sobra con aplicar el «Plan Zapatero», infinitamente más ambicioso que el elaborado supuestamente por el «Lehendakari» y corregido por el ilustre padre de la Constitución Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, más conocido como Miguel Herrero de Miñón, o Micky Miñón para los íntimos. O Zapatero, como muchos sospechan, no tiene ni la más puñetera idea de qué va la cosa, o Zapatero es un irresponsable rayano con la frontera de la infamia, o Zapatero es un frívolo que se contenta con ir saliendo del paso de los problemas que su propia frivolidad le plantea. Sus palabras pueden interpretarse con tan dispares conclusiones, que el analista más cauteloso y sensato tiene grandes posibilidades de volverse loco de remate. Arzallus en fuera de juego. Ibarreche superado. Atucha, sin trabajo pendiente. Zapatero se ha entregado a la Cataluña de Carod-Rovira y al País Vasco de Otegui. Así resulta facilísimo gobernar, pero un día se encontrará con que sólo se gobierna a sí mismo. Sinceramente, no es cuestión de risas, respuestas facilonas e ironías que no tiene y le escriben para que se las aprenda. No hay nación en el mundo con más posibilidades de autogobierno para sus regiones o autonomías. Avanzar más choca frontalmente con el concepto de España. Trocear España no es una acción política. Es una traición. Puede que todo sean palabras y palabras de un indocumentado que se topa de golpe con una responsabilidad excesiva. No creo en un Zapatero sutil y taimado tejiendo un plan frío y quebradizo de acuerdo con los nacionalismos excluyentes y fascistas. Pero son tantos los pactos que debe cumplir y las satisfacciones que tiene que dar a quienes le han prometido a cambio su apoyo parlamentario, que la mínima coherencia resulta en él ilusión inalcanzable. Lo malo es que Zapatero está jugando con algo que es de todos. Y además, intocable, invulnerable y sagrado. Ese algo se llama España, y no puede ser objeto de cambalache de apoyos y mercadería de votos. Resulta curioso que para hablar del futuro del País Vasco, Zapatero no se haya molestado en pedir la opinión de los socialistas sufrientes. Ahí tiene a Redondo Terreros, a Gotzone Mora, a Rosa Díez, a los componentes y miembros socialistas del Foro de Ermua y de «¡Basta Ya!». Esos socialistas no le interesan a Zapatero. Le revientan a Zapatero. Le recuerdan a Zapatero valentías, firmezas y resistencias que rechaza. Zapatero se siente cómodo con el Pachi López que prefiere pactar con Ibarreche que hablar con María San Gil. Así de triste y cínico se presenta el futuro. A España no le van a desgajar ni Cataluña ni Vasconia. Eso está por encima de las responsabilidades de Zapatero. Si hay peligro de ello, Zapatero se callará y hablaremos los españoles.

http://www.larazon.es/noticias/noti_col9735.htm

lunes, septiembre 13, 2004

Florencia, 2001



Te voy a pedir la receta.
Ya decía que 'algo' tenías, que no era normal que me pudieras la piel de gallina, que me hicieras tan feliz gratuitamente, que todos aquellos maravillosos meses, años pasados fueran realidad, que lo que me haces sentir cada vez que te veo, te toco, te beso, te imagino fuera tan profundo.
Nada de aquello es normal.
No en mi.
Nunca antes me había pasado. Y no es que no me hubiera enamorado nunca antes, definitivamente no es eso. He salido con más gente, les he querido, amado incluso, pero nada, NADA, N-A-D-A, se parece a esto.
Han sido tres años y un mes claramente inolvidables... pero lo mejor de todo es que ahora es cuando de verdad veo totalmente claro un gran futuro por delante.
Me imagino viejecita, abuela, por qué no, y contigo a mi lado, viendo en nuestros sofás los clásicos de los 90', intercalando a la eterna Janis Joplin con Marylin Manson; juntos y felices, para siempre.
Ahora todos mis miedos de que algún día te canses de mi, te des cuenta de que de verdad te mereces algo mucho mejor, que me dejes por alguien más inteligente, más guapa, más simpática... han pasado a la historia.
Ya no hay nada que se interponga entre mis más profundos deseos y la realidad futura.
Ahora sé que de verdad estamos hechos el uno para el otro, que es como debemos estar, juntos.
Estos tres años han sido con diferencia los primeros años de mi vida, en todos los sentidos. Jamás me podría imaginar vivir algo por el esttilo, ni siquiera parecido con otra persona que no fueras tú.
Tú eres mi razón de ser, mi vida, mi soplo de aire fresco en los momentos más angustiosos, mi carcajada en los divertidos... ¿cómo podría prescindir de tí?
Yo hace mucho tiempo que decidí que eres el hombre de mi vida... nunca había creído en eso, pero qué demonios, a la mierda mis convicciones!! Eres la persona con la que he de estar y no voy a renunciar a tí por nada del mundo, así como no volveré a poner en peligro ni un ápice de nuestra relación. me he propuesto cambiar y créeme, lo estoy haciendo.
Yo sé que sólo te quiero a tí, que renunciaría a todo lo material de esta vida por estar solo contigo, por darte un abrazo.
Ahora algo en mi corazón me ha confirmado lo que mi falta de autoestima me impedía comprender y es que tú quieres lo mismo. Estamos en el mismo barco, y ese barco que zarpó aquel agosto de 2001 no tiene parada hasta dentro de muuuuuuuuuuuuuuuuuuuchos decenios de años.

Y no me pienso retractar de ninguna de mis palabras antes escritas.
Si alguna vez te ves en la obligación de usarlas para restregarme por la cara que te juré amor eterno, tendrás que despertarte porque resultará que te encuentras en una de tus peores pesadillas.
Sé que aunque me dejes por otra persona yo seguiré amándote siempre, y por muchas guarradas que me hagas, sé que seré tan gilipollas de perdonártelas poco a poco, porque sin tí no podría vivir, y no en sentido metafórico.
Conozco muy bien a mi corazón, sé como actúa, como, cuando, cuanto siente y ahora mismo no podría sentir ni un poquito más. Explota.
Me haces llorar, pero esta vez de alegría. hace tan solo unos meses lloraba desconsolada porque veía marchar lo único que me importaba de mi vida, lo verdaderamente valioso, pensé en todo, en el suicidio lo primero, pero gracias al cielo, gracias a tí, todo pasó, formidablemente bien, y ahora estamos más unidos incluso que antes.
Nuestra relación se afianza cada mes, cada día, cada semana.

Ahora lo tengo claro; tú y sólo tú serás (por este orden) mi mejor amigo, la persona que me apoye, que esté conmigo, que me ayude con aquel puto examen, que me acompañe a currar, que me venga a buscar a la universidad a altas horas de la noche, que me ayude con la mudanza, que esté ahí cuando me den la cátedra, que me compañe a esos fines de semana por Europa, que me abrace con cariño cada noche y que con su cuerpo me de calor en las frias tardes de enero, que me regale de cuando en cuando esos románticos 'comics' que sólo él es capaz de hacer, que me la primera copia -firmada- de su primer libro, que me invite a hacer un cameo en su primer largometraje, que me proponga matrimonio, que me invite a cenar por sorpresa al pueblo más abandonado y precioso de Girona, que se ría conmigo recordando momentos pasados, que limpie cada tres meses a J.P.Sully, que me acompañe de la mano a la agencia de adopción, que me ayude con el tema de los pañales, que se le caiga la baba cuando su hij@ diga las primeras palabras (que apuesto que serán DA-NI), que con la excusa del recién llegado me lleve por fin a ver Disneyland, que sigamos imaginando juntos como serán los siguientes 40 años de nuestra vida...

te quiero

de verdad, entiende estas palabras en su verdadero significado

te quiero

es más

te amo

GRACIAS

sábado, septiembre 11, 2004

The Modern World



Traducción:

- Estoy considerando votar por kerry pero no se si confiarle la direccion en la guerra contra el terrorismo.

- ¿Ah sí? ¿Te preocupa que pueda explotar cínicamente la amenaza del terrorismo para justificar la invasión de un país que de hecho no suponía ninguna amenaza, desviando nuestros recursos y dando tiempo a los auténticos terroristas para que se reagrupen?... ¿o estás preocupado por que el país en cuestión se conviertan en un lugar de cría para nuevos terroristas como consecuencia de su liderazgo incompetente, dejándonos más vulnerables que antes?... ¿o quizás tienes miedo que en medio de todo esto, se vuelva tan irresponsable como para acumular déficit recors para financiar una reducción de impuestos para el uno por ciento más rico del país? ¿Qué es, Biff? ¿Qué es lo que te preocupa de Kerry?

- Parece francés. Y está lo del cambio de "chaqueta". Y lo demás.

- Me siento llena de confianza sabiendo que esta elección será decidida por votantes como tú

jueves, septiembre 09, 2004

Inconscientes (2004)



Una película ambientada en la Barcelona de comienzos del siglo XX.
Freud, el psicoanálisis, la traición, el sexo, infidelidades, verdades ocultas, sexo, amor verdadero, boxeo, sexo, Salvador (L. Tosar), Alma (L. Watling, que por cierto, está envidiable como nunca antes) y el sexo.
Todo junto: Inconscientes.

No todo el cine español el malo… es casi como decir que no todo el cine norteamericano es bueno.
Ambas son grandes verdades pero quizá un poco injustas.
Tal vez, si dejamos de lado un poco los prejuicios (y lanzo la primera piedra), nos demos cuenta de que dentro de la filmografía patria hay grandes películas que como poco nos hicieron pasar un gran rato a la altura de cualquier otra película de entretenimiento a la americana.
No seré yo quien se ponga patriótica ni legionaria (precisamente porque parece que ahora está ‘de moda’ y las modas no van conmigo) defendiendo a capa y espada este cine; nuestro cine (como algunos fervorosos del patrimonio nacional entusiasmaban en corear).
Me gusta y no me gusta, a ratos, según películas.

Esta en concreto, y para dejar de escurrir el bulto, me ha parecido un buen ejemplo al que exponer a toda esa gente (mucha por desgracia) que rechazan absolutamente todo lo que huela a español. Y es que hace tiempo que el cine español dejó de oler a paella, de sonar a tonadilla gaditana y a verse como una reunión de la peor chusma del barrio.

Hay quien, como Oristrell, que se atreve a dar un paso más allá y demostrar lo que se puede hacer con dos buenos actores, un guión contundente, un poco de humor, otro poco de sexo (en sus dosis recomendadas) y sobre todo, una buena intención.
Me ha recordado, por cierto, a otra película catalana, ambientada en Barcelona igualmente que desde que la vi pasó a formar el top ten de las 10 mejores películas españolas: En la ciudad.
Ambas, con un reparto de infarto, me hacen creer que de verdad hay vida más allá de Almodóvar-Amenábar, que los pequeños autores independientes son quienes tienen ahora el relevo, que deben hacer buen uso de él y que en sus manos recae el peso más grande la industria; sacarla a flote y demostrar que los prejuicios, hoy en día, están más desfasados que las películas de Alfredo Landa.

martes, septiembre 07, 2004

El terrorismo, la violencia, la justificación

Los tres son temas que desgraciadamente sonde ardiente actualidad.
Nos hemos acostumbrado a que sean nombrados con la más absoluta frialdad.
Pero yo ya me he cansado de ellas.
Estoy muy harta de que cada vez que se habla de algunos de estos términos y de las desgraciadas y nefastas consecuencias que producen, me vea en la obligación de justificar mi total repulsa a toda forma de terrorismo, de adjuntar a mis frases calificativos sobrentendidos como ‘infame’, ‘terrible’, ‘inhumano’, ‘asqueroso’, ‘cruel’, de reafirmarme en mi asco por las muertes producidas, de ratificar que pienso que es siniestro.
No señor, estamos en el siglo XXI, de algo tiene que servir.
No creo que haya mucha gente alejada del mundo de los fanatismos que, hoy por hoy, defienda, abogue, justifique el terrorismo, y desde luego, una de ella no soy yo.
Hay que conocerme muy poco para pensar una cosa así.

Todo viene por esta forma de ser mía, diferente a la de la mayoría de la gente.
Yo, a diferencia de todos los que me atacan, tengo una mirada bifocal. Me es imposible mirar en una sola dirección y sentenciar mi juicio de un modo lineal.
Desgraciadamente, pienso que estas cosas son mucho más complejas e importantes como para no atender a más aspectos de la misma.

Un ejemplo: el inhumano desastre de Beslán (Rusia), hace unos días.
Ha sido algo horroroso, es cierto, matanzas y secuestros como este no deberían producirse en un momento en el que el mundo se supone que avanzó hasta el desarrollismo.
Pero claro, hay quien dice, en respuesta a estos sucesos, que deberíamos hacer pagar a los responsables de tales atrocidades.
Y es aquí dónde sólo a mi se me ocurre preguntar: ¿Qué responsables? ¿Los secuestradores de niños rusos, o los rusos como responsables del genocidio del pueblo checheno?

Y es en este punto en el que comienza el baile de despropósitos: apología del terrorismo, justificación del mismo, falta de ética, relativización…

Es la pescadilla que se muerde la cola.
Para poder entender y tratar de poner remedio y solución a problemas como este, no basta con tomar las represalias por una mano y la venganza por la otra.
Causa-efecto; esa es la clave.
Tenemos que mirar al pasado y al presente al mismo tiempo. Los hechos que producimos en el pasado, tienen consecuencias en el presente.

Y es que, como dijo mi amigo Peter en cierto foro de internet:

Aquí lo que viene pasando desde hace ya unos años es que a Occidente se nos acabó la bicoca de hacer lo que se nos pusiera en la punta de la polla aquí y allá, manejando mapas y masacrando pueblos a voluntad y según nuestros intereses.

El mundo se ha quedado encallado. No avanzamos. Nos quedamos en la época de las cruzadas, del imperialismo (hacia dentro y hacia fuera).
El choque de civilizaciones está por llegar, y tal y como tenemos amuebladas nuestras mentes, la cosa se presenta fea.

Hemos estado apuntando el cañón hacia donde nos ha dado la gana durante décadas y décadas que siguen de actualidad y que han marcado la historia a través de su rastro de sangre.
Cuando los cañones apuntan en dirección contraria, esto es, hacia nosotros es cuando ponemos la voz en grito.
No podemos olvidar, por último, que no todo es blanco o negro.
El mundo no se divide en buenos y malos.
Es el miedo lo que nos diferencia.

domingo, septiembre 05, 2004

Lost Highway (1997)



Creo que ya sabemos cómo se las gasta David Lynch.
Sus creaciones, salvo contadas excepciones (Una historia verdadera, El hombre elefante, y quizá Corazón salvaje), no son especialmente fáciles de comprender, ni siquiera para los que se consideran peritos en la forma de hacer cine de Lynch.
Siempre he pensado que aquí el colega no es más que un tío súper cachondo que disfruta de lo lindo más que haciendo cine, jugando con sus espectadores.
Ha tomado la costumbre de plantear el puzzle de la película robándonos ciertas piezas y descolocándolas arbitrariamente.
Nosotros, incautos e ingenuos espectadores, nos enfrentamos a ella partiendo desde el más vacío y absoluto cero.
Una vez vista, empiezas a pensar, colocas a tu antojo las piezas que se te escondieron y a duras penas vas interceptando conexiones, atando cabos, encadenando eslabones… de tal manera que lo que te queda al final es una interpretación cien por cien subjetiva que poco tendrá que ver con cualquier otra que te cuenten desde fuera.
Las películas de Lynch son para nosotros lo que cada uno quiere ver en ellas.
No es fácil dictaminar qué significado real y neutro tenía la caja azul en Mulholland Drive, ni el dedo en Terciopelo azul, el gigante en Twin Peaks… detalles que disemina Lynch como pepitas sobre una tarta. Para algunos solo sirven para adornar el producto final; para otros, tiene un significado sumamente vital.

Con Carretera perdida, la cosa funciona más o menos igual.
Lynch tiene una idea, seguramente tan simple como para que le cupiera en un corto de 20 minutos.
Pero como él es Lynch, decide apostar alto. Va a hacer un film a partir de esa idea y unos cuantos delirios onanistas.
Descoloca la cronología real del personaje y sus actos, deforma la realidad y recurre a sus muchas constantes ya conocidas; el voyeurismo, el adulterio, los hoteles, la represión e insatisfacción sexual, el desdoblamiento de personalidad, la reificación de la conciencia, la culpa y el remordimiento, y como no podía faltar introduce la recurrente esquizofrenia y sus alucinaciones, de las que no sólo es partícipe el protagonista de la historia, sino que las acabamos sufriendo nosotros mismos.

En cuanto a la dichosa interpretación de la película, como he dicho, es tan múltiple como la cantidad de personas que hayan visto esta película. Cada cual entenderá un detalle de un modo diferente y le otorgará una importancia mayor o menor. Aquí no hay reglas establecidas, ni nada cien por cien veraz.

Para ser totalmente sincera, haré una confesión.
Al acabar los 135 minutos y comenzar a aparecer totalmente inesperada y precipitadamente los créditos finales sobre la pantalla, mi cabeza pedía una explicación.
No había entendido nada. Pero nada, nada, nada.
No me pasó como con películas tipo Memento, o el mismo Mulholland Drive, que a pesar de ser consideradas comúnmente ‘dificiles’, el corazón de la película lo había entendido perfectamente. Otra cosa serían los cabos por amarrar o los detalles particulares.
Con Carretera perdida no ha sido así. Es sin duda la película más esquizofrénica, onírica y desdibujada que he visto en mi vida. Si has tenido un mal día, te duele la cabeza o sencillamente, no tienes los 5 sentidos funcionando a toda máquina, deja la película para otro día.
No, nada tenía sentido para mí.

Ahora, después de haber dejado macerar la película 24 horas, y tras leerme extensos textos con diversas opiniones, algo empieza a cuadrar dentro de mí, aunque, eso sí, hay decenas de cosas que siguen descolgadas…
Esto es, del modo más resumido posible, lo que entiendo yo de Carretera Perdida:


La forma en que está contada la historia responde a un molde circular. Se avanza y retrocede en función de los acontecimientos. Esto queda demostrado en el modo en que comienza y termina la historia, la primera y la última vez que vemos a Fred (Bill Pullman): “Dick Laurent está muerto”.
A partir de ahí habría que discernir qué es lo real y qué pertenece al mundo de la pesadilla, de la mente enferma de Fred.
Para mí, Fred es un pobre hombre, casado infelizmente con su mujer, Renee/Alice (Patricia Arquette), a la que no logra satisfacer sexualmente y cuyo matrimonio augura una gran crisis. Fred descubre el pasado de Renne en el mundo del cine porno y los entresijos que ello conlleva, observando como la libido de su mujer no está al alcance de alguien como él. Llevado por la histeria y movido por sus delirios, decide acabar con la vida de Renne –descuartizada en su propia cama-, Andy y Dick Laurent –el productor de cine porno-. De lo que no se está muy seguro es de si mueren como se nos muestra en la película o si es una simple interpretación de la mente de Fred.
Sea como sea, es de lo poco real de la película. Fred asesina a tres personas.
Y a partir de aquí, todo se puede considerar una ensoñación del personaje.
Hay detalles que lo confirman, como cortinas rojas (exactamente iguales a las de Twin Peaks) que emanan en su casa colgadas de la nada, el barrio en el que Fred imagina que vive, sin ningún vecino alrededor, sin ruidos, ni coches, la cárcel a la que supone que irá a parar, sin más presos que él mismo…
Y en cuanto a los personajes que forman los polígonos, también resultan irreales.
La Renné que se nos muestra como real no es más que una copia de la que aparecería en la cinta de video, o en el sueño que tiene Fred (“se parecía a ti, pero no eras tú”).
Los policías… algunos apuntan a que también son producto de la mente de Fred. Obviamente, al pertenecer a un fragmento de la historia que NO es real, tienen que ser forzosamente inventados.
Pete (Balthazar Getty), el joven mecánico en el que Fred se transforma durante su irreal estancia en la cárcel podría ser el mismo Fred de joven, o simplemente alguien cercano a Fred en la vida real que es introducido en su espejismo. Sea quien sea, se trata del mismo Fred, puesto que todo lo que hace, sufre y padece Pete es movido por la conciencia de Fred. Son la misma persona solo que en un cuerpo diferente.
Otra triquiñuela de Lynch para liar más la pelota.
Y en cuanto al Hombre misterioso… yo pensé, en la secuencia final en la que Fred acaba con la vida de Dick (llamado en su delirio Sr. Eddie), que se trataba de la voz de su conciencia. Le da órdenes al oído, le facilita el arma, le habla desde dentro… Podría tratarse de ese Pepito Grillo tétrico.


Concluyendo, que todo lo que resulta raro, sin sentido, anormal o inverosímil, lo adjunto a la parte soñada de Fred.
Fuera de ella quedarían tan sólo los tres asesinatos, aunque también empañados por el modo en que Fred los guardó en su memoria, seguramente trastocados.

Vamos, que si quieres entender algo, vas a tener que, una de dos, recurrir a textos u opiniones externas, o bien esperar a que la película haya madurado. Es difícil formarte la tuya propia según vas viendo la película lo cual me despierta una duda: ¿es realmente efectiva la película?

Dancer in the Dark (2000)



Por si alguien no lo sabe, se trata de una de esas películas de Lars Von Trier, que algunos engloban en una trilogía (Rompiendo las olas, Bailar en la oscuridad y Dogville), en la que la mujer, cómo principal protagonista, acapara las maldades de sus seres más cercanos y sufre hasta la exasperación.

En esta cinta, se trata de Selma (Björk), una checoslovaca que vive en una caravana alquilada por un policía en un pequeño pueblo de los Estados Unidos.
Fantástica amiga, vecina y compañera de trabajo, guarda a bien recaudo un gran secreto; la ceguera que padece, que a grandes pasos se incrementa, resulta ser congénita, y su hijo (que ronda la adolescencia) acabará ciego completamente de no someterse a una cara operación médica.
Para ello, Selma está ahorrando desde hace bastante tiempo.
Ya casi tiene lo suficiente como para pagar por adelantado la intervención de su hijo.
Nadie está al tanto de su idea.
Mientras, sigue haciendo turnos extras en la fábrica de chapa en la que trabaja, continúa jugándose las manos con cada movimiento (puesto que la vista se la nubla más y más según pasas los días), y por si no fuera poco, busca otras formas de ganar dinero empaquetando orquillas.
Una tarde, su vecino y amigo, Bill el policía, le hace una confesión a la atenta y amable Selma. Se ha arruinado. Su mujer se ha gastado todo el dinero que les quedaba y él no puede pararla. La quiere demasiado como para decepcionarla diciéndola que les van a embargar.
Para consolarle, Selma le confiesa su pequeño doble secreto; está completamente ciega y guarda varios miles de dólares en cierto lugar de la casa.
El resto de gente que rodeaba a Selma pensaba que no tenía dinero porque como ella les había dicho en una ocasión, gran parte de su salario se lo mandaba a su padre enfermo, un inventado y ficticio Oldrich Novy.
En un ataque de desesperación, y en el peor de los momentos –Selma acababa de ser despedida de la fábrica-, Bill le roba el dinero a Selma para subsanar su crisis matrimonial.
Desesperada y sin otra salida, se ve obligada a matar a Bill a sangre fría para poder recuperar el dinero y hacer el pago acordado para la operación quirúrgica de su hijo.
Lógicamente la policía se hace fácilmente con ella, el juicio no resulta muy favorable hacia la checoslovaca y finalmente es condenada a muerte.
La espera de esa corta y rápida muerte se hace más larga de lo debido, una angustiosa mirada a la impotencia y la sumisión de una persona que había intentando hacer siempre el bien a aquellos que se había encontrado a su paso y que tan sólo una razón le había llevado a arrebatar la vida de aquel hombre; el amor por su propio hijo, la esperanza de que pueda no ser tan desgraciado como lo fue ella.
Pero a unas horas del ahorcamiento, una luz se enciende en su camino. Puede salvarse la vida gracias a un famosísimo y experto abogado que la promete con total garantía la libertad a cambio de unos honorarios… honorarios que ascienden al mismo módico precio de la operación de su hijo.
¿Qué preferirá Selma, su propia libertad compartida con una larga vida junto a lo que más ama en ese mundo, su hijo, o privarle de la lacra de la ceguera a ese ser tan especial a cambio de acabar con su insignificante vida?


Se trata como película de un musical con todas sus letras, que además lo revoluciona desde dentro. La idea de mezclar música y lágrimas funciona realmente bien.
Las canciones son parte de la historia, forman una expresión de los sentimientos de Selma y hacen de introducción o epílogo a todos y cada uno de los capítulos en los que se puede separar la película.
Hay también algo de crítica al modo de hacer cine en Hollywood, ya que de modo irónico, todas las escenas musicales están rodadas con diferente estilo, lenguaje, negativo, filtro, cámara, de modo que todo se acerca a un cine más norteamericano, mientras que el drama no musical es claramente independiente.
Unos mejores que otros, es precioso y a la vez tristísimo el de “I’ve seen it all”, en serio, pone la piel de gallina.
Si alguien no tiene la banda sonora de esta película (cuyas canciones, todas, fueron compuestas por Björk), que se haga con ella con apremio: Selmasongs.
Los desacuerdos entre el director (al que muy dudosamente se le acusó de misógino) y la protagonista hicieron del rodaje un auténtico campo de batalla.
Ya no era la película de Lars Von Trier sino que pasó a ser también la película de Björk.
Esta quería interpretar al personaje a su manera, y se oponía a toda crítica que fuera en contra a lo que ella tenía previamente decidido.
Llegó hasta tal punto el radicalismo de la cantante que su personaje, Selma, la vampirizó.
Dicen que incluso al finalizar el rodaje, Björk seguía siendo Selma, seguía comportándose como ella e incluso fingía la dichosa ceguera.
Lars no lo debió de pasar nada bien, de hecho engordó varios kilos, según las malas lenguas, debido a la excesiva ingesta de fármacos tranquilizantes.
Y gracias a la guerra entre director y actriz salió la película que salió. Es a Selma a la que se le debe la película en sí.
No obstante fue bastante aplaudida en Cannes donde se llevó el premio a la mejor actriz (Björk) y la palma de oro. Y de pasó fue ganadora del globo de oro 2001 y la mejor película europea en los Goya 2001.

Si me tuviera que quedar con algo de esta película, que para mí es lo mejor de Von Trier de lo visto hasta ahora, es con el final, sin ningún tipo de dudas.
Sólo decir que me redescubrió que no soy tan dura como aparento, o me fuerzo a aparentar, que si hay que llorar, se llora.
Me tocó mucho la fibra, y es que Lars Von Trier sabe perfectamente como dotar a las imágenes de ese dramatismo que se balancea entre lo que se columpia la misma protagonista: el melodrama y la fantasía.
Con “Next to last song” se introduce en la muerte, porque ni siquiera puede acabarla…


Dicen que es la última canción. Es que no nos conocen. Sólo es la última canción si nosotros lo permitimos.

PD. En realidad no iba a escribir sobre esta película. La ví hace ya un año, pero es que la que he visto hoy no me deja encontrar palabras con la que definirla; Carretera Perdida, de Lynch.

PD2. Otro de los considerados Grandes Musicales, es el de Cabaret, que aún tengo pendiente de ver en DVD. Próximamente, la review.

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viernes, septiembre 03, 2004

Ladykillers (2004)


He de reconocerlo, soy ferviente admiradora de los hermanos Coen desde que vi por mera casualidad Fargo.
Me hechizó esa Frances McDorman embarazadísima, y desde entonces no he podido más que pasar horas y horas en la videoteca (que después de dos años, es para mí como otra estancia de mi casa) hasta conseguir lo que creía imposible: ver TODAS sus películas.

Hasta esta tarde, tenía una deuda pendiente con su último trabajo.
Dos cosas me paraban.
La primera, que quería ver primero El quinteto de la muerte original, pero a la vista de que parecía imposible encontrarlo por ninguna parte, he decidido cesar en mi empeño.
Y la segunda, y ciertamente más importante, era el miedo. Pavor a que los Coen confirmaran su crisis, que de verdad aquella fallida Crueldad Intolerable, no fuera sólo un espejismo sino la señal inequívoca de que algo malo les estaba pasando.

Y es que, haciendo un rápido análisis al historial fílmico de sus películas nos encontramos con una sorprendente curva:

- Sangre Fácil (1984), su ópera prima, una buena historia, una dirección aunque novel, bastante coherente y ese sentido del humor que les acompaña desde entonces. Plagada de detalles que luego pasaron a acuñarse “Coen”.


- Arizona baby (1987), su primer giro hacia la comedia. No demasiado fallido pero no del todo entusiasmante. Otra vez Frances McDorman, como mujer Coen y un Nicolas Cage que se sale. No pasa del ‘Bien’.

- Muerte entre las flores (1990), vamos subiendo en la curva de su progreso. De nuevo se pasan al thriller en el que nadan como pez en el agua. Es el comienzo de una nueva etapa triunfante.

- Barton Fink (1991), a mi parecer, una de las mejores películas que han hecho hasta la fecha. Delirante, surrealista, esquizofrénica y cien por cien onírica la mires por donde la mires. Digamos que ese tipo de películas que llegados al final te sorprende de tal manera que te hace replantearte la historia, entendiéndola de otro modo. Un día le dedicaré algo más extenso.

- El Gran Salto (1994), espléndida. Más de uno estará de acuerdo conmigo. Esta película es la bomba. Después de los dos últimos dramas, los hermanos se pasan a la comedia entendida a su manera. Por cierto, Tim Robbins no cabe en la pantalla…

- Fargo (1996), cuando estaban en lo más alto de su trayectoria, se descuelgan con la película que les dio la fama. Es con ella con la que la gente suele identificar a los Coen, y no es para menos. Fantástica película, con una fotografía muy linda y unos actores que pasaron a la historia. Por si aún quedaba alguna duda, también sale Frances McDorman y por si alguno no lo ha visto, es una actriz de premio.

- El Gran Lebowski (1998), y con ella, comienza la decadencia. Sí, ya sé que a todo el mundo le parece la comedía por excelencia de los 90, pero a mí me resultó una frikada como cualquier otra a la que no vi más que un par de chistes graciosos. Y es que los Coen, en thriller, mucho mejor.
No obstante le debo un segundo visionado en VOSE porque me traumatizó aquella jerga… ‘el nota’.


- O brother (2000), ya se sabe, la famosa adaptación de La Odisea de Homero interpretada por George Clooney y el genial Turturro. Fallido el camino que emprendieron al acercarse de nuevo a la comedia puesto que la película lejos de ser una maravilla se queda en su aprobadillo y tú apuntas otro tanto a la curva decreciente.

- El hombre que nunca estuvo alli (2002), y cuando lo habíamos dado todo por perdido, los Coen despiertan del coma –momentáneamente-. La cinta es una maravilla. No sólo podemos disfrutar de una jovencísima y morbosa Scarlett Johansson sino que la historia, el cómo lo cuentan, la fotografía (en b/n) y sobre todo, el hecho de que se trate de nuevo de un drama de los pies a la cabeza, asegura muchos puntos. Si no la has visto, no puedo más que recomendarla. Una bonita forma de resucitar.

- Crueldad Intolerable (2003). Después de la poco alentadora experiencia con las comedias puras de los Coen, está no pintaba del todo apetecible. Pero como confío en el buen gusto y criterio de mi colega George Clooney, decidí darle su merecida oportunidad. No es mala, ni de lejos, pero no está a la altura de un director como Joel Coen. Tiene momentos descojonantes (aquel asma incurable) pero repito, le falta personalidad. Decayendo, Houston…

- The Ladykillers (2004), y si a Crueldad Intolerable le faltaba personalidad, a esta última le falta el alma. Ya ni siquiera nos hacen falta las dos manos para contar los puntos de humor negro que se solían marcar en su época los hermanos. Si, sí, Tom Hanks está de lujo, queda demostrado que es un buen actor polivalente, pero esto no es made in Coen ni soñando… ¡¡¡Si ni quiera sale Frances!!!

En serio, hermanos, no hagáis aquel proyecto de Tarzan, volved al cine negro, a los asesinatos pasionales, a la sangre y el dinero.
¡Que vuelva el Buscemi!

jueves, septiembre 02, 2004

Garfield



Hay que ver de todo.
Esa es la excusa de los más puristas que se empeñan en rechazar estas nuevas películas.
Vale, ya sabía que no iba a ser un peliculón, no lo pretendía tampoco.
Es simplemente lo que yo llamo una película de entretenimiento.
Y como película de distracción no funciona nada mal.

Como amante de las tiras de Jim Davis y de la serie de televisión no se ha notado mucha aberración con la adaptación al cine.
Cierto es que rechina bastante que los demás animales no estén animados como lo está el protagonista, pero podemos comprender a cuanto habría ascendido la factura de haber optado por esa opción.

Jon no es físicamente exactamente como nos lo habían dibujado hasta ahora, pero en cuanto al carácter y sobre todo, a esa inseguridad fatal y patética que tiene con/hacia/para las mujeres, lo borda al completo.



No me convence nada ese perro extraño que ha secuestrado la personalidad de Odie.
A mi no me engañan, ese pseudo perro salchicha no es el Odie amarillento, de cuello, oreja y lengua largas que se pasaba las horas muertas babeando a diestro y siniestro.



Y Garfield, pues sí, es el mismo.
Pusieron su empeño y sus frutos han obtenido.
Tiene esa holgazanería, su andar gatuno, la mirada intrigante y pícara al mismo tiempo, sus poses… Está muy bien logrado y a los amantes del pequeño gato anaranjado no defraudará, pero eso sí, no me cansaré de recomendar a capa y espada que se prescinda del asqueroso siempre y esta vez con más razón doblaje español.
Carlos Latre es grimoso siempre, pero interpretando a Garfield lo es mil veces más si cabe.
Bill Murray, en cambio, ES Garfield.



Una propuesta que envío a los directores y productores y entendiendo que llega un poco tarde es que se olviden de formar una trama, ya sabéis, la típica estructura Presentación-Nudo-Desenlace.
Hubiera quedado mucho mejor como una consecución de gags cómicos… No olvidemos que están adaptando unas tiras de 5 viñetas donde la historia relega su importancia al chiste o la travesura del gato.
Hubiera resultado mucho mejor si toda la película hubiera seguido la pulsión de la primera mitad del film.

Concluyendo, que divierte, entretiene y resulta melancólica al recordar aquellas tardes viendo Garfield y ese doblaje suramericano tan suyo…
¡¡Ooooodie, perro tonto!!

Festival de Cine de San Sebastián (17-25 Sept)

¡Ya queda menos!
Ha pasado ya un año desde la rabia que sentí al darme cuenta de que los dichosos exámenes de septiembre no me iban a dejar visitar aquella edición.
Pues este año no me lo voy a perder.
Desgraciadamente, no voy a poder estar en la ceremonia de apertura, ni podré ver la premiere de la nueva de mi amado Woody Allen, pero al menos el día 21, según me libre de la única asignatura que me quedó este curso, pillaré el tren a Donosti y en 7 horas me tendréis dispuesta a meterme en vena todo el cine que haga falta. Además, me servirán de merecidas vacaciones con mi chico (de las de julio, ni me acuerdo), que por cierto, este año será parte del jurado de la juventud.
Serán solo 5 días, pero por cabezonería, este año yo no falto.
Además, tengo ganas de encontrarme con colegas que sé que no fallarán.

En cuanto a la programación creo que aún no se sabe nada, pero estas son algunas de las películas que se proyectarán:


HORIZONTES LATINOS

LA VIDA POR PERÓN, Sergio Bellotti, Argentina. (INAUGURACIÓN – Estreno mundial)
EL ATRACO, Paolo Agazzi. Bolivia-España.
BUENOS AIRES 100 KM., Pablo José Meza, Argentina-Francia.
CRÓNICAS, Sebastián Cordero. Ecuador-México-España.
MALA LECHE, León Errázuriz. Chile.
NO SOS VOS, SOY YO, Juan Taratuto. Argentina-España.
OTRA VUELTA, Santiago Palavecino. Argentina.
O OUTRO LADO DA RUA. Marcos Bernstein. Brasil-Francia.
PARAPALOS. Ana Poliak. Argentina-Bélgica.
PUEBLO CHICO, Fernan Rudnik. Argentina


ZABALTEGUI

LOOKING FOR FIDEL, Oliver Stone. EE.UU.
CERCA DE TI. Patricia Ferreira, Pere Joan Ventura, Chus Gutiérrez, Javier Corcuera, Javier Fesser. España
THE FEVER, Carlo Gabriel Nero. EE.UU – GB
Int.: Vanessa Redgrave, Angelina Jolie, Joely Richardson, Michael Moore.
NIETOS (IDENTIDAD Y MEMORIA). Benjamín Ávila. Argentina.
PERSEGUIDOS. Eterio Ortega. España.
REJAS EN LA MEMORIA. Manuel Palacios. España
BEAUTIFUL BOXER, Ekachai Uekrongtham. Tailandia. Int.: Asanee Suwan, Sorapong Chatree.
COMME UNE IMAGE, Agnès Jaoui. Francia. Int.: Marilou Berry, Agnès Jaoui, Jean-Pierre Bacri.
DARWIN´S NIGHTMARE. Hubert Sauper. Austria-Francia-Bélgica. (Documental)
LA DEMOISELLE D’HONNEUR, Claude Chabrol. Francia-Alemania. Int.: Benoît Magimel, Laura Smet, Aurore Clément.
DIARIOS DE MOTOCICLETA, Walter Salles. EE.UU.-Francia-Argentina-Gran Bretaña. Int.: Gael García Bernal, Rodrigo de la Serna.
SHI MIAN MAI FU (HOUSE OF FLYING DAGGERS), Zhang Yimou. China. Int.: Takeshi Kaneshiro, Andy Lau, Zhang Ziyi, Song Dandan.
MARÍA, LLENA ERES DE GRACIA / MARIA FULL OF GRACE, Joshua Marston. EE.UU.-Colombia. Int.: Catalina Sandino Moreno, Yenny Paola Vega, Guilied López.
MOOLAADÉ, Ousmane Sembene, Senegal-Francia. Int.: Fatoumata Coulibaly, Maïmouna Hélène Diarra.
NOTRE MUSIQUE, Jean-Luc Godard. Francia-Suiza. Int.: Sarah Adler, Nade Dieu, Rony Kramer.
SALVADOR ALLENDE. Patricio Guzmán. Francia-España-Bélgica-Alemania-México
SUPER SIZE ME. Morgan Spurlock. EE.UU.
VERA DRAKE, Mike Leigh. Francia-Gran Bretaña. Int.: Imelda Staunton, Phil Davis, Peter Wight.
WHISKY. Juan Pablo Rebella & Pablo Stoll. Uruguay-España. Int.: Andrés Pazos, Mirella Pascual, Jorge Bolan.

Retrospectiva INCORRECTOS

THE WAR ZONE (La zona oscura)
L’ÂGE D’OR (La edad de oro), Luis Buñuel, (Francia,1930)
ARREBATO, Iván Zulueta, (España,1980)
LA CÉRÉMONIE (La ceremonia), Claude Chabrol, (Francia-Alemania,1995)
CRASH, David Cronenberg, (Canada-EE.UU,1996)
DICK, Jo Menell, (Gran Bretaña,1989)
DON’T DRINK THE WATER (TV), Woody Allen, (EE.UU.,1994)
DUCK SOUP (Sopa de ganso), Leo McCarey, (EE.UU.,1933)
C’EST ARRIVÉ PRÈS DE CHEZ VOUS (Ocurrió cerca de su casa), Rémy Belvaux, André Bonzel, Benoît Poelvoorde,(Bélgica,1992)
LA GRANDE BOUFFE (La gran comilona), Marco Ferreri, (Francia-Italia,1973)
HAPPINESS , Todd Solondz, (EE.UU,1998)
HUNDSTAGE/DOG DAYS, Ulrich Seidl, (Austria,2001)
I’M NO ANGEL (No soy ningún ángel), Wesley Ruggles, (EE.UU.,1933)
IDIOTERNE (Los idiotas), Lars von Trier, (Dinamarca,1998)
IVÁN Z., Andrés Duque, (España,2004)
MARGARITA Y EL LOBO, Cecilia Bartolomé, (España,1969)
MEET THE FEEBLES (El delirante mundo de los Feebles), Peter Jackson, (Nueva Zelanda,1989)
MONTY PYTHON’S LIFE OF BRIAN (La vida de Brian), Terry Jones, (Gran Bretaña,1979)
MÖTE MED ONDSKAN (MEETING EVIL) (Encuentro con el mal), Reza Parsa, (Suecia,2002)
NATIONALE 7 (Nacional 7), Jean-Pierre Sinapi, (Francia,2000)
PEPI, LUCI, BOM Y OTRAS CHICAS DEL MONTÓN, Pedro Almodóvar, (España,1980)
PINK FLAMINGOS, John Waters, (EE.UU.,1972)
PRICK UP YOUR EARS (Ábrete de orejas), Stephen Frears, (Gran Bretaña,1987)
ROGER & ME, Michael Moore, (EE.UU.,1989)
SALÒ O LE 120 GIORNATE DI SODOMA (Saló o los 120 días de Sodoma), Pier Paolo Pasolini, (Italia-Francia,1975)
SID AND NANCY (Sid y Nancy), Alex Cox, (Gran Bretaña,1986)
SIMÓN DEL DESIERTO, Luis Buñuel, (México,1965)
SOUTH PARK: BIGGER, LONGER AND UNCUT (South Park: más grande, más largo y sin cortes), Trey Parker, (EE.UU.,1999)
EL SUEÑO DE LA MAESTRA, Luis García Berlanga, (España,2002)
THEIR FIRST MISTAKE (Su última equivocación), George Marshall, (EE.UU.,1932)
TRAINSPOTTING, Danny Boyle, (Gran Bretaña,1996)
UNE ROBE D’ÉTÉ, François Ozon, (Francia,1996)
THE WAR ZONE (La zona oscura), Tim Roth, (Italia-Gran Bretaña,1999)
W. R.- MISTERIJE ORGANIZMA (Wilhelm Reich, los misterios del organismo), Dusan Makavejev,(Yugoslavia-Alemania,1971)
ZÉRO DE CONDUITE, Jean Vigo, (Francia,1933)

Retrospectiva ANTHONY MANN y WOODY ALLEN

http://www.sansebastianfestival.com/



miércoles, septiembre 01, 2004

Rouge


A grandes rasgos, se puede decir, para evitar los largos argumentos, que se trata de una película triangular, esto es, con tres vértices cardinales: Valentine (interpretada por la eterna belleza de Iréne Jacob), el juez jubilado (estupendo papel de Jean-Louis Trintignant) y el recién licenciado juez, vecino a la vez de Valentine.
Los dos vértices más cercanos (si eso fuera posible en un triángulo), son el de Valentine, modelo de profesión, y el juez. Ambas historias son unidas por un elemento externo; un perro.
Él solo es capaz de trazar una línea recta pero tortuosa que acorta las distancias y afianza la confianza entre dos personas tan diferentes.
A bote pronto, Valentine y el juez no parecen congeniar, no son esas personas destinadas a soportarse, siquiera a entenderse, pero según se deja atrás las horas y la confianza descubre misterios ocultos entre ellos, se acaban dando cuenta de la complicidad que ellos mismos han engendrado.
Valentine se asusta, no es posible que haya alguien que me entienda tan bien y que resulte del mismo modo tan transparente.
Diálogos para el recuerdo (con deslumbrante destello de luz incluido).


El otro vértice, el juez novato se entrelaza en primer lugar con el juez retirado. Los paralelismos que hay entre ellos son numerosos, hay algunos que no hace falta ni nombrar como por ejemplo la anécdota del libro abierto por cierta página pero podemos observar también como se le gasta la batería al coche del joven y minutos más tarde, el anciano hace alusión a ello “hay que sacar al Mercedes de paseo si no queremos quedarnos sin batería”, o el ejemplo de la pluma, la pluma que se le gasta al juez y la pluma que le regala la novia al joven.
Y hacia el final de la película nos llega casi de un modo desapercibido el enlace taaaaaaan esperado entre el juez novato y Valentine, que, intuimos, empezarán a vivir una vida común juntos.

Es por cierto otra película detallista. Son tantos las pinceladas magistrales de Kieslowski que llenaría la página de capturas.
Lo que está claro es que, al igual que Azul, está rodada bajo la sombra de los más ardientes rojos, aspecto que le da a la película una apariencia especial. Sencillamente mágica.


Y bueno, ya que hemos llegado al final de la trilogía, hay dos cosas que no se me podían olvidar comentar.
Una de ellas es que en las tres se habla del Amor. Pero amor puro, casto, inocente. No se puede hablar de amor sexual. Hay quien se atreve a decir que es el amor el eje principal de todas ellas. No estoy muy de acuerdo, cada una tiene su significado, y esta el suyo propio: la fraternidad (por el lema de la república francesa). Fraternidad entre Valentine y el viejete, eterna complicidad.


Y en segundo lugar, la viejecita reciclando vidrio.


¿Cómo termina la película, y al mismo tiempo, cómo termina la trilogía?
Con un final muy alentador. El barco en el que tanto Valentine como el joven juez –cada uno por separado pues aún no se conocen-, viajaban, tiene un accidente. Entre los rescatados se encuentran:


Julie (J. Binoche), de Azúl


Su ‘amante’, de Azúl



Karol, de Blanco


Dominque (lo cual nos dice que la pareja se reencontró finalmente al lograr ella la libertad), de Blanco


Y Valentine y el joven, motivo por el que se conocen y excusa que aprovecha Kieslowski para terminar el film con la imagen más bella: ese perfil asustadizo de Jacob sobre un fondo rojo simulando sus fotos de estudio.