busca entre mis delirios
viernes, noviembre 12, 2004
Las cinco del viernes (III)
1. Tus cinco palabras predilectas.
Es una cuestión ‘rara’ en el sentido de que no prefiero una palabra a otra.
Si estamos hablando en base a lo que suponen para nosotros entonces serían; amistad, honor, felicidad, dependencia, libertad.
2. Tus cinco canciones para enamorar.
Evanescence – My inmortal
Joy Division – Love will tears us apart
Muse – Can’t take my eyes off you
Fugees – Killing me softly
U2 – With or without you
Y podría hacer una lista enorme de canciones que me han enamorado porque precisamente por medio de la música, de preciosas canciones como estas y como muchas más que se quedan en el tintero fue como mi niño me conquistó, casi sin que me diera cuenta, sin ser yo consciente me dejó prendida de un hilo del que hoy ni siquiera quiero soltarme.
3. Tus cinco trabajos soñados.
Arqueóloga (un capricho de la juventud. Me encantaba la historia, muchísimo, leía todo lo que caía en mis manos, y supongo que por culpa de Spielberg, pensé que una buena idea sería meterme a aventurera)
Psicóloga (una profesión frustrada, siempre pensé que yo estaba hecha para ese mundo, pero decidí que bastante mal estoy yo ya de la cabeza como para tratar de curar a los demás)
Política (de nuevo, otra aspiración más en la vida. Ahora digo que cuando termine Periodismo me meteré a hacer aunque sea una licenciatura… no creo que me quede con las ganas)
Periodista (movida por grandes y valiosos ideales llegué a una facultad en la que me demostraron muy a la fuerza que eso era mierda pura. Desengañada renuncié a mi propósito de lavar la profesión desde dentro…)
Profesora (… y seguramente lo que acabe haciendo es dedicarme a dar clases en la facultad de alguna asignatura que disfrute de verdad. No creo que yo esté hecha para el mundo de la redacción, no soy lo suficientemente maleable como para dejarme hacer)
4. Tus cinco acciones para evadirte.
Pasear, la más importante y por extensión, la que más practico. Cuando estoy liada con exámenes me pongo las deportivas y me largo a dar un paseo, sola o acompañada, la ocasión decide.
Una charla en un café, preferiblemente acompañada, y si es de Él, mejor que mejor. Una hora, dos, las que hagan falta, hablando de lo primero que se nos venga a la cabeza. Es la mejor manera que he encontrado de sentirme a gusto.
Cine, por supuesto. En casa, la mayoría de las veces por causas económicas, o en cualquiera de los cines de versión original que hay por Madrid. El cine es mi válvula de escape y además reconozco que me enriquece culturalmente de sobremanera.
El gimnasio. Una de las mejores manera de eliminar toxinas, la rabia, los nervios, las inquietudes, el malestar… todo se queda en la toalla con que te secas el sudor, en la máquina de abductores, en la mancuernas de diez quilos. Sales nueva.
Sexo.
5. Tus cinco objetos preferidos.
La caja en la que guardo todos los pequeños recuerdos que tienen que ver con mi chico. Desde las cartas que me ha escrito, los comics y dibujos que me hace, recuerdos de viajes, de hoteles, pequeñas tonterías pero entrañables al fin y al cabo.
Mi peluche de Sullyvan, que me lo llevo de vacaciones, allá donde voy me acompaña con cariño, siempre con esa sonrisa de satisfacción. El tío se conoce Italia, Catalunya, Euskadi… Se ha convertido desde hace años en otro de la familia. ¡¡Hasta mantenemos conversaciones con él!!
Mi cámara de fotos, indispensable. No me desharé de ella hasta que no se casque del todo y Canon me diga que han dejado de fabricar repuestos para ella. Estoy super orgullosa de ella y no concibo viaje sin ella de mi hombro.
Mi colección de Dvds, (de todos muy satisfecha) que crece, crece y crece y empiezo a sentir que dentro de poco me echarán de casa…
El libro de “El cine según Hitchcock” escrito por Truffaut. Madre mía, lo que me enseñó aquel librito…
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