4 dias

Hace ya varios días, incluso me atrevería a decir semanas, que comenzó la cuenta a atrás hacia la resolución de la jornada electoral en los Estados Unidos.
Hay mucha gente hoy en día que se sigue preguntando a sí misma por qué se le está dando tanta importancia a nivel de opinión general y tan excesiva cobertura informativa por parte de los medios y cadenas, y esta gente no debe haberse enterado, supongo, que en este statu-quo que estamos viviendo, a comienzos del siglo XXI, quien parte verdaderamente el bacalao en el Globo son ellos precisamente, los Estados Unidos de América.
Sí señores, Europa cuenta poco, es más bien el peón de asalto que pisa los pies al grandullón americano.
Ya no hablamos del American way of life, ni de lo que nos llega de ellos, ni tampoco de su potencial económico… estas semanas toca hablar de política.
Y hay que tener mucho cuidado siempre que se saque a colación este tema y es que cuando no se sabe algo, es mejor callar.

Hace ya varios meses que Kerry no me daba buena pinta, es más, le temía. Quizá por aquello de que ‘más vale malo conocido que bueno por conocer’, pero no acababa de tragarle.
No obstante me he estado informando, bebiendo de otras fuentes muy distintas a las panfletarias y propagandísticas del señor Michael Moore, y han confirmado mis sospechas.
El tal Kerry no es un angelito.
Y ahora tengo más miedo.

Parece ser que el señor ha prometido aumentar el contingente militar internacional, endurecer su política de ‘defensa’, apretar las tuercas del modus operandi del “flojo de Bush”, y citando sus palabras, ya no sólo acabar con el terrorismo interanacional, sino matarlos a todos.

Qué escalofrió de pensar que habría sido del mundo con Kerry en lugar de Kennedy durante la crisis de los misiles durante la Guerra fría.
Asi que eso que se oye por España de que hay que echar a Bush porque nos metió en la guerra habría que pensárselo.

Y eso si, jugar sucio juegan ambos… pero eso es otra historia, estamos hablando de una campaña electoral y ya se sabe que en este caso, aceptamos todo. Son las reglas del juego, sencillamente.

En fin, que mucho me temo que sea cual sea el resultado del próximo martes, no quedaré satisfecha… Eso sí, yo me uno a la opción “Eminem” que ha cantado a sus fans en post de una noble causa; el NO voto a Bush, y yo añadiría, y tampoco a Kerry… Nada de votos útiles esta vez, por favor

Le petit soldat, 1963

Otra buena muestra de que Godard tuvo un arranque magistraln (discutible será su posterior decaimiento hasta el límite de rebozarse en lo más pedante que puede sacar de sí mismo).
No llega a la maestría y la cuasi perfección de Al final de la escapada o Vivir su vida, pero recuerda los inicios del autor como tal y los detalles que le hicieron característicos.
La verdad es que reconforta ver películas de tanto agrado visual y temático, que te cautivan y que a pesar de las largas secuencias en las que nada importante se puede sacar en claro, no logran despertar tu aburrimiento.
Jamás se me habría ocurrido parar a la mitad ninguna de sus primeras películas; no puedo decir lo mismo sin embargo de aquella llamada Nueva Ola.

De nuevo, vuelven a coincidir Godard y la deslumbrante Anna Karina con la que de nuevo, vuelve a llenar largos planos de puro laissez faire y voyeurismo fotográfico.

Por cierto, genial monólogo cerca del final, precipitado a más no poder.

Es extraño, hoy todo el mundo detesta a los Franceses.

Yo me siento muy orgulloso de ser francés.

Pero también estoy en contra del nacionalismo;

uno defiende ideas, no territorios.

Amo Francia porque amo las películas de Bellay...y de Luis Aragón.

Amo Alemania porque amo Beethoven.

No amo Barcelona a causa de España...

pero amo España porque una ciudad como Barcelona existe.

Empieza el frío...

... y con él, mi primer constipado!!
Todos los inviernos la misma canción.
Según empieza a cambiar el tiempo, mi garganta se resiente y me la juega bien sucio.
El año pasado fui enlazando constipado con constipado hasta lograr tirarme todo el invierno con el kleenex en la mano.
El caso es que ya han empezado las clases y puesto que hemos sido los últimos de todo el Campus en comenzar, a los profesores les han entrado las prisas.
Con mucha marcha y mucho miedo nos estamos adentrando en el peliagudo mundo de la Universidad.
Perdonen por tanto, mi periodo de hibernación, pero resulta que cualquier pequeño cambio en mi vida, me cuesta unas semanas de adaptación. Veremos cuando nos cambien la hora...
Por cierto, sigo yendo al gimnasio!!!

Jersey Girl, 2004

¿Por qué la vi, película protagonizada principalmente por Ben Affleck y con un pseudo cameo de JLO, yo que poseo algo de criterio?
Pues la respuesta se puede encontrar en el nombre del director, Kevin Smith, también conocido como Bob el Silencioso.
Es el gran director del cine freaky por excelencia.
Suyas son peliculones como Persiguiendo a Amy, Jay y Bob el Silencioso contraatacan, peliculillas normales tales como Dogma, Mallrats, y otras más mediocres que buenas, que entretenidas, que pasables como su opera prima, Clerks, a la cual debería darle pronto una segunda oportunidad y esta de la que tratamos hoy, Jersey Girl, o la chica del jersey.

Kevin Smith abandona esta vez el mundo del cómic, sempiterno elemento de unión de personajes, conflictos e historias, para meterse de refilón en la vida de un publicista de grupos de música rebelde y viva la virgen que cae cuando casi había alcanzado la cúspide y al mismo tiempo pierde a una mujer y gana a una hija. Todo esto en los primeros 20 minutos.
Y lo que viene después es una amalgama de comedia familiar, con algunos toques de romanticismo, muy difusos eso sí, en los que el mayor encanto recae por supuesto en la grandísima Liv Tyler.

Y digo desde ya que odio profundamente a Ben Affleck, me parece el actor menos expresivo y más soso de los que se pueden ver tan a menudo en la gran pantalla, pero es que debe ser que Kevin Smith tiene una gran y sólida amistad con el actor, porque sale en prácticamente todas las películas. Impresionante.

El final de la película es algo así como una mezcla entre Family Man y la mayor previsiblidad que te puedas imaginar.
Happy End y todos contentos.

Vamos, que, concluyendo, en esta película no reconozco por ninguna parte a Kevin… ¿dónde te has metido, dude?

12 de octubre

Hoy me hubiera gustado estar en Barcelona.
Pues menuda novedad, ¿no?

Pues sí, la verdad es que no es que sea algo raro viniendo de mi, pero es que hoy, precisamente hoy, me hubiera gustado unirme a la masa de personas que se han estado manifestando como hace ya varios años en contra de esta fecha tan arcaica; el día de la Hispanidad.

Odio por regla general todas las festividades patrióticas y fervientes del orgullo nacional, con sus desfiles, con la cabra y la legión más orgullosos de sí mismos que en el día de su Primera Comunión, pero este año ya se me ha atragantado del todo.
No lo puedo soportar.

Y menos aún cuando hay algún cantamañanas de las ondas hercianas que exageran hasta la exasperación el significado de este día ordinario: no sólo se descubrió América, sino que se convirtió España en la primera ciudad de aquel nuevo continente.
Y hay quien todavía se lo cree y se le hincha la vena de la frente mientras los vellos se le ponen como escarpias.
¡¡¡España es lo más grande!!!

No obstante, felicidades a todas las Pilares y sus derivativos que me lean ;)

Una refelexión...

Hoy estoy algo racional.
Me he tirado toda la tarde de debate moral con mi chico, dándole la tabarra como sólo yo sé hacer, tocando todos esos temas que a mi juicio suponen grandes injusticias, grandes desajustes en la balanza de la democracia, restricciones inadmisibles en la supuesta libertad en que vivimos.
Pero ahora llego a casa y me doy cuenta de lo rápido que avanza la modernidad.
Dejando de lado la velocidad con la que las últimas generaciones (esto es, mi hermana de 12 añitos) están creciendo y madurando, recuerdo como hace 5 años lo cool era tener internet, tu cuenta de hotmail y un servicio de mesanjería para chatear con tus colegas.
Hace 3, participar en algún foro, o tener vuestra propia página web.
Hace año y medio, un blog, o un bitácora, un diario de a bordo en el que contar tus aventuras y desventuras, tanto de un modo serio y constante, como desvergonzado e irónico. Los hay para todos los gustos.
Pero ahora, hoy en día, lo que se lleva es tener un fotolog, o lo que es lo mismo, un diario a través de fotos, de miradas captadas en fotogramas.
Y se da el caso de gente que empezó escribiendo de un modo constante en un blog/bitácora y cuando tenía un grupo de adeptos, de fan incondicionales que le apreciaban, le siguieron a una nueva forma de comunicarse; abandonó el blog escrito y se pasó a lo icónico.
No sólo se trata de mostrarte a la comunidad cibernética como de verdad eres, de mostrar una cara con que relacionar todos los textos anteriormente escritos, facilitar ese conocimiento, el acercamiento a la persona.
Eso es secundario. Dando un paseo te encuentras con fotologs alucinantes.
Gente que con sus cámaras y mucha creatividad logran grandes proezas artísticas, porque sí, admitámoslo, hemos creado un nuevo concepto de difusión del arte contemporáneo.

Los hay que dedican su monográfico solo y exclusivamente a fotos relacionadas con el metro. Espectacular.
http://www.fotolog.net/metro/

Otros, prefieren recibir de otros usuarios todo tipo de fotos, siempre y cuando cumplan un requisito; que sean en blanco y negro y que eviten los retratos.
http://www.fotolog.net/black_n_white/

Más bonito todavía.... un diario dedicado a fotos de nubes... hay que verlo
http://www.fotolog.net/_clouds_/

Otros, más simples, por decirlo de alguna manera, se dedican a fotografiar los detalles de su vida que más les molan. Vale una simple mano sobre el estampado de una falda...
http://www.fotolog.net/gominolas/

Y como no, no me podía olvidar de mi compañera de risas cibernéticas y también de ciudad, la genuína e hilarante Nete. Con ella, en la época del blog escrito nos hemos meado más de de uno leyendo sus excentricidades y ahora, con su cámara y sus montajes nos enamoramos sin pudor de su mirada.
http://www.fotolog.net/netefever/

Algo mágico debe haber en este inframundo de la fotografía digital, algo muy bonito, que acerca a las personas, que te hace descubrir que el mundo es un pañuelo... al fin y al cabo es bonito poner cara a las letras que lees todos los días con más o menos ilusión, es bonito saber que hay esa transparencia, a pesar de todo.

Vacas, 1991

¡¡¡¡Por fin he visto Vacas!!!!

Qué maravilla de película, qué lenguaje, qué fotografía, qué genial, qué fantástico el Carmelo Gómez, esa auténtica Emma Suárez!
¡¡¡Viva Julio Medem!!!
Me ha encantado de verdad.
Ahora, a falta de ver Tierra, cosa que no se demorará mucho, me es muy difícil colocar Vacas en una posición determinada.
Tengo muy claro que mi película favorita de todas las que he visto de Julio, es Los Amantes del círculo polar. Fue la primera que vi de él y me marcó. No sé si llegará el día en que este gran director se desprenda de alguna otra obra que la mejore, pero hasta el momento, está en lo más alto del podium.
Y tras ella se encuentran muy arremolinadas todo el resto, sin un orden ni concierto, peleándose por una mejor posición.
La Pelota Vasca, me llegó muy adentro, ya lo sufrieon algunos hace unos cuantos meses.
Esa película/documental será siempre el símbolo de la valentía de mi director español favorito. Lucía y el sexo me maravilló por completo. Fue la primero que vi bajo la sombra de los amantes y aunque no llegó a su altura me dejó completamente enamorada.
La ardilla roja, esa película que me dejó alucinada. Digamos que es la más rara de las que he visto de él y eso me desconcertó. No iba preparada para eso y el resultado se resintió.
De todos modos, lo mires por donde lo mires, la idea es genialísima y la película en conjunto es una maravilla, aunque, eso sí, no a la altura del resto arriba nombradas.

Y ahora está Vacas, que no sé qué hacer con ella. Esta cinta parece conjugar todos los pequeños detalles personales que tiene dispersos por todas sus películas, conviertiéndola en una de las más características de su carrera. La más Medem, sí señor.

Hoy empieza una nueva era

Creí que no iba a volver el momento.
Hace tres años dejé con mucha lástima un sitio al que solía ir a diario, dos o tres horas cada día, casi todos los días de la semana.
Mi cuerpo lo notó, se sintió reconfortado, nuevo, con un soplo de oxígeno vital que me hacía notarme más fuerte, con más ánimo.
La vagueza pudo conmigo y poco a poco aquella época la fui dejando de lado.
Mis músculos y huesos se resintieron con el cambio. Adormecidos y agarrotados me han acompañado hasta ahora.
Pero todo eso se acabó.

Curso nuevo, vida nueva.
Me he vuelto a apuntar a un Gimnasio.
Pero esta vez a lo grande.
Es un centro de estos tipicamente USA con su peluquería, salón de estética, UVA, cafetería, masajes, musculación, fitness, piscinas, jacuzzis, saunas, baños de vapor, actividades en grupo y un largo y asombroso etcétera de actividades que desconocía por completo.
Pagada la cuota y firmado un contrato por un año que me obligue a ir quiera o no, y acompañada por mi chico, me he dispuesto esta mañana a comenzar a amortizar el pago.
Más de media hora de natación y un cuarto de hora de jacuzzi para tonificar los musculitos.

Buff, ahora mismo estoy flotando en una nube.
Tras casi tres años sin hacer nada de ejercicio he de suponer que mañana no me podré mover pero aún mantengo la esperanza de que al mes que viene haya recuperado parte de los musculitos que tenía repartidos por todo mi cuerpo.
Mis piernas, mis pechos, los gluteos, las abdominales, mis biceps y las piernas volverán a ser lo que fueron.
Gracias Holmes Place!!!

Wonderland, 1999

Pues yo he de decir que vista Wonderland, la tengo que situar por encima de 24 hours, irremediablemente.
El caso es que me he llevado un minúsculo chasco a creer que iba a ver una Obra Maestra y al encontrarme con una buena película pero que no llega a tal calificación.
Es fantástica, no tengo por qué mentir.
Me ha gustado mucho, sobre todo eso que decís muchos, que es una película muy real, casi un episodio del día a día ordinario de unos personajes elegidos al azar.
No hay nada de extraordinario en ellos, nada que no nos haya podido/pueda/podría pasar a nosotros. Personajes normales, reales como la vida misma, ni muy guapos ni muy feos, ni con mucho ni poco dinero, sin familias extravagantes, pero cargados de personalidad.
Como película constituye un retrato muy lindo de cinco formas de afrontar la vida, con sus anécodtas y sus peculiaridades.

El score, de maravilla, aunque en este caso he de reconocer que me llegó mucho más la banda sonora de 24 hours party people.
Nyman ha hecho un gran trabajo, no sé si se podría haber hecho mejor de habérselo encargado a otro, pero lo que está claro es que consigue muy bien esa atmósfera de lo cotidiano.
Por cierto, ¿alguien sabe si esta película se rodó también con luz natural? Hay contraluces hermosísimos, y si así fuera, justificaría la fuerza que tiene la fotografía aportando esa realidad a la película.

Conclusión, un gran aplauso a Winterbottom y muchas ganas de ver Nine Songs de una santa vez!!!!

Las cinco del viernes.

1')¿Tienes alguna prenda fetiche?

La verdad es que el fetichismo no es lo mío. Lo mio son otras desviaciones sexuales, jajajaja.

2')¿Guardas 'recuerdos' de tus exs?

No, para nada. Pero ni prendas interiores ni cualqueir otra cosa. De hecho tiendo a quemar, tirar, devolver, olvidar cualquiera de las cosas que me haya unido a las ex-parejas. No puedo soportar relacionar un libro, una foto, una prenda con alguien a quien seguramente quise muchísimo y que por circunstancias de la vida perdí.

3')¿Alguna vez has usado ropa interior comestible? Cuenta!

Ropa comestible, no... no conscientemente, vaya.
No tengo recuerdo de ello, pero no me cierro a ello. Puede llegar a ser divertido...

4')¿Qué color prefieres?

El negro, en parte porque es el color que también prefiere mi pareja y eso ya es razón suficiente para que me encuentre más atractiva o sexy con ella.
No obstante también tengo de otros colores.

5')¿Vistes "interiormente" a tu pareja?

Sí. Empezó casi como una broma pero al final resulta que no se compra calzoncillos si no voy yo con él y elijo el estampado que más me gusta.
Es un sol...

The Village, 2004

Es una película ridícula con un final estúpido.

Decepcionante y aburrida al cien por cien.
Puede, cabe la posibilidad remota y lejana, de que me esté equivocando en mi juicio, que quizá me esperaba otra cosa y al encontrarme con semejante bodriazo, todo se me ha venido abajo.
No lo sé, sinceramente, pero de lo que estoy segurísima es que esta película deja mucho que desear, y aún me planteo si de verdad merece la pena que alguien pague por verla.

No engancha, no entretiene, ni acojona y raramente logra mantener la intriga.

Para una persona atenta y un poco avispada, la trama se resuelve a la media hora de película. Ya sabes como va a terminar, sabes qué pasará, si muere alguien o no muere… no vayas esperando ningún tipo de giro de guión a lo del Sexto Sentido porque no sucederá.
Más bien te encontrarás en pleno debate interior diciéndote a ti misma “¿¿¿No me digas??? Guau, no me lo podía ni imaginar”.
Este tío va de capa caída.

EL Sexto sentido, maravillosa.
El Protegido, genial.
Señales, pff.
El bosque, el pueblo o como cojones se llame, pedorreta y con cachondeo. Sí, con cachondeo, porque es que encima, al final de la película el Shyamalan de las narices se permite una coña, que encima es alargada en el tiempo y hace aún más insufrible la espera de los ansiados créditos finales.

Ya digo, previsible, porque sabes perfectamente qué va a pasar.
Sosa, porque no tiene nada en que destacar especialmente. Incluso la música, en la que había puesto grandes esperanzas es totalmente efectista y exagerada. Las subidas de tono y volumen en la música para tratar de alimentar de intriga a las escenas no sirven de mucho porque ni la imagen ni la historia acompañan.
Aburrida, porque el ritmo no es bien llevado. La primera hora es muchas veces cargante y sobre todo, una vez que has terminado la película, te sorprendes más y más de cómo pudieron alargarlo tanto para tan poca chicha.
Olvidable, porque excepto la chica, ninguna de las interpretaciones pasarán a ser recordadas por su calidad.

En consecuencia, el bluff del año.