busca entre mis delirios

lunes, diciembre 05, 2005

Injurias y calumnias

Cinco y media de la tarde. Una cola de al menos cincuenta personas esperando a entrar al pase de las seis. Se acerca a mi taquilla una señora mayor, de unos sesenta años, con el monedero en la mano y cara de perdida.

- Oye bonita, que creo que antes cuando te he comprado la entrada me has dado mal el cambio.

Yo, en proceso rápido de búsqueda en la caché de mi memoria de aquella individua y de sus circunstancias de compra. Ajá! Encontrado. Venía con tres amigas más. Me pagó con 50 euros. De eso hace ya más de cuarenta minutos.

- Pues verá, no puede ser, porque me acabo de cuadrar caja hace diez minutos y no sobra nada.
- Uy! Pues mire, mire, sólo tengo monedas… me falta un billete de veinte.
- Señora, le estoy diciendo que aquí no se ha quedado. Igual se le ha caído o se lo ha metido en algún bolsillo…
- ¡Quiero hablar con su jefe ahora mismo!

Y la cola aumenta.
Y la gente empieza a disfrutar del espectáculo que estaba por comenzar.
Y baja el buenazo de Miguel.

- A ver señora, la chica no puede hacer nada. El dinero no está en su caja, asi que nosotros no podemos ayudarla. De todos modos, tendría que haber comprobado el cambio cuando compró las entradas, no ahora!

Mientras Miguel trata inutilmente de convencerla de que no tiene derecho ninguno a secuestrar mi taquilla e impedir que toda esa gente que estaba esperando para comprar pueda hacerlo con normalidad, yo me volvía a cuadrar caja, comprobando de nuevo si todo estaba bien o me sobraban los veinte euros que la señora reclamaba para ella. Pero no, todo cuadrado.

- Pues mire señorita, yo ahí veo muchos billetes de veinte… si me dice su jefe que en su caja no está, [a gritos]¡¡¡es que tiene que estar en su bolsillo!!!
- Oiga, oiga, oiga… ¡¿qué me está diciendo?! No, perdone, ¿me está insinuando algo?
- Pues claro… [a gritos] ¡¡¡¡que es usted una ladrona!!!! ¡¡¡Una ladrona!!! ¡¡¡Me ha robado veinte euros!!! Así si que se gana bien el dinero, eh niña… así sí…

La gente se apelotonaba para ver el show más de cerca y con más ambiente.
Y yo, mientras, me hacía más y más pequeña al otro lado del cristal. Estaba permitiendo que una vieja me calumniara sin derecho delante de mi encargado, de mis compañeros de trabajo y sobre todo, de los clientes que más tarde harían bromitas o incluso dudarían de mi profesionalidad, y lo estaba permitiendo sólo porque soy gilipollas. Porque le podía haber dicho otra cosa que la caché de mi memoria había recuperado: que cuando les devolví el cambio y en medio de todo el jaleo que montaron sus amiguitas con lo de “yo te pago la mía… toma, aquí van la mia y la de julia…” una de ellas -y recuerdo su cara- cogió el cambio que dejé en el mostrador. Osea que los veinte euros que ella creía que yo guardaba en mi bolsillo en realidad estaban inconscientemente en el de alguna de sus amigas. Alguna de las tres que también contribuían a mi vapuleo público. Y es que por no dejarla mal a ella delante de sus amigas y por no acusar en falso de algo que no podía probar, callé. Y por callarme sufrí lo que no soporto, que alguien me acuse sin pruebas. Porque yo me equivoco, pero no robo. Y da la casualidad de que además de no suelo equivocarme en eso, ayer tenía pruebas de mi inocencia.
Pero da igual, la injuria fue mi cena, y el postre… el postre fueron las ganas que me entraron de quedarme agusto. Porque aunque no lo parezca, detrás de una profesional, hay una persona. A veces nos toman por máquinas. Pero que se olviden el buenas tardes o el gracias es lo de menos. Lo malo es cuando, tratando de conseguir algo que han perdido por su cuenta, te meten el dedo hasta el fondo en el botón de devolver cambio. Y duele, duele bastante si aprietan fuerte.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder, q mal trago. Yo q tú, hubiese dicho lo de q la pasta quizás lo tenía otra. De todas formas, siempre serás mi taquillera favorita. ;-)

Un besote

Griada dijo...

Es que la gente a veces es más borrica... se deben creer que por atenderle trabajas para ellos y cobras el el suelo que te dan ellos.
No dejes nunca que una persona así te haga sentir mal. Ignorarla creo que era la mejor opción... ¿para qué seguirle el rollo? Seguramente se aburria ya de sus amigas y no se le ocurrió otra cosa mejor que hacer...

Anónimo dijo...

Jajaja dioss segun lo leia me estaba imaginando el superpollo que te monto la vieja..Es lo que tiene cuando estas de cara al publico..
Yo estoy con kesher una buena demanda y ya veras como aprende a mirar el cambio y a manjerar los euros...

Por cierto tengo curiosidad¿que peli fueron a ver? CHICKEN LITTLE tal vez??
jajaja

Señor Toldo dijo...

Creo que los cristales de la taquilla no son antibalas por un motivo... y es para poder disparar desde dentro.

Anónimo dijo...

ayyyy como me estoy acordando de mi epoca en las taquillas.... con esta gente hay q lidiar, pero no dejar q te afecte.
q te viene un gilipollas diciendo q "vaya butacas q me has dado" pues las q había nene. pa chula YO! por lo menos tu responsable dio la cara por ti y no le chupó el culo a la cliente, q es lo q suele pasar en estos casos.

la raza humana apesta... alguien lo niega después de cosas como esta?

BEXETS!!

delirante dijo...

muchas gracias por vuestros comentarios!!!!
gracias por escribir!!!

besos para todos y todas!