busca entre mis delirios

jueves, febrero 15, 2007

Vértigo

Quien trajera de entre los muertos.más.vivos que coexisten entre nosotros a Sartre un ratito, para sentarle a mi lado, invitarle a un café y rogarle para que me tutoralice y me guíe en este post, que más que escrito filosófico, es una reducción de la complejidad de la(s) vida(s) -en plural y en singular a un mismo tiempo-, un delirio en Sol Menor, una ida y venida de letras fluyendo por inercia.
Hay quien piensa que la vida es dificil. Hay quien culpa a las triquiñuelas de la suerte_destino de las bondades_maldades que acaba uno sufriendo en su propia persona. Hay quien ve en la vida la mayor fuente de desesperación y angustia, por creerla escaparse de tus manos, de tu poder. Por venir ésta predeterminada de fábrica, o, peor aún, decidida de antemano por alguien supremo, invisible, y todopoderoso. Más que agobio y frustración, hay en cambio quien siente una especie de mareo interno, recorriéndote en vertical desde las terminaciones nerviosas del cerebelo hasta la uña del dedo meñique de tu pie izquierdo. El mismo vértigo que se siente cuando llegas a un alto de una montaña y bajas la mirada hacia lo que llevas por debajo. Al camino que te trajo hasta ese punto, a los pueblos por los que pasaste, a la gente con que te cruzaste, a los bichos que fuiste dejando atrás. La exhuberancia de sentirnos en la cima de nuestra vida: nuestra, pues somos nosotros quienes, responsablemente, la creamos, la construimos y la damos forma. La hacemos vivir, al fin y al cabo. Existimos para vivir, y no vivimos para existir. La acción y el no quietismo es la clave para una vida plena, esa con la que todos soñamos en algún punto de nuestra existencia, la que anhelamos inconscientemente.
No hay que tener miedo de nada. El ser humano vive viviendo, permutando_evolucionando_abandonando_encontrando_innovando_mejorando. Los cambios aparecen quizá porque en el fondo una los busca de hecho. Las personas se acercan porque tú también te acercas a ellas. El trabajo te asfixia porque sigues yendo cada día. El examen lo suspendiste porque no estudiaste lo suficiente. Todo sigue, todo cambia.
Preguntarse cómo será lo que te encontrarás más arriba en esta montaña por la que asciendes no deja de tener un ápice de misterio, quizá un poco de amargura por la incertidumbre (esa manía del hombre de creer poder saberlo todo y querer hacerlo en todo momento), pero mantiene el encanto de vivir, la sorpresa del mañana, pues jamás lo sabrás hasta que no lo hayas vivido, hasta que lo alcances, lo asimiles y forme ya un poco parte de tu pasado reciente.
El vértigo sólo será evitable mientras no mires abajo. Si te empeñas en seguir haciéndolo, simplemente piensa que jamás te caerás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta :)

Simplemente me encanta

(K)

Azul_oscuro dijo...

mmm...eche de menos en esta sucesión lógicas_ensayo de ideas el hecho de que a veces el vértigo se produce porque hay miedo a las cosas_factores que pueden llegar inesperadamente y fuera del alcance de tu voluntad...
Luego, releyendo, llegué a la conclusión de que ... probablemente no importe demasiado si solo vas hacia arriba, dandole patadas o saltando_te los posibles obstáculos..
siento que una nueva montaña se te presenta de frente y sonries al ver todos los senderos abiertos ante ti...
que suerte Laurita...ay, ay...que bendición aquel burrito dichoso...jo jo jo
besos...en diagonal, vertical_directos a emprender esos senderos.
con ganas..muchas.mas