busca entre mis delirios

jueves, marzo 31, 2005

Garden State, 2004

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¿Y qué me decís del debut de Zach Braff como director –conocido hasta ahora por ser un actor bastante mediocre que nos tiene acostumbrado con apariciones en películas de segunda, telefilms y series como Scrubs- en esta pequeña delicia que es Garden State?
Esta peli, que lleva pululando por el mundo desde principios del año pasado y se suponía que a España llegaba el pasado 4 de febrero, nos llega a nuestras pantallas este próximo 1 de abril, fecha en la que, los que no han podido disfrutarla todavía, deberán correr a su sala más cercana y aprovechar la ocasión –que con estas películas ‘diferentes’ no se sabe cuanto durará en cartel-. Es sin ningún atisbo de duda, para muchos, el estreno del mes.
El caso es que Garden State es una pequeña maravilla.
Da gusto ver operas prima como esta, revitalizan los ánimos y alimentan las esperanzas de aquellos que estamos confiando en estas nuevas generaciones emergentes dentro del cine.
No sólo las grandes vacas sagradas que ya van por los sesenta años de edad son capaces de darnos buenas películas, y aunque haya muchos que no estén de acuerdo conmigo en este aspecto, hoy por hoy, en el panorama del cine contemporáneo, tenemos a muchos directores (más de cinco, más de diez) que apenas rozando los 30 están pariendo pequeñas joyas. Hay que confiar en estos nuevos jóvenes que intentan abrirse paso en nuestras carteleras pero si encima lo hacen con películas como esta de la que hablo, la fé que has depositado en ellos se afianza a pasos agigantados.
Este el caso de Garden State, que muy lejos de resultar blanda e insustancial, nos cuenta una historia que nos lleva a lo más alto. Con tintes cómicos y dramáticos al mismo tiempo, nos conduce a un mundo paralelo, a un regreso al pasado de un chico de mediana edad que observa con sus propios ojos como su insustancial vida depresiva y anodina puede dar un giro radical en un momento de su vida en que todos los remordimientos pasan delante de sus ojos. Es un ser normal, una persona como cualquiera de nosotros, que tiene pequeñas lacras pasadas, que le han estado atormentado durante toda su existencia pero, de pronto, se da cuenta de que ha estado equivocado todo el tiempo, que tiene que enfrentarse a ellas y vencerlas de una vez por todas. En un retorno a su pasado infantil, al pueblo en que se crió, se reencontrará con sus antiguos colegas, amigos íntimos y demás bichos raros, pero lo más importante, encontrará a la chica que le abrirá los ojos. Esta chica, Natalie Portman (por cierto, dan ganas de comérsela de lo rica que está, de lo bien que llena la pantalla, sin duda, una de sus mejores interpretaciones) se convertirá en su peculiar hada madrina, el pepito grillo de Andrew.
Id a verla, no os arrepentiréis. Además de ser exquisita a nivel argumental tiene aspectos visuales que la hacen especial. Esos nuevos atrevimientos de los más valientes que ayudan a contribuir en la sorpresa del espectador.

2 comentarios:

PennyLane dijo...

me la apunto, igual voy a verla esta noche.

pd: no vayas a ver Team America.... :S:S:S


BEXETS!!

PennyLane dijo...

al final la vi :D:D y me gustó bastante.
una pega, el final creo que es demasiado blando.
hubiera sido mejor un final en plan lost in translation quizá??

por cierto, el personaje de natalie portman es siempre el mismo "bicho raro" en todas las películas???

BEXETS!