busca entre mis delirios

miércoles, marzo 23, 2005

B/N

Creo que ya he divagado antes de cara a este peculiar blog acerca de lo muchísimo que inquieta, que me cabrea, que saca de mí el lado más histérico, esa manía persecutoria de la gente en general y de según qué colectivos en concreto de empaquetar los sentimientos, sensaciones, pensamientos, ideas, ideologías, creencias, opiniones (y toda esa retahíla de sustantivos abstractos que no pueden ser vistos con ningún tipo de objetividad, de los que no tenemos una experiencia sensorial clara y directa). Se las apañan para reducir a estereotipos previamente creados y formulados por alguien que seguramente no tendrá idea alguna de qué va el asunto, un sin fin de opciones, lo más rico del ser humano a la mierda por las dichosas etiquetas reduccionistas.
Hablo por ejemplo de aquellos que se obstinan en centrar el debate político (sea cual sea su epicentro) en derecha o izquierda. Si no eres de unos, eres de los otros. Entre medias y a los extremos, por supuesto no hay absolutamente nada. No seas tan osada como para salirte del molde y plantear una tercera (y cuarta, y quinta, y sexta, etc.…) opción por favor, que luego te llaman reaccionaria, o terrorista (!).
Ahora que se acercan las elecciones vascas toda la información que nos pueda llegar, dejando a un lado la obvia y evidente contaminación, el ruido informativo que sufrimos al respecto, y todos los pormenores que por ser vascas las elecciones, conlleva esta etapa, está filtrada por dos canales; el nacionalismo y el no nacionalismo. De nuevo se saltan esa otra opción, la tuya propia, la que opinas tú, individuo que, desde fuera, permanece observando con calma todo un panorama rico en colores y formas. ¿Tan incompatible es decir que Batasuna o sus grupos derivados, si es que son derivados del partido en cuestión, deben participar en las elecciones con total libertad pero que efectivamente deberían condenar la violencia de ETA? Parece que sí, cualquier argumento que aportes que no esté de acuerdo con alguna de las dos opiniones reinantes y mayoritarias (en este caso, se reduce a una la opción, así no existe el problema de la dualidad, mire usted que bien), será tachado de inmediato de incongruente, estúpido e ignorante.
Pero es que no sólo en la política se da esta injusticia. Hablemos de la condición sexual de cada uno. ¿Por qué me tiene que decir a mi nadie, sea psicólogo o sea lo que sea a lo que dedique su vida y su tiempo, que yo soy o no soy de una cierta tendencia? ¿Acaso él vive y siente por mí y aún no me he dado cuenta? ¿Ha avanzado tanto la medicina que ya se es capaz de mostrar en forma de gráfico conceptual los sentimientos de una persona? Yo parece que sigo subida en el guindo, no debo avanzar al mismo ritmo que las mentes cerradas que pretenden hacerme comulgar con sus retrógradas opciones. Ellos dicen, no hay punto medio. Yo digo, no sólo es que pienso que sí que lo hay, sino que lo estoy experimentando en mi propio cuerpo. Es cómo si mañana me viniera alguien y me intentara convencer de que en realidad no estoy enamoradísima de mi chico. Por favor… un poquito de seriedad, que estamos hablando de cosas que van a marcar a una generación. Los estamos educando en torno a unos valores que merecen una reflexión pormenorizada, eso por lo menos. Lo que tampoco pretendo yo es eliminar de un escobazo todos los prejuicios que venimos arrastrando con el tiempo, pero desde luego, lo que yo como persona coherente, educada, madura y responsable no voy a permitir es que intenten hacerme cambiar de opinión, que me fuercen a ello o que me discriminen de modo violento y brusco por mi forma de pensar. Yo tengo una idea, y voy a luchar por ella delante de quien haga falta. Que para eso tengo mis argumentos.

2 comentarios:

PennyLane dijo...

el problema de todo es q el sistema está configurado de manera q no enseña a los individuos a pensar por sí mismos, sino a tener la opinión generalizada (q por algo será, q piensa así todo el mundo).
En cuanto a los nacionalismos "separatistas", los partidos han hecho un trabajo admirable identificando nacionalismo con terrorismo, y los paletos nacionalistas españoles te sueltan la típica coletilla de "si ceden en algo, tendrán q ceder en todo" o "no se puede ceder ante los terroristas" "el nacionalismo español no existe"... y se quedan tan agusto.
en cuanto a las tendencias sexuales, la cosa creo q va más allá del pensamiento único. la educación católica nos influye mucho más de lo q creemos, y tenemos las convenciones sociales (el tener una pareja estable del sexo opuesto, la monogamia y la fidelidad) en las relaciones, como unica posibilidad aceptable.

todo da mucho asco. q se pare el mundo q yo qiero bajarme. no qiero vivir con gente q no sepa pensar más allá de lo q la sociedad le induce a pensar.
nos cambiamos de planeta??

BEXETS!

delirante dijo...

desde luego que si!!!

yo me bajo en la próxima.

mil besos