busca entre mis delirios

martes, marzo 20, 2007

Flotando


Como el capitán de un barco a la deriva en un mar de oleaje intenso, que mantiene firme y seguro su rumbo, como enajenado por un viento salino y nocturno, sin dejarse robar la sonrisa, sin apartarse un momento del timón, sin desprenderse de la calma interna. Que ni siquiera se ha dado cuenta de que su radar desfalleció en medio de la tormenta. Que ni siquiera los planos que ya no tiene porque salieron volando por cubierta le pueden ayudar a saber dónde está. Que apaga con disimulo la radio que le chilla impertinencias que no quiere escuchar, advertencias que le dan lo mismo, consejos que prefiere ignorar. Que la hoja de ruta es ahora salvamanteles en la mesita de noche. Que no le importa ni le interesa de dónde viene, a dónde va, cómo llegó allí, cuándo empezó y cuánto durará su viaje o hasta donde le llevará su travesía. Mira esta mañana caer el sol de poniente entre las rendijas cristalinas de su escotilla y siente la tormenta ajena, lejana, atrás, pasada.continua. E intenta con tesón verse reflejado en los intensos azules que lo impregnan todo de proa a popa. Busca matices, encontrándolos, para elaborar su propia paleta de tonalidades. Se sonríe diciéndose en conversación interna lo mucho que le gusta navegar. Y no ve en el cielo más que el astro supremo brillar anunciando la mediatarde. Y las nubes son para él simples montones de polvo que alguien se olvidó de limpiar. Y las iras de la climatología que anuncian, simples rumores, chismes infundados. Y los grises que vienen por detrás pisando a los azules.celestes, manchurrones de un pintor descuidado...

3 comentarios:

Azul_oscuro dijo...

"No se como decirte que el mar no está triste para los dos...no se como decirte que el sol ha salido en mi vida otra vez..."
Sigue navegando asi, sin miedo a tempestades, cambios de rumbo inesperados_noqueridos. Que apuesto a que el azul del cielo estará siempre dandote luz...
Besos_salados preciosa

Maine dijo...

Mi barco mi tesoro, mi Dios mi voluntad... No hay nada como navegar sin rumbo, con todo el viento de cara, después de haber tirado al mar la brújula en mitad de la tormenta y haber colgado a los fantasmas del palo mayor... Buena travesía, un beso.

delirante dijo...

Qué suerte la del navegante marinero éste -que bien podría ser pirata tambien- que observa los mares y los cielos juntándose y tiñéndose unos a otros de sus azules intercambiados...
Qué suerte tiene que le cantan canciones oportunas, que le dan besitos salados que le alimentan. Que le recitan poesías aprendidas en su juventud que se completan en su mente, que le encorajinan a seguir a lo suyo: navegando sin rumbo y olvidándose de direcciones y de aquello de norte_sur_este_oeste.

Gracias por vuestras palabritas, chicas.
Y besos... ronroneantes a ambas!