busca entre mis delirios
martes, marzo 28, 2006
The L Word, 2006
Terminó el domingo pasado, último episodio (el número 12 dentro de esta tercera temporada) emitido en Estados Unidos. Y, vaya, qué final y qué principio expuesto para la cuarta!! Esta siguiente temporada, firmada hace poco y que se empezó a rodar hace pocos meses, aún tardará bastante en llegar a pantallas estadounidenses –no pensemos ya a las nuestras propias-.
De cualquier manera, la tercera temporada tenía entre sus fines dejar un sabor de boca contundente que despertara los sentidos, todos ellos, y causara especial revuelo. De un modo u otro se puede decir que el impacto con que pegó hacia mitad de temporada ha sido, en algunas ocasiones, demasiado fuerte y con esto nos explicamos por fin por qué acabamos hoy con un sabor de boca quizá demasiado violento, quizá demasiado agrio, pero de cualquier modo, con esa pequeña grieta a la esperanza, suave y dulce, de todos lo que pensamos que al final, como todo en esta vida, acaba siendo reversible de una manera u otra. Termina mal, termina con casi todos los personajes agobiados o frustrados por problemas personales que no se ven resueltos. Termina con ganancias y pérdidas. Con muchos cambios y mucha evolución. Ya nadie es igual que era en aquel primer episodio de enero del 2004 por donde desfilaban personajes endebeles y algo desdibujados en circunstancias poco concretas y problemas algo banales. Ni siquiera como los que planteaba la segunda temporada –que empezaría allá por febrero del año pasado- donde todas buscaban su hueco en el espacio, encontrándose unas a otras y volviendo a empezar desde el principio. En esta tercera –y de momento, última, temporada- y desde enero de este año, hemos visto crecer, madurar y morir demasiadas cosas. Muchas sensaciones y sentimientos por minuto, muchos giros inesperados. Demasiado movimiento. Y eso abruma, eso marea y en ocasiones llega a producir vértigo. Por eso, ante pérdida de estabilidad, lo mejor es parar. Parar para volver a empezar. Y ahí está la clave.
The L Word está más viva que nunca. Y ahí sigue latiendo, creándose a sí misma. Sólo que tendremos que esperar un poco más para ver por donde sorprende esta vez.
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2 comentarios:
Bueno, opinaré con más conocimiento de causa cuando haya visto los últimos capítulos pero, si hay algo indudable, es que ha sido una temporada muuy turbulenta. Tan turbulenta que llega a agotar. Los momentos tranquilos y de felicidad son cada vez más escasos y los personajes alcanzan puntos críticos en sus carreras, relaciones, en sus vidas.
Espero que la 4ª nos recompense con un poquito de la calma perdida y una recombinación interesante de las historias :)
Muchos besos proveedora!
No sé por donde saldrá la nueva temporada, pero desde luego hay ganas... xDD
Espero que gusten los pocos episodios que te quedan por ver ;)
Un beso!
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