busca entre mis delirios

martes, marzo 21, 2006

La comodidad del gato

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¿Os habéis fijado alguna vez en lo fácil que es para un gato sentirse cómodo en cualquier lugar, situación y casi compañía? Pues lo que es mejor aún es que tienen esa asombrosa capacidad para transmitir y contagiar ese estado de paz y de calma que aportan sus latidos arrítimicos de corazón sobre tu cuerpo y al mismo tiempo, relajarte y dormirte en un ténue y ligero ronroneo.
Yo lo estoy experimentando estos días. Mi gatita de pronto, y después de un año compartiendo ella y yo techo y suelo, me ha tomado cariño. Les pasa a todos, personas y animales. Tardan un tiempo en comprenderme y quererme en consecuencia; lo bueno es que siempre acaba mereciendo la pena.
Se mete en mi cuarto, se tumba en mi cama, se queda dormida tan feliz hecha una bola de pelo blanco en la que no se distingue cabeza ni extremidades. A veces, cuando estoy sola, cuando ella se aburre de simplemente estar, acude a mis piernas, me quita las zapatillas, juega con mis calcetines y acaba subiéndose a mis piernas, mientras escribo o trabajo delante del ordenador. Y sin pedir nada a cambio empieza a darme calor y a hacerme sentir tan valiosamente querida por unos instantes.
Los gatos son el placebo de la felicidad. Estoy convencida.


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2 comentarios:

Griada dijo...

¿Y no quieres otro que le haga compañia a tu minina?
Yo te regalo uno encantada

Anónimo dijo...

Qué mooona Luna!! xD (yo la llamaré así), cuidado no se te pegue el comportamiento felino (bueno, aunque según se mire no está tan mal...)

Muchos besoss!