Me encanta que pierdas autoestima. Me encanta que lo hagas de ese modo un tanto juguetón y melódico, casi como si se tratara de una broma, aunque en ese instante yo sepa que de verdad duele por dentro. Disfruto oyéndote y leyéndote decir barbaridades sobre ti misma que seguro que ni tú misma te crees. Y me gustan tanto esas situaciones porque es entonces, aprovechando tu vulnerabilidad y la oportunidad brindada, cuando puedo por fin meterme un poco en tu mundo y decirte todas esas cosas bonitas que sabes que tienes. Todo eso que te forma como persona, que te hace encantadora, única e irrepetible, y que de algún modo elevan tu estima (la interior y la exterior, la tuya propia y la del mundo del que te rodeas). Por un momento y justo cuando empiezas a soltar improperios acerca de tu propia persona, la burbujita de la que te cuidas de no salir a menudo empieza a perder algo de aire por un costado y, sabiamente, introduzco tímidamente mi vocecilla para llegarte de verdad. Quieres atención continuada y quizá sea porque de verdad la necesitas. Piensa que en esta vida, después de todo, lo que debe contar para ti eres tú misma. Cuídate un poco. Satisfácete todo lo que puedas. Pide. Grita si hace falta. Pero deja que te lo den. Tú pides 28 letras para que alguien te diga que te quiere de verdad… espera, que sólo quien de verdad merezca la pena (y eso déjalo en manos del tiempo) te dará esas 28 letras, y mil más. No se conformará con las ocho convencionales y gastadas de siempre. Te dará todas las que quieras, las que pidas y más. Déjate sorprender por la vida, que en cada rinconcito guarda algo maravilloso para ti. ¿Y a qué viene tanta seguridad? Porque lo mereces. Sólo se trata de que no empañes esos ojos brillantes con lágrimas de dolor, pena, rabia, tristeza o frustración; déjalos limpios y abiertos; déjate sorprender; déjate ver.
Y si lo haces sonriendo ya sería la hostia…
2 comentarios:
Gracias.
No sabes lo bien que sienta saber que hay gente que siempre tiene las 28.000 letras necesarias para hacerme sentir mejor.
Da gusto leerte.
A veces pienso que tengo que decir "goodbye" a todo, pero alguien me recuerda lo maravillosa que puede ser la vida, lo maravilloso que es el ser humano.
A veces los sentimientos hacen estragos, pero resulta que tu alrededor empieza a mostrarse de otra manera, con nuevas posibilidades. Quizás se pierdan otras, pero somos quiénes decimos ser en cada momento.
Además, dicen que cada 7 años todas las células de nuestro cuerpo se regeneran, qué genialidad!
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