Ya estoy de vuelta.
Hace menos de cuatro días me despedía de vosotros y ahora vuelvo a estar delante de esta pantalla de ordenador con la bolsa de viaje a medio deshacer encima de mi cama y con muchísimas ganas de volverme a ir. No allí especialmente; irme, en abstracto.
El viaje ha sido una maravilla: una resurrección necesaria y justo a tiempo que me cargara las alcalinas para esta nueva etapa que se abre en mi vida. Limpié las entrañas polvorientas y grasientas que quedaron después del último uso de esta Delirante personilla, y logré dejar la máquina puesta a punto para lo que tenga que venir. Por ejemplo, un nuevo cuatrimestre por delante con bastantes más asignaturas, con más nervios y más calor. Con la primavera apremiando, con las alergias que seguro aparecerán, con las ganas de pillar playa. Nuevos meses con nuevas historias y nueva gente en ellas. Caras cercanas, caras lejanas, acortando distancias, tendiendo la mano.
Vitoria, por contaros algo de interés, es una pequeña joyita, pequeña en el sentido literal de la palabra. Apenas hace falta más de una tarde para poder quedar satisfecha con la ciudad, asi que se conforma como la ciudad ideal para la escapada de un sábado, por ejemplo. No es Bilbao, no es Donostia. Es simplemente Vitoria con sus cosas buenas y sus malas... pero tampoco es para tanto, todo hay que decirlo. Aquello de la 'ciudad ideal', se le hace un poco grande a mi gusto.
Logroño, en cambio, es todo un placer para los sentidos, para todos los sentidos. Es aire fresco, es cambio, es tranquilidad, es moderna, pero medieval, es encantadora pero chic, es paz y calma, es risa, es descojone, es calor y frio. Es una gozada. Una ciudad no muy grande (por desgracia colonizada también por las obras públicas) que sienta muy bien al viajero.
Asi que volví deprisa, no por ganas, sino porque la inercia del movimiento me llevaba consigo. Viajamos corto y deprisa. Llegamos rápido a Madrid. Un pronóstico adelantado de lo que me queda por delante. Esta misma tarde, volver a trabajar.
6 comentarios:
No me lo puedo creer. Hablando de Logroño y sin sacar a colación el vino!!!
Hay que volver para desentrañar los misterios de las alarmas antiaéreas. Lo que sea, pero volver.
Sí, se me olvidó hacer referencia a la sección de pequeños sucesos paranormales de la capital riojana: si algún alma caritativa nos puede sacar de dudas diciéndonos por qué razón y a cuento de qué suena esa sirena atronadora y acongojante cual alarma de toque de queda en plena guerra civil a las 12 del mediodía frente a la delegación del gobierno, le estaré eternamente agradecida!
me alegro de q haya ido tan bien!! espero q hayas recargado pilas porque la vida real es agotadora!!
BEXETS!!
Hoola!!! Pues nada, ahora a la vida cotidiana de nuevo, pasando página y abriendo la mente a lo que está por llegar :) Muchos besos!!
será agotadora, penny... pero como dice marta "lo que está por llegar" pinta de maravilla ;)
jejeje, esa sirena es la antigua llamada a rezar el angelus. hace años la quitaron pero la gente protesto y la volvieron a poner. lo de la sirenita es muy fuerte...
Publicar un comentario