busca entre mis delirios

lunes, marzo 02, 2009

perder el norte en granada



a veces los viajes no resultan como los esperabas cuando los planeabas y sin embargo, te sorprenden, te maravillan y te dejan totalmente satisfecha.
mi fin de semana empezó el jueves. algo atípico y peculiar, como por otra parte no podía ser de otra manera en mí. comenzó mi viaje con un encuentro largamente esperado, una cena entretenida entre palillos y vino blanco, una larga interesante conversación ininterrumpida, grandes confesiones, altas dosis de sorpresa, un paseo tropezando con nuestras eses, besos aquí y allá y cincuenta minutos en la puerta de un hostal. las escasas cinco horas a bordo de un coche familiar se recrearon en los recuerdos de la noche anterior y en la imaginación de los tres días siguientes que estaban por llegar. ya en granada, la ciudad más mágica y enamorable de muchas de las que conozco, me recibió entre destellos de luz, bellos paisajes y calor inigualable. queda confirmado que soy una guía excelente. ni mapas, ni brújulas, ni sentido de la orientación fueron necesarios para que me moviera entre sus calles como si hubiera vivido allí toda mi vida. he tenido más de todo lo que podía imaginar: un concierto como ningún otro hasta ahora visto, las cuerdas de Scherbatsky -la nueva adquisición en la familia- rasgadas con mis dedos, un bolso atascado y la maña improvisada contra la pared, tus ojos tristes que hablan con los míos en una conversación confidente y relajada, LA canción, cantada a capella únicamente por un puñado de espectadores y yo entre ellos con el solo acompañamiento de su guitarra recién estrenada, la emoción que despierta a las mariposillas dentro, los varios, potentes e interminables abrazos de mi amiga la que me me canta promesas de un futuro mejor sanándome entre sus brazos por dentro un presente que escuece a ratitos, descubrir con ello el lado más achuchable de esa pequeña gran persona a la que tanto aprecio, sentirme con ella útil, especial, querida, arropada, consuelos al oído en voz baja y aún enlazadas entre nuestros brazos, un kebab de proporciones magnas, una vuelta al hostal en compañía sin igual, la noche sobre mis hombros y un teléfono que no arranca a sonar, escurrirme por entre los chinos del albaycin, la incontinencia de mi cámara de fotos, aquel felino feliz, gatito contento, los graffitis que desde las paredes nos dictaban grandes verdades, estar en familia y sentirlo tal cual, una comida en un boulevard francés entre silbiditos coquetos, vino tinto y altas dosis de un Proust enamorado, siestas por fin conseguidas que descansan mi cuerpo y mi alma por escasos y revitalizantes minutos, pasear sola entre sus calles mientras toda mi compañía dormía en alguna parte de la ciudad, y así sentirme tan bien, tan libre y tan serena, la cura de mis males, el té más rico que he probado nunca, un crépe elegante y delicioso endulzando mi sangre un poquito más, mensajes etílicos que llegan a mi móvil en cascada y chorreando consiguiendo despertar en mí sonoras y estupefactas carcajadas, un paseo a media noche en la mejor de las compañías posibles, cuatro monjas en delirante conversación con nosotras, pensarte, soñarte, imaginarte, llamadas truncadas entre lágrimas, otras despuntando sonrisas que llenan de vida, conversaciones que me asisten y me proponen, las dos B. más grandes e importantes en mi vida contenidas en una misma ciudad, derrochando lo mejor de ellas y compartiéndolo conmigo como tantas veces he pensado que no merecía.
puede que olvide mencionar lo no tan maravilloso, puede que parezca este un retrato que de idílico resulta increíble... pero el caso es que, en estos cuatro días, he vivido los momentos más condensadamente felices de los que recuerdo últimamente y así, por justicia a la felicidad que tanto me ha costado alcanzar, opto por dejar a un lado lo un poco más malo, porque es la única manera de seguir hacia delante, manteniendo la sonrisa en honor de lo que hemos ganado y no recreándonos en lo que hemos perdido.

2 comentarios:

Beatrize Poulain dijo...

Uhm... después del cachondeito que os marcasteis el Ru y tú con mi crepe de queso y chocolate, ahora resulta que te moló... vaya tela eh?


¿El siguiente paso será que os hagais un grupo en el facebook para haceros fan de mis proyectos de platos salados con chocolate?...

delirante dijo...

pues... que no se entere Ru... pero... creo que voy a probar tu tortilla de nocilla............