busca entre mis delirios

martes, abril 17, 2007

Ser total

En cierta ocasión mis delirios hablaban de mi amor por la imperfección. Comentábamos juntos (tú, ellos, nosotros) lo acertado de aquellos que aseguran que la clave de lo realmente genial está en aceptar y disfrutar la antesala de la perfección sin esperar que haya nada más_mejor después. Aquel delirio aseverado se reafirma hoy en mis convicciones. Sigue existiendo en mis nervios una especial manía hacia las personas que persiguen la perfección como si realmente existiera, que se estresan en el proceso de búsqueda y consecución, que se agobian al no conseguirlo y que al final se castigan, fustigan y culpan por incapaces. O hacia aquellas que te miran como esperando que jamás vayas a cometer una humanidad que te despoje del disfraz que ellos mismos te colgaron. A mi me encantan las personas imperfectas, cada una a su manera. Es la única manera que encontré de distinguir mi vida real de mi vida onírica_inconsciente. Realidad o sueño: su frontera, en la imperfección. Y yo, que vivo siendo la imperfeccción reificada, actúo en consecuencia. Nunca afronto nada de esta vida mía pretendiendo alcanzar ese orgasmo de orgullos y egos que es la perfección. Simplemente trato de hacerlo bien, lo mejor que me sea posible, imperfectamente perfecta, que no es poco. Y aunque suena a justificación de esas que una tiene preparada momentos antes de que se destape que la ha cagado, prometo que es sólo un delirio más para la colección. Las conversaciones me inspiran a pensar en cómo estoy siendo. Se me descubren los entresijos de mi ser cuando interacciono con un centro separado, con una tercera persona. Y he aquí mi último hallazgo; mi aspiración es la de ser total. No hacer las cosas perfectas, sino totalmente. Por eso cuando hago mi trabajo, lo hago del todo. O cuando quiero, quiero con todo mi ser. O cuando me enfado, me enfado completamente. O cuando decido que me voy, no vuelvo a aparecer. Y por eso cuando los que no entienden esto me atacan con su perfeccionismo diciéndome que eso 'no está bien', o que 'podría estar mejor', me vuelvo sorda totalmente, esquivando el ruido de sus egos hostiles y deleitándome con el silencio interno. Y sigo adelante, disfrutando totalmente de todo, porque es el mejor modo que nadie me ha enseñado de llegar a la casi.felicidad.

3 comentarios:

Beatrize Poulain dijo...

Anda, y voy yo ayer y te pregunto que si estas entre 2 cursos porque te quedan asignaturas, que totalmente oportuna leñe xD

Oye, a ver si me mandas el enlace de la web esa...

Azul_oscuro dijo...

Pues...creo que la genialidad de la gente está precisamente en su propia imperfección...si...no puedo estar mas contigo en esto.En realidad es mas complejo de lo que parece...mmm, quizás debería también algún dia escribir sobre esto...
Si te vale, a mi me encantas asi.Total, intensa y perfecta en tu imperfección. Guay!je

Anónimo dijo...

oleeeeee!
y mil veces ole!