busca entre mis delirios

miércoles, abril 11, 2007

Amor.Odio

Porque no es verdad que ya no me guste, aunque a veces tenga que dar la razón a los que apuntan que la nuestra es la típica relación de "ni contigo ni sin tí". No es cierto que ya no disfrute de todo aquello que durante tanto tiempo me ha encantado de ella. Tampoco que lo que me dio en un pasado no tan remoto sea sólo simples recuerdos. Que quedan a ella pegados un montón de momentos que me definen, personas que he conocido, encuentros, historias que han hecho de mí un poco lo que estoy siendo ahora. No es que me haya cansado del todo y la esté cambiando ahora por otra_s. No es que las riñas que teníamos tan frecuentemente se hayan convertido esta vez en una pelea definitiva. Es cierto que siempre hemos tenido nuestras rencillas, pequeñas discusiones propias de una pareja de polos tan diferentes. Que peleábamos por tonterías. Que a veces no podía entender cómo era así de... suya. Que lo que nos separaba a veces parecía más de lo que nos unía. Que nuestras discrepancias en el modo de entender la sociedad, de vivir la vida y de hacer del día a día algo propio de cada una, formaban a veces una gran zanja entre nosotras, insalvable a simple vista. Pero en cambio me sigo acordando de los paseos Fuencarral abajo con Tom Waits sonando de fondo y la luz de la tarde agonizando, o las caipirinhas con que poníamos estrellitas a la noche, de los mediodías de mayo entre el sol y el cesped de los jardines de Plaza de Oriente, de la cantidad de fotos que con que la disparé aleatoriamente y casi sin mirar, de los cafés a mediatarde en la Plaza de los Cubos, de nuestra primera vez en tantos restaurantes, de los paseos con que me acompaña al cine cada fin de semana desde hace casi dos años, de las tardes improvisadas en la Filmoteca, de las mañanas de domingo en el Reina Sofía, de las escapadas a lo loco a la Sierra, de la cervecitas en el cesped de la facultad, de las búsquedas frustrantes de libros en 8ymedio, de las miles de risas compartidas, de los millones de anécdotas... Me acuerdo de lo mucho que me gusta descubrirla aún ahora que ya no me espero encontrar nada nuevo. De lo alucinante que es que me siga sorprendiendo después de todo. Pienso en lo genial que nos lo pasamos juntas. Pienso en todo y me doy cuenta... ¡cuanto quiero a mi Madrid!

6 comentarios:

Beatrize Poulain dijo...

Ah... que Madriz es una nena?O.o

delirante dijo...

sí, que se me pone celosilla a veces cuando la cambio por otras en alguno de mis viajecillos... eso sí, las reconciliaciones son lo mejor!! :)

Azul_oscuro dijo...

interés.nuevo post.sonrisita timida al principio.cambiando expresión facial.ceja levantada.¿qué me habré perdido?.algún capítulo de esta "serie" tan bonita...imposible!.buena estrategia.intenciones adivinadas y acertadas.Madriz en femenino.sonrisa pícara.suspiro de alivio.aysss...jo jo jo
pronto la cambiaré a ella por mi Sevilla, veremos que tal resulta el efecto.
besos en vertical

PennyLane dijo...

supongo que por mucho que nos guste criticar nuestra ciudad, la seguimos adorando con locura.

cuántas veces me quejo yo de barcelona.... al día... unas diez!! pero aún así, la quiero, es mi ciudad, me ha visto nacer y crecer. la he visto cambiar.

BEXETS!!

Griada dijo...

Ya estaba a punto de darme un yo_que_sé_qué...

delirante dijo...

jijiji

sí, penny, tiran las raíces.
todos esos pequeños defectos, manías, taras, incompatibilidades, peros, etc, desaparecen en el fondo cuando piensas en todo lo que esa ciudad que es tuya y no tú de ella te ha dado desde que llegaste en un primer momento...
y barcelona, barcelona me tira hasta a mí, tú ya sabes, al final acabaré siendo tu vecina!