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El título va por la famosa serie de televisión aunque bien podría poner título a mis sueños nocturnos. Acabo de terminar de ver la primera temporada, con sus altibajos, sus puntos flojos y sus momentos hilarantes, y al acabar me ha venido el impulso de escribir un pequeño comentario acerca de cómo hemos evolucionado sexualmente hablando. Además, esta es la serie por y para mujeres que más éxito ha tenido en la televisión y puesto que este blog lo frecuentan en su inmensa mayoría féminas, va por vosotras! Y de paso me desfogo un poco, que ando como Papa Oso, en época de cuasi tantra xDD
Esta primera temporada corresponde al año 1998, cuando yo apenas había cumplido los catorce y las mujeres se morían por encontrar un hombre con que casarse, comprarse la casa más grande y tener la mejor de las familias. En menor o mayor medida, todas deseaban el compromiso como la base de toda su existencia. Ahora ya no sólo intentas huir de la unión legal o religiosa, sino que encontramos nuestra libertad en la ligereza del concepto de compromiso.
Es cierto que Sex and the city no deja de ser esa serie tan nutrida de tópicos y estereotipos que casi nunca llegan a cumplirse en la vida real, pero al fin y al cabo, todos nos los creemos como cotidianos. Nada de raro hay en sus cuatro personajes femeninos. Nada extravagante en las relaciones que mantienen. Pero aún con todo noto un trecho muy amplio entre ellas y yo.
¿Un pene pequeño es un gran problema? No puedo responder a esta pregunta por falta de experiencia propia :P pero estoy segura de que hoy en día es mucho menor problema en una relación de lo que lo era entonces para Samantha. Por suerte hay muchas mujeres que no necesitan una enorme polla en un hombre para sentirse satisfecha con él en la cama.
¿Los tríos son la nueva religión? Lo dudo. Seguimos siendo demasiado egoístas en aquello de compartir lo que es nuestro y por ende nos pertenece. Y por otro lado, no deja de resultar para muchas mujeres un forma eufemistica de cometer una infidelidad. Viéndolo de un modo positivo (¡¡que estamos hablando de sexo!!) se trata de un simple juego que no debiera trascender a la relación.
¿Las mujeres fijamos nuestra meta en el matrimonio y el hijo? Respondo por mí. No. Al matrimonio no le dejo ver ese trasfondo de fiesta, la celebración junto a tus seres queridos de que tienes pareja y que ésta pretende ser estable. Puede ser divertido, pero de momento no le pongo prioridad ninguna en mi lista. Instinto maternal me sobra pero no creo que llegue a parir mi propio hijo nunca. Sí, lo sé, siempre me quedará arrejuntarme con otra mujer y dejar que ella tenga el crío. De todos modos que conste que me desdiré de todo esto en cuanto dentro de 15 años alguien a quien quiera con locura me pida un hijo :D
¿Cuántas veces al mes –o al año- se puede considerar normal? Pues depende, que diría aquel… ciñiéndonos a la juventud, que digamos es lo que más conozco de cerca, parece un poco imposible pensar en la orgía diaria. No tenemos casa propia pero sí unos padres muy hogareños, y hermanas empalagosas… Tampoco tenemos grandes camas, ni bañeras cómodas, sillones de dos plazas, y algunas vivimos en un primero y el trayecto en ascensor es demasiado corto. La espectacularidad del sexo ha alcanzado límites morbosos. La cuantía del mismo sólo logra frustar a quien piensa que lo realiza demasiado poco, lo cual por cierto suele ser muy común.
¿Las mujeres sólo nos fijamos en los tipos guapos? Lo dudo. Pienso más bien que es una excusa a la que se aferran los chicos para justificar que no tengan pareja. No desmentiré que las mujeres somos raras y tampoco que en el fondo tengamos la última palabra, pero no creo que un tío que no sea el más guapo de todos vaya a quedarse compuesto y sin novia de por vida. En mi caso diré, y los que conocen de cerca la gente con que he salido podrán confirmarlo, que no me gustan l@s 'guap@s objetivos’. Prefiero mil veces a la gente guapa subjetiva. La que me gusta a mí y que seguramente a la mayoría de la gente le parece normal, del montón. Ese es mi target, la gente especial, por un motivo u otro, pero sin saber por qué, huyo a todo gas de las personas estupendasdelamuerte que tan creído normalmente se lo tienen.
¿Amiguísimas hasta la muerte? Voy a lanzar un balón fuera, pues esto no tiene mucho que ver con el sexo. ¿O si? Ahora me pongo a pensar y veo a todas las chicas que conozco rodeadas de tíos. En mi círculo parece haberse extinguido aquella idea de las amigas para siempre. Hace mucho tiempo que perdí lo más parecido que he tenido a lo de las chicas de Sex and the city… ¿qué pasó? ¿Las mujeres hemos encontrado mejores aliados en los hombres, o es sólo cosa de Darwin y la supervivencia de la especie? Contrariada me hallo.
En resumen y así en general, ¿estamos satisfechas las mujeres con el sexo que tenemos? Espero que en la segunda y siguientes temporadas me saquen de dudas. Yo por mi parte diré que siempre he disfrutado cuando he dejado de tener miedo. En realidad es el pánico a descubrir cosas nuevas, a salirnos de patrones establecidos, a los embarazos, la tensión por conseguir que nuestra pareja logre disfrutar, también un poco de miedo al qué dirán y al qué es lo que quiero, lo que hace que nos vayamos a años luzo del gozo sexual pleno. El sexo y el compromiso creo que van distanciando sus caminos y posiblemente llegue el día en que Sex And The City sea casi una mojigatería. Hasta entonces disfrutad todo lo que podáis y tantas veces os sean posibles. De aquí a unos años os contrataré como mis divas de la nueva serie de televisión.