busca entre mis delirios
lunes, febrero 28, 2005
And the Oscar goes to...
El gran Eastwood ha arrasado, mis deseos –que no pronósticos- se han cumplido este año.
Mejor película, mejor director, mejor actriz y mejor actor secundario. 4 de los 6 grandes han sido suyos.
Y con esto, Scorsese, se convierte en el gran perdedor de la noche que se ha conformado con comerse las miguitas y llevarse los pequeños e irrisorios premios de consolación.
Y bueno, para los que no puedan vivir sin saberlo, Amenábar se ha traído el Oscar a España. Que orgullo, nuestra Patria en la alfombra roja... ains
ART DIRECTION
THE AVIATOR
Dante Ferretti (Art Direction); Francesca Lo Schiavo (Set Decoration)
ACTOR IN A SUPPORTING ROLE
Morgan Freeman
MILLION DOLLAR BABY
ANIMATED FEATURE FILM
THE INCREDIBLES
Brad Bird
MAKEUP
LEMONY SNICKET'S A SERIES OF UNFORTUNATE EVENTS
Valli O'Reilly and Bill Corso
COSTUME DESIGN
THE AVIATOR
Sandy Powell
ACTRESS IN A SUPPORTING ROLE
Cate Blanchett
THE AVIATOR
DOCUMENTARY FEATURE
BORN INTO BROTHELS
Ross Kauffman and Zana Briski
FILM EDITING
THE AVIATOR
Thelma Schoonmaker
WRITING (ADAPTED SCREENPLAY)
SIDEWAYS
Screenplay by Alexander Payne & Jim Taylor
VISUAL EFFECTS
SPIDER-MAN 2
John Dykstra, Scott Stokdyk, Anthony LaMolinara and John Frazier
SHORT FILM (LIVE ACTION)
WASP
Andrea Arnold
SHORT FILM (ANIMATED)
RYAN
Chris Landreth
CINEMATOGRAPHY
THE AVIATOR
Robert Richardson
SOUND MIXING
RAY
Scott Millan, Greg Orloff, Bob Beemer and Steve Cantamessa
SOUND EDITING
THE INCREDIBLES
Michael Silvers and Randy Thom
DOCUMENTARY SHORT SUBJECT
MIGHTY TIMES: THE CHILDREN'S MARCH
Robert Hudson and Bobby Houston
MUSIC (SCORE)
FINDING NEVERLAND
Jan A.P. Kaczmarek
MUSIC (SONG)
THE MOTORCYCLE DIARIES
"Al Otro Lado Del Río"
Music and Lyric by Jorge Drexler
ACTRESS IN A LEADING ROLE
Hilary Swank
MILLION DOLLAR BABY
FOREIGN LANGUAGE FILM
THE SEA INSIDE
Spain
Directed by Alejandro Amenábar
WRITING (ORIGINAL SCREENPLAY)
ETERNAL SUNSHINE OF THE SPOTLESS MIND
Screenplay by Charlie Kaufman; Story by Charlie Kaufman & Michel Gondry & Pierre Bismuth
ACTOR IN A LEADING ROLE
Jamie Foxx
RAY
DIRECTING
MILLION DOLLAR BABY
Clint Eastwood
BEST PICTURE
MILLION DOLLAR BABY
jueves, febrero 24, 2005
Confidencias muy íntimas, 2004
Confidencias muy íntimas está lejos de la maravilla que supuso para mi el descubrimiento de La chica del puente -película por cierto con la que empecé hace ya varios años a interesarse por el cine de autor francés- donde una impresionante con toda las letras Vanesa Paradis interpreta junto con Daniel Auteuil, una de las escenas eróticas más bien llevadas de la historia del cine. Está lejos también de Rue des plaisirs, película que, para los que no están muy acostumbrados a ver cine francés, es la idónea, pues recuerda mucho a los aspectos visuales del más comercial de Jeunet, por ejemplo. Por cierto, es la primera película que veo de Laetitia Casta y no sé cómo había dejado pasar tanto tiempo. No es que sea gran actriz entre las grandes, pero irradia un algo que impresiona el fotograma. Un bonito cuento de hadas madrinas, princesas y príncipes azules… todo muy actual y bañado de la amargura sutil de las mejores naranjas.
Confidencias muy íntimas, en cambio, está muy al nivel de El hombre del tren por ejemplo, que, sin ser una maravilla en todos los sentidos, es una muy buena muestra de por dónde van los tiros del nuevo cine francés.
El argumento, que poco importa la verdad, está perfectamente tratado.
Una mujer, que acude a la ayuda de un psicólogo, se equivoca de puerta al entrar a su consulta y acaba contándole sus problemas a un asesor financiero, que, incapaz de pararla, le ofrece su consuelo, consejo y ayuda. Una impresionante relación de complicidad nacerá entre ellos a partir de los primeros minutos de cinta.
No hay grandes intrigas, ni apenas misterio, pero durante todo el metraje se respira ese clima de inestabilidad emocional que hace temblar incluso a la cámara.
Rodada en la mayor parte de las secuencias cámara al hombro ayuda mucho a crear esa atmósfera de inquietud; se hace a sí misma casi un drama psicológico.
Las actuaciones son de diez por la parte de los dos actores principales. Sandrine Bonnaire, con la que ya había contado Leconte para Monsieur Hire (y coprotagonista junto a la Hupert en La Ceremonia de Chabrol) tiene lo que debería tener una persona que, como ella, siente miedos y temores, anhela y desea escapar y encontrar en su fuga una vida mejor.
Y por otro lado, el protagonista masculino, Fabrice Luchini nos recuerda a Rohmer, en sus Noches de luna llena, y papelitos en La rodilla de Clara y La mujer del aviador, por ejemplo. No es él lo mejor de la película, pero está bastante correcto.
Por cierto, hay críticos que la han comparado con Sideways, la última de Alexander Payne, y aunque no la he visto, no veo muy correcta una comparación entre estas dos películas porque, por lo que ´se de esta última, no se parece mucho a la de Leconte. No obstante en las críticas que he leído sale ganando, sorprendentemente, Confidencias.
Ya me contaréis vosotr@s si las veis.
martes, febrero 22, 2005
Uff…
Ya acabaron. No sabría decir si ellos acabaron conmigo o he sido yo la vencedora.
Los exámenes de febrero; tan brutales y agotantes como siempre.
Ahora, a la espera de los resultados, que temo no serán satisfactorios en todos los casos muy a mi pesar, prometo ver mucho más cine, leer muchas más maravillas literarias y seguir contándoos todo lo que queráis, tapujos sexuales aparte :D
lunes, febrero 21, 2005
Sí, pero...
Pero al mismo tiempo, más del 60% de la población decidió pasar del tema, quedarse en casa y abstenerse del voto.
¿De verdad alguien piensa que con un 42,32% de participación electoral se puede ratificar este tratado?
Tan sólo han sido 10.804.464 votos a favor, frente a los casi 22.000.000 que, o bien han votado que no, o se han abstenido.
A pesar de todo, sigue siendo una participación "considerable" y el gobierno seguirá pensando que ha sido un gran triunfo para la democracia de este país.
Y ahora es cuando Tasio y yo nos preguntamos...
sábado, febrero 19, 2005
Homofobia, heterosexismo y demás prejuicios
¿Hasta qué punto hemos avanzado en los últimos años en el tema de los estereotipos en esta sociedad de nuevo y mejor talante, sociedad que se considera a sí misma cien por cien moderna y rejuvenecida?
Desde el punto de vista de los prejuicios y de su consecuente discriminación (y no vamos a mirar solo al aspecto de la inclinación sexual, sino a todos y cada uno de los prejuicios de raza y cultura que existen dentro de cada uno de nosotros) seguimos en el fondo igual de atrasados que hace veinte años.
No es del todo cierto que aceptemos a los gitanos, los moros, los rumanos, los sudamericanos como parte integrante de nuestra cultura, como un ingrediente sin el cual España no sería España y mucho menos, como la especia que le da ese sabor y color especial. Por mucho que digamos, seguimos viendo en esas subculturas un enemigo latente, un criminal, un ladrón o incluso un traficante de drogas y agente de prostitución. Los prejuicios sobre la raza y la cultura siguen con nosotros por mucho que nos forcemos a creer que no es así. Sólo hay que mirar en la calle como se cruzan las personas de acera cuando por la suya se acerca una gitana con aspecto “sospechoso”, o como murmuran los vecinos en las reuniones trimestrales acerca de ese vecino polaco sobre el que recaen (seguramente sin razón) todos los males de la comunidad y al que no solo no se molestan, sino rehuyen a conocer personalmente.
Y con la homosexualidad pasa exactamente lo mismo.
El tema viene coleando desde hace más de catorce siglos pero las razones que lo sustentan hoy han cambiado notablemente. Aún así, en el año 2000 había aún 9 países donde la homosexualidad se castigaba con la muerte y 73 donde era ilegal.
Nuestra sociedad está retroalimentando los prejuicios de los que no se quiere deshacer.
¿Tan diferentes son las personas homosexuales como para que se les ninguné en los medios de comunicación, se silencie su presencia y menosprecie su aportación ya no sólo a la ciencia, a la medicina, al arte, sino a la vida pública en general?
Estamos creando normas de conducta de las que excluimos a los grupos minoritarios a los que tachamos de desviados. Así las lesbianas y gays no pueden beneficiarse de las ventajas legales y sociales que permite el matrimonio, -como otras tantas cuestiones-, y luego esa misma sociedad que les oprime, le acusa de no ser capaces de mantener relaciones duraderas y estables.
Porque, esa es otra, la mayor idea preconcebida que hay asociada a la homosexualidad; el hecho de la infidelidad, su incapacidad atribuida a no poder mantener una relación larga y estable con una persona. Si haces la prueba y preguntas en tu grupo de colegas heterosexuales, te dirán que están convencidos de que les es imposible por naturaleza tener relaciones estables.
¿No es menos retorcido pensar que su promiscuidad será exactamente la misma que en personas heterosexuales, que por ser homosexuales, o bisexuales, no tienen por qué acortar la duración de sus amoríos?
Y es que la clave parece estar en que desde el momento en que conocemos que una persona no es como nosotros, o como la norma nos dice que debería ser, la etiquetamos en nuestra mente como un ente diferente, como si perteneciera a otra especie muy lejana de la nuestra.
La culpa la tenemos nosotros, las personas de a pie, eso ante todo.
Culpar a los medios de comunicación y a la cultura como los agentes esenciales del rechazo no es ya solo echar balones fuera, sino no querer aceptar la realidad de la situación. Los culpables somos nosotros, y los medios tan solo afianzan y refuerzan esa culpa.
Y una vez aceptado esto, pensemos, ¿qué está mejor visto hoy en día, en pleno año 2005, las lesbianas, los gays, los bisexuales o los transexuales?
Empecemos por lo últimos. Los transexuales lo han tenido difícil siempre, desde que nacieron, pero al llegar a su madurez, la imposibilidad de vivir junto a una cultura y sociedad ya construida sobre la base de la intolerancia a lo diferente, es mucho mayor. Supongo que son los que se llevan el premio a la dificultad de formar parte de nuestra sociedad como uno más, y la razón reside en que su condición es visible desde fuera. Se les nota que son lo que son y por lo tanto, la gente lo tiene mucho más fácil a la hora de pegar la etiquetita.
Bisexuales convencidos, pues casi igual… Ya no sólo existe un rechazo desde los heterosexuales, que los ven como lo peor de un homosexual que no quiere aceptar que lo es, y por otro lado, desde dentro de la homosexualidad. Los integrantes del colectivo gay (hombres y mujeres aunados) siguen hoy por hoy pensando que los bisexuales son personas confundidas, indecisas, lujuriosos, que quieren estar al plato y a las tajadas, que no son capaces de decidir con rotundidad y determinación si se inclinan por A o por B. No hay una intención de comprender que en este mundo poco queda de la determinación blanco/negro, que lo que de verdad existe es una amplia gama de grises entre medias. Y ya no hablemos de las miles de teorías que afirman que todos somos bisexuales por naturaleza. Hay un gran obstáculo que salvar dentro de la bisexualidad para subir un escalón en la aceptación.
Los gays, masculinos, parecen tenerlo algo más fácil que las mujeres homosexuales. Seguramente la razón sea que son en la vida pública mucho más visibles. Llevamos viendo a gays en la televisión y el cine varios decenios de años, tenemos líderes de opinión, famosos queridos por la audiencia, actores, políticos, directores de cine, artistas, escritores, que son gays reconocidos y que la gente en general los mira con cariño. No obstante siguen teniendo un gran tabú coleando, sobre todo por parte de los hombres heterosexuales que se ven incapaces de aceptar ver a un hombre besándose con toda naturalidad con otro. Sí es cierto, como apuntaba PennyLane que continúan teniendo asociado el calificativo de locas. Los gays siguen siendo esas divonas de la fiesta, el desenfreno, las drogas de diseño, que follan con cualquiera –y en cualquier parte-, que violan a niños, que se dedican al mundo del espectáculo y que juegan a ser mujeres. Poco hay de la verdadera realidad…
Y con las lesbianas, más de lo mismo. Es cierto, como discutíamos hace un par de días en este blog, que en el cine parecen ser mejor tratadas. Las películas acerca del lesbianismo abordan el tema desde la ternura, el cariño, la historia de amor que pudo ser y no se permitió, a veces también desde el pesimismo de la cruda realidad, pero no se suele ver una visión estricta de lo que supone en la vida real.
El peor de los casos es el de aquellos ejemplos en los que es tratado el tema desde el morbo que tanto gusta a los hombres heterosexuales. Todos sabemos cuánto les excita ver una escena de cama entre dos gatitas.
Las lesbianas siguen siendo esos machotes, normalmente no agraciadas físicamente, que no han podido encontrar un hombre que las quiera y que por tanto, a la desesperada, acuden a la mujer para no estar solas. No se maquillan, llevan el pelo corto, no se ponen faldas, ni se visten de un modo sexy. Son bordes y se comportan como hombres. Nada se sabe de qué es lo que hacen dos mujeres en la cama sin una verga entre ellas, cómo podrán alcanzar el placer sexual, y sobre todo, sigue la idea de que en una pareja de lesbianas, una de ella deberá aceptar el rol del hombre.
Ante este panorama, que como veis, da para mucha charla, para hablar largo y tendido y teorizar hasta cansarse, a una le dan ganas de hacerse asexual, olvidarse de que las tendencias existen y lanzarse al vacío de amar y desear a las personas no por su sexo o su género sino por las personas que son en realidad.
jueves, febrero 17, 2005
Cine gay
Creo que en lo que llevo de blog no he comentado ninguna película que trate de un modo más o menos abierto (aunque me conformo tal y como están las cosas, con que no contengan muchos tabúes y falsos estereotipos) el tema de la libertad sexual desde el punto de vista de la identidad. Películas sobre gays, lesbianas, bisexuales, en los que ellos son los protagonistas y sobre ellos recae el peso fundamental de la película. Y que, por favor, no usen esa condición como excusa comercial.
Y es raro que no lo haya hecho pues, aparte de apasionarme el tema, creo que hay películas muy majas dentro del subgénero (si es que se puede considerar como tal).
Uno de los ejemplos que más me gustaron en su momento fue If These Walls Could Talk 2 / Mujer contra Mujer, un telefilm con un gran reparto (Vanessa Redgrave, Michelle Williams, Chloë Sevigny, Sharon Stone y Ellen DeGeneres entre otras) que, dividida en tres segmentos (tres épocas, tres situaciones pero situadas en una misma casa) cuentan la evolución de la aceptación del lesbianismo desde fuera, el modo de vivirlo desde dentro, el establecimiento de una metas y la valentía del intento de alcanzarlas y sobre todo, la tolerancia tanto de los que son gays como de los que no. Es una gran película que merece ser vista y que puede servir de lección a más de uno hoy en día.
Otra, Fucking Åmål, una de las genialidades del no menos genio director suizo Lukas Moodysson. Esta, más de autor, más de calidad, con mayor pretensión artística, trata el tema de la duda de una adolescente con ganas de experimentar nuevas cosas. Como película, aislándola de la curiosidad sexual, es una pasada. Por cierto, se llevó un par de premios en el Festival de Berlín de 1999.
Otra de gran calidad nos viene del maestro R.W Fassbinder, Las Amargas lágrimas de Petra von Kant la historia de los mujeres que se conocen, se enamoran y se van a vivir juntas. El resto, es la película.
Tanto Better Than Chocolate como High Art se pasean de un modo mucho más insustancial por el hecho de la homosexualidad de los personajes. Si bien es cierto que la primera es mucho mas divertida, más erótica, más sensual, quizá incluso más explícita, la segunda tiene un carácter mucho más serio, más intelectual. Ambas son un granito de arena en la montaña del cine lésbico.
Go Fish en cambio, pese a estar considerada por los entendidos, como uno de los grandes pilares de esta clase de cine, no me pareció más que una película bastante aburridilla.
Una de mis favoritas es sin duda alguna Lost and Delirious. Película en la que tiene una interpretación bastante aceptable la actriz Piper Perabo. Es otro ejemplo, como sería el segundo fragmento de Mujer contra mujer, de cómo el enemigo muchas veces está entre nosotros y no dónde siempre se tiende a buscar. Es genial porque trasciende a los sentimientos, forma una película muy bonita, con una secuencia final épica y frases para el recuerdo.
Y si nos vamos al cine algo más comercial, no nos podemos olvidar de Boys Don't Cry donde dos estupendas actrices (me cuesta decidirme por una de las dos) Chloë Sevigny y Hilary Swank interpretan, una a una bisexual confusa y determinada al mismo tiempo, y la otra a una lesbiana-butch que se hace pasar por un hombre. Me encanta sobre todo por el ritmo que adquiere la película, los giros que la hacen más dinámica, la evolución de los personajes, el uso de la fotografía… Es digna de ser vista de cualquiera de las maneras.
Y tanto Besando a Jessica Stein como Monster tampoco estan mal, pero claro, las comparaciones son odiosas…
Dentro de España, la cachonda (no sé si por lo regular que es, o porque ver a Leonor Watling tan preocupada durante hora y media es de no parar) A mi madre le gustan las mujeres. Desde luego la película es Leo, no hay más. Y el tema de la sexualidad de la madre tampoco creas que da mucho de sí. No es creíble en ninguno de los aspectos, pero vaya, por verla a ella…
Y basada en el libro de mismo nombre de Lucia Etxebarría, Amor, curiosidad, prozak y dudas, que vale por lo poco que esta sacado de la novela, que está genial por cierto, aunque no llega ni de coña a la maravillosa Beatriz y los cuerpos celestes.
Pero no sólo de contenidos lésbicos se alimenta este cine. Tenemos Segunda Piel, nuestro ejemplo español más característico, que aunque no es una obra maestra, se deja ver. Y sí, también contiene escenitas explícitas y picantitas entre el queridísimo Javier Bardem (tendrían que verla en USA) y el guapetón Jordi Mollá.
Primer verano es otra típica historia de amor encontradizo entre dos chicos que se conocen durante su estancia en una playa y donde iniciarán un encuentro sexual.
Y por supuesto, no podemos dejar atrás al genial director francés François Ozon, declarado homosexual, su aclamado corto (aunque en casi toda su filmografía pulula el tema) Une robe d'été, y el resto de su obra de la que creo que no se salva ninguna, destacando Los amantes criminales.
Y venga, no dejemos atrás la serie de moda; Queer as folk. Un desmadre gay!
Hala, que no se diga ;)
martes, febrero 15, 2005
Snif
Qué mal llevo esto de volver de vacaciones...
Debe ser que me estoy haciendo mayor.
Pues nada, que ya estamos de vuelta de nuestro particular viaje relámpago a una de mis ciudades preferidas, Barcelona.
Ha estado genial, han sido dos días maravillosos, un reencuentro con amigos de los que una no se olvida a pesar de la distancia, de charla animada acerca de cine y lo que haga falta y de mucho amorrrrr.
Y con el regreso, llegaron los exámenes, y la entrega de trabajos, y el no dormir por la noche, y el aguantar los agobios y preocupaciones de unos y otros, y el darle vueltas al mismo tema, y al café, el pharmaton y demás drogas.
A ver como termino de esta, ya os contaré ;)
jueves, febrero 10, 2005
Ray, 2004
… o cómo realizar un buen biopic de quien ha sido y es uno de los grandes ídolos del mundo de la música, sin caer en los errores de siempre y que han llevado al fracaso al pseudointento de Scorsese con el señor Hughes.
Taylor Hackford, director apenas conocido dentro del cine norteamericano se pone al mando de una de las películas preferidas por la Academia de los Oscar en esta actual edición. Atrevido proyecto: El traslado a la gran pantalla de una personalidad muy querida por casi todos, y muy tarareada por la masa. Ray Charles, el genio del gospel y la música negra. Un dios al piano y dueño de una voz que conquistó a cientos en la década de los 50. Un proyecto que tenía en mente Taylor desde 1987 cuando le fue imposible encontrar estudio que se hiciera cargo de financiar la película.
Ha sido ahora, con el maravilloso Jamie Foxx (que acababa de ver hace unos días en ese papelón de taxista en Collateral, gran película, recuerdo), que no sólo es capaz de tocar al piano las canciones del verdadero Ray, sino que le clava, y no exagero, en todos sus gestos, su mímica, los temblores, los tics nerviosos, la forma de sonreir, de abrir la boca, su sonora carcajada, de tambalearse al andar… es impresionante porque aunque obviamente no he llegado a conocer a Ray en persona, he tenido el gusto de verle en conciertos grabados, en documentales, entrevistas… y es auténticamente escalofriante lo mucho que se acerca Jamie en su intento de representarlo. Sólo por eso es merecedor del Oscar o del premio que se precie porque si no te dicen que no es Ray, te lo tragas enteramente. En eso consiste ser un buen actor, en el ingrediente credibilidad.
Pero volvamos a la película que afortunadamente no toda ella es Jamie Foxx. Que nadie se queje de la historia porque no hay más vuelta de tuerca cuando se rueda un biopic, no hay cabida para muchos giros y no se permite intromisiones externas. Tal cual la cuenta Ray, así nos es presentada. Y da fe el mismo R. Charles, al que se le transcribió a braille el guión. Por cierto, que el verdadero Ray Charles murió el 10 de junio del pasado 2004, justo antes del final del rodaje de esta, su película.
La banda sonora, como musical que es y tratándose de Ray, es maravillosa, eso sí, si te gusta mínimamente el compositor del que se trata.
Merece la pena, porque es una buena película y porque descubre al espectador aspectos de la vida más privada del cantante que seguramente desconocía hasta el momento y que le ayudarán a comprender mejor por qué ese estilo de música y qué es lo que suponía para él. Una buena forma de acercarnos el mito a la realidad y de mostrarnos una subida esplendorosa hasta lo más alto y su posterior y consecuente descenso a los infiernos.
miércoles, febrero 09, 2005
Finding Neverland, 2004
¿Hasta qué punto podemos afirmar que estamos ante una película infantil contada a modo de cuento de hadas que deja de interesar a los adultos por girar sobre un cuento popular tal como Perter Pan?
No sólo me ha parecido una película bastante madura, con grandes dosis de decadencia, de inteligencia emocional, sino que además de todo eso, se trata de una película capaz de agradar tanto a niños como a adultos, ambos por igual, en semejante proporción.
No se trata de una magna obra maestra sin igual en la historia del cine, pero eso ya lo sabíamos antes de ir a verla.
No obstante, vendría muy bien deshacernos de los falsos prejuicios que nos puedan condicionar negativamente a la hora de entrar a la sala, y que seguro no nos dejarán disfrutar de esta película como se merece.
Digo, tiene fallos, de ritmo sobre todo, pero en conjunto, queda espléndida y muy agradable de ver. Muy sencilla, muy bonita y con ese sabor meloso de fondo que deja buen regustillo en la boca.
Johnny Depp está bastante bien, y aunque no sea merecedor del oscar por este papel en concreto, más vale se lo dieran en reconocimiento de su estupenda carrera cinematográfica.
Dustin Hoffman, que es uno de mis más favoritos actores de Hollywood de todos los tiempos (junto con Al Pacino, Robert de Niro y alguno más, por supuesto) está bastante desaprovechado, pero claro, es que el papel que tiene el pobre no da para mucho más. Pero vaya, que está bien. Por cierto, buen guiño, puesto que fue él mismo el que interpretó a Garfio en Hook.
Y Kate Winslet está muy maja. Es una actriz que no me suele gustar en demasía, pero aquí, además de estar muy lograda, es un papel que no sé por qué, le viene que ni al pelo. Me pongo a pensar y se me ocurren pocas otras actrices que podrían haberlo hecho tan bien o mejor que ella.
En conclusión, que se deja ver, y con agrado.
Eso sí, dejad libre al niño que hay dentro de vosotros... a volar nuestras imaginaciones, yuhu!!!!
lunes, febrero 07, 2005
Lluvia
Hiela. Hace sol. Las nubes se tornan grise. Cae un rayo. Dos. Tronada. Lluvia alocada e histérica. Cada vez más gorda, más consistente, más blanca. Granizo. Nieve. Copos de nieve cubren las macetas de mi terraza. De pronto, Stop. El cielo se abre. Las nubes se van. Cesa la humedad. Sale de nuevo el sol. Aprieta con fuerza otra vez el frío seco.
Este microclima es dificil de soportar.
Mi cabeza protesta enérgicamente dentro de mi cuerpo, las jaquecas se hacen cada menos menos aguantables.
Estos días deprimen a cualquiera...
Y por si fuera poco, mis ovarios están iniciando una revolución dentro de mí.
El invierno puede conmigo.
martes, febrero 01, 2005
El debate
Más de lo de siempre. Confirmación rotunda, ruda y rastrera de lo mal que estamos gobernados en España, de la poca diferencia milimétrica entre el Gobierno en activo (PSOE) y el grupo de oposición (PP), de lo nada que ha cambiado el talante de España tras ese maravilloso 14 de marzo, y conste que trato de ser irónica.
Mucha palabreria, demagogia baratilla, producto toda ella de las labores exaustivas y estudiadísimas de los departamentos de comunicación, nada de debate espontáneo, nada de respuestas, abundantes alusiones fuera de lugar (ya se sabe, ETA y la consti son siempre buenas armas arrojadijas cuando se carece de argumentos sólidos), mucho lameo de culos, demasiados aplausitos patrióticos y grandes dosis de desencanto para los que, como el señor lehendakari, aún somos optimistas y manteníamos la ilusión.
Bla, bla, bla, bla....
¿Y esos tapones?
Con estos vascos cualquier precaución es poca. A veces utilizan la coherencia para convencerte de sus argumentos.