un fin de semana entre cojines significa arropada y confortable pero en casa, en una casa, en una cualquiera, la mía o la tuya, pero siempre bajo techo, sin lluvia, sin tu bufanda volando al viento o goterones cayendo por mis sienes. un fin de semana cómodo y normal, como de los que no hay todas las semanas.
tu cojín y el mío se hablan de ellos mismos. respiran y laten entre los brazos de tu sillón, siempre hospitalario. uno viene de florencia, se dicen, pero sólo su funda. el otro del Ikea, pero sólo el relleno.
un cojín es una bocanada de humo, una cucharadita de espera paciente, una pizca de sal confundida con azúcar, un trago de vino sin derramar, un bocado de ganas contenidas, un pellizco de abrazo -que te daré, porque no te doy, porque no te di-, un suspiro de alivio, unas gotas de maldad, un susurro entre verdades, un secreto sin confesar, son lineas que no se leen porque no se llegan a enviar, es un párrafo perdido entre páginas de pluma, son píxeles gigantes que distorsionan la realidad, es un índice de donde estás, un icono de lo que eres, fuiste o serás, un puñado de besitos con sabor a fresa y menta, una paradoja circular que te lleva a de donde partiste, son megabytes regrabados sin mucha utilidad, son pedazos de los huecos que no lograste rellenar, son migajas de los restos que sobraron del miércoles, son reservas por si acaso para cuando las vuelvas a necesitar. un cojín es la espera aletargada de un cuerpo al llegar.
4 comentarios:
"La vida secreta de los cojines". Cada uno con su sustancia. Cada uno con su utilidad particular. Puedes agarrarte fuerte a uno, y apretarlo, y exprimirlo, y gritar ahogada en él, y al cabo de veinte minutos, sin energías restantes, darle un besito tierno y dejarte querer por él.
Si de cas, aquí estic, maca, per lo que vulguis, aquí em tens...
Lo mejor sin ninguna duda de los cojines es poder tirárlos al suelo y dejar desnudo al sillón. Ahi empieza la diversión!!
Increíble... así está mi cojín. Esperando, almacenando sueños que hablan de deseos y futuro (tal vez, ojalá)...
Luego lo recoradará cuando el hueco se llene. Es demasiado cojín para mí sola.
(See your picture I smell your skin on the empty pillow next to mine...)
Y llevo unos días con este I miss you de Incubus, y los que quedan: indeterminados. El cojín, más que yo, sabe esperar.
cumbierita... sí, a veces la utilidad de los cojines la descubre una en las más inesperadas circunstancias. la funda como klinex; el relleno, la razón. gràcies.
juLia... y no preocuparse por que la gata los desgarre...
claradriel... los cojines esperan porque no tienen interiorizado todavía el concepto del tiempo. no saben si ha pasado mucho, o aún no lo suficiente, o ya demasiado. ánimo con la espera. más madera a esos deseos!!
besitos a las tres!
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