busca entre mis delirios

martes, febrero 19, 2008

directa

...What gives the shine is our light, we're blowing up missiles in the air...


Entra aire fresco por el hueco que dejaste al salir, el de la puerta que quedó abierta a conciencia. Es agradable, te lo agradezco. Espero que el paisaje, aquí, en medio de ninguna parte, sirva para despejarte. Hay algo bonito en el mundo de las áreas de descanso; esa mezcla de melancolía y paz que recarga pilas para cualquier viaje emprendido. Siempre me gustaron para sacar desde ellas curiosas polaroids que se convertirán más tarde en testigos de un camino, o de un lugar, o de cualquier circusntancia. Respira, descansa, estírate. Quedan kilómetros, aunque no sabría decirte cuántos. Con tu permiso, miro por la ventanilla. Desde que me monté en tu coche y me convertí en tu copiloto activo firmé mi convicción de renuncia a pensar en paisajes que no existen, o en destinos que no conoceré. Es bonito verlo desde aquí, sin preocuparse por los miedos infundidos por una razón perversa. O pervertida. Ya, todos tenemos un pasado. Pero, ¿nadie te ha dicho que cuando miras a un río, siempre es diferente? Venga, entra, vuelve. Me debes una despedida, pero no me la devuelvas. Mueve mejor tu varita y transfórmalo en un "hola de nuevo". Si en el fondo sabes que soy una excelente compañera de viaje. ¿No te lo había contado? Tengo el don de la prudencia. Mira, asomo el mapa por la ventanilla y en un descuido, ¡vaya!, salió volando. No lo necesitaremos. No hay camino que seguir, ni destino que encontrar.

...Fasten your seat-belt again, just in case...


Najwa sigue con la canción que empezó cuando saliste. No te has perdido mucho, pero si quieres la ponemos de nuevo.
- ¿Dónde estamos? -preguntas.
- Ni idea -respondo-. Como si me importara lo más mínimo -callo, pero me escuchas-.
Ahora que el coche se pone en marcha lentamente de nuevo me doy cuenta de que el aire que entra por la ventanilla es mil veces más agradable que el que se colaba por la puerta e intuyo que las vistas, ahora en movimiento, superan con creces las estáticas de mientras tus piernas crujían ahí fuera.
- ¿A la derecha o a la izquierda? -tú-.
- Lo que más rabia te dé -yo-. Tú conduces, que yo me ocupo de las señales, si te parece.

2 comentarios:

Tenshikai dijo...

Yo tengo la fastidiosa manía de viajar mapa en mano y consultándolo cada dos pasos...

Anónimo dijo...

Qué maravillosa sensación la de que no te importe nada cuando estás al lado de "ella"