no sin menos líos que como empezaron, sí con olor a mar en la ropa y arenilla entre el calcetín, también con trescientas fotos por descargar, testigos de lo que vieron mis ojos y caminaron mis pies, con cientos de abrazos dados y por dar, y muchas ganas de volver, terminan mis minivacaciones para volver a empezarlas de nuevo en cuatro días.
en el horizonte, el mar.