Pervedismo

Pido el permiso del temerario lector para que pueda desbarrar y quitarme de encima estas inquietudes pseudoprofesionales que están acabando conmigo los últimos días.
No sé si será el efecto post-jornadas sobre periodismo, o que con la llegada del lagrimeo primaveral y el calorcito en el césped, las ideas afloran más deprisa y parecen más inteligentes que durante el resto del año. Sea cual sea la razón o circunstancia, me estoy dando cuenta de lo asquerosamente pervertido que está el mundo del periodismo. Y lo voy a dividir en tres apartados de modo que se me haga más fácil mi explicación y a vosotros, su lectura y comprensión.

- Intrusismo… ¿Me está quitando “El Mono Burgos” el trabajo?

Parece una pregunta estúpida que todos, incluidos los propios periodistas que dedican su vida a la información radiofónica, se aventuran a responder, casi sin tomar aliento, de manera rotunda. Él, como tantos otros piltrafillas, NO son periodistas (desde el punto de vista de la graduación universitaria, claro, porque en la calle todos saben que periodista puede serlo cualquiera ¬¬). Y como “El Mono” no es periodista, sino que se dedica a aportar sabiduría y conocimiento de causa al programa en que trabaja, no está practicando el intrusing. Ja, ja, ja. Ya, pero no vamos a contar entonces que a “El Mono”, a “La Esteban” y a “Kiko” le están pagando unas diez veces (igual peco de ingenua) lo que me pagarían a mí por desempeñar un puesto similar. Es decir, aunque yo nunca lleve a cabo una radiación futbolística (entre otras cosas porque soy mujer y se dice, se cuenta, que debido a nuestro timbre de voz, se haría insoportable) Punto Radio –emisora que tiene contratado al susodicho simio- no me acogería en sus filas porque con él ya están copando el puesto de tres o cuatro como yo.

- Prensa gratuita, o como convertir papel de periódico en un instrumento sin ningún valor

Y aquí podríamos enlazar y decir: “Joder, es que la Esteban no hace periodismo, eso es otra cosa” del mismo modo que yo diría “Y con los diarios gratuitos pasa lo mismo; eso no es periodismo, es otra cosa”. Efectivamente, y cada vez estoy más convencida. Reconozco que hacía como un año que no caían en mis manos uno de estos periódicos que llenan de mierda todos los aledaños a las estaciones de metro más concurridas, pero ayer, señoras y señores, tuve el enorme placer de hacer un repaso a la información que ofrecen. Por supuesto, portada del puto heredero en proyecto y, dentro, más de lo mismo. Foros abiertos de opinión del lector donde se vierten los halagos a la Familia Real, concursos para poner nombre al niño… Más de la mitad del panfletillo con el dichoso embarazo (¡y quedan seis meses!). Y en la portada, atención, ¡¡¡ni una sola noticia importante!!! Nada de las elecciones en UK, ni de los atentados suicidas, ni del problema del agua, ni de las negociaciones de ZP, ni de la situación en Euskadi y Galicia… ¡nada! Eso sí, mucho de “becas no aptas para fumadores” (¡), "Miriam Diaz Aroca y Paz Padilla", "Los videojuegos más escandalosos" y por fin una noticia relevante, el dichoso examen especial para los de 6º de primaria. Sorprendida me voy a la página cuatro a la que remiten y, qué curioso, le dedican algo menos de 100 palabras.
Y ahora podría decirse, “pues si no te gusta no los leas”. Pero ese no es el problema. El problema está en que la gente considera al 20 minutos, metro, ahora, qué, y cojonesenviangre, periodismo, es decir, la misma carrera por la que me voy a tirar mínimo 6 años estudiando y por la que tengo profunda devoción. Y eso no es periodismo, es otra cosa.
Lo que hacen los pobres desgraciados que se encargan de la redacción de estos papelotes es simplemente copiar notas de prensa y comunicados de agencia sin atender en ningún momento a la ética y la deontología. Lo único que leen mis padres (y como ellos, muchísimos españoles) al cabo del día es este tipo de periódicos y con ello se creen informados. Eso sí, no se han enterado de lo de Blair, ni hablemos de los trasfondos del tema vasco, ni de las explosiones en Bagdad, homenajes a la IIGM, etc… Y es una pena porque lo que la gente quiere es eso, una información ya digerida, que apenas tengan que leer y que les informe con solo una imagen o un titular sensacionalista. No quieren El Pais, El Mundo, ABC y sus decenas y decenas de páginas, llenas de letras, de opiniones y de rigor. Y mientras la gente no se conciencie de lo importante que resulta para la estabilidad de un país y para el mismo crecimiento personal el estar debidamente informados, sea cual sea el medio y canal que elijas para ello, el periodismo no dejará de ser la puta que pone la cama y encima apaga la luz.

- Internet, el paraíso de los contenidos

Es nuestra salvación, digan lo que digan desde Prisa o Recoletos, o simplemente, todo aquel que trabaje fuera de la red. Por cualquier lado que lo mires, internet es la alternativa perfecta e ideal a aquellos que queremos estar bien informados, siempre y cuando seamos personas racionales, maduras, responsables y un poco, no mucho, coherentes. Hay saber leer, y hay que saber dudar. La clave está en saber llegar siempre a lo contrario de lo que nos están contando, en desconfiar de según qué informadores, según qué informaciones. Está claro que no todo son flores en internet, pero fijándonos exclusivamente en el tema del cine, internet es sin duda alguna, el mejor medio de difusión de opinión y crítica. No hay revista o publicación periódica escrita mejor que cualquiera de los múltiples sitios, webs, revistas electrónicas, foros y blogs que circulan por la red. Hoy por hoy, una persona que siente interés por un director y su última obra, con tan sólo perder cinco minutos de búsqueda y a un clic de ratón, tiene a su disposición páginas con un completo monográfico acerca de la filmografía completa del autor, biografías en español, la crítica de la película que quiere ver comentada por cientos de personas y además la posibilidad de tener imágenes, trailers y fotografías al instante. Ningún periódico por especializado que sea ofrece al lector el catálogo de Internet. Por eso interesa a los festivales de cine acreditar cuanto más a páginas web y revistas electrónicas (ya le llegará el turno a los bitácora) antes que a los medios generalistas.
Lo vemos en nuestro día a día. Una servidora, antes de ver una película y a la hora de informarme acerca de las novedades, acudo a mis blogs favoritos, aquellos con los que sé que comparto cierta afinidad, en los que confío plenamente y lo que sé que me van a dar una información buena, de cierta calidad y con mucho interés. Acudo a los foros que frecuento; allí, gente muy diferente a mí, vierten en sus posts diferentes opiniones, muchas veces encontradas que pueden llegar a despertar en mí interés por películas que ni conocía.
Internet es, al fin y al cabo, una puerta abierta a todo que debemos salvaguardar y mantener en la penumbra; no sea que vengan los de arriba y nos la depraven.