busca entre mis delirios
viernes, marzo 28, 2008
18 arrondissement
Vaya noche...toledana se dice, ¿no? No entiendo de localismos hoy, sólo me salen aforismos cansados y sonámbulos que hablan por mí sin que yo sea del todo consciente. Era anoche la primera para Andy siendo Andy en mi pequeño hogar y debió sentírsele grande y vivo. Él decidió que dormir era inútil y no me dejó hacerlo a mí tampoco. Acabó consiguiendo que todos sus nuevos ordenaditos inquilinos se amotinaran en sus baldas y organizaran un debate a veinte voces. Eso es lo que me pasa por compartir 6 metros cuadrados con tanta gente... y tan diferente. Además, me doy cuenta ahora, quizá demasiado tarde, de que dejé la botella de absenta demasiado cerca e hicieron acopio de ella cuanto quisieron. De pronto se pintó un Montmartre o un Gràcia en medio de mi cuarto. Me pareció hasta escuchar a Saint Germain en algún momento entre las 3 y las 4 de la madrugada... Y yo seguía en la cama, medio atónita, medio perpleja y un tercio de cabreada porque nadie me hubiera invitado a la fiesta. Me enteré de los marujeos entre la Beauvoir y Sartre, que prescindiendo de la tan mítica correspondencia postal, decidieron narrarse sus aventuras a voz hablada, intentando alzarla por encima de las salidas de tono de uno o las divagaciones en espiral de otro. Una juerga, bohemia y casi de otro siglo, pero en mi cuarto, anoche y conmigo dentro. Miremos el lado positivo; a este paso, acabo aprendiendo francés de tanto oirlos.
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1 comentario:
Yo ya solo duermo, y obvio a las multitudes.
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