busca entre mis delirios

miércoles, mayo 24, 2006

No me gusta cuando callas

No me gustan los silencios. Saben a poco. Saben a nada. El vacío es algo frustrante porque lleva implícito la posibilidad de llenarlo. La capacidad de su contenido. La facilidad de verter unas palabras, y su significado, y su vida, y su encanto. Me resigno ante una palabra que no suena, una palabra que se muere sin llegar a nacer. Algo tan fácil como pronunciar una tras otras las sílabas que la componen consiguen fabricar muecas en mi cara que se esfuerzan -pobres de ellas- en tratar de hacerlas revivir en su agonía. Pero las palabras se desvanecen. Más que eso, no nacen. Ni nacen, ni crecen, ni se reproducen, ni mueren. Porque si al menos murieran significaría que tuvieron vida. Y eso sería bonito. O reconfortante. O simplemente genial. Pero que va. Cuando callas, nada singnifica nada y todo significa nada. Me gustan las palabras. Y como suenan. Me gusta escucharlas, sentirlas, asumirlas, pensarlas, razonarlas, discutirlas, realizarlas, contestarlas. Me gusta oir hablar a la gente, aunque no digan nada. Aunque la vida de sus palabras sea pobre y absurda. Aunque no hayan madurado del todo. Aunque me hagan sentir pequeña. Aunque me recuerden que al final nadie sabe nada y las palabras nos acabarán ganando la carrera. Que su vida nos puede a nosotros mismo. Que ellas están por encima. Y que quizá sean ellas las que deciden cuando sonar y cuando no. Cuando quieren ser oidas, cómo y por quien. Yo confío en ellas. Sé que algún día hablarán por tí.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ains...pues a mí un poco de silencio si que me gusta de vez en cuando...
Muy bueno tu blog.
Un muxu

Anónimo dijo...

hay muchas clases de silencios, pero supongo que los peores son los que podrían estar llenos y no lo están por X razón

ais, suerte, sea como sea

besos!

lenguadefuego dijo...

a veces, cuando la voz exhaspera
prefiero parafrasear a Neruda.

delirante dijo...

chicky, tienes razón. Hay silencios bonitos, agradables, disfrutables. Hay momentos en que las miradas suplen las palabras, o un gesto justo, o un beso. Pero cuando no hay nada de todo eso, cuando sólo cabe en un hueco pequeño una palabra, cuando ni siquiera puedes ver a esa persona que tiene que soltarla... en ese momento, el silencio se hace eterno.

muxu haundi bat para ti y un abrazo para lengua (qué sabio!!). Gracias por entrar en este/vuestro blog!