busca entre mis delirios

lunes, mayo 19, 2008

los moldes

Se ha hablado tanto en estos últimos días de lo que queda de lo que fue y de lo que heredamos de lo que supuso aquel Mayo famoso cuarenta años atrás que a una no le quedan fuerzas ni argumentos originales con los que contraatacar al adversario. Y dan ganas porque se dice de todo, mucho sin saber, otro poco creyendo saber demasiado. Se desvirtúa, porque conviene, aquellos sucesos que marcaron un hito en la historia social de nuestro tiempo. Se le ha llamado de todo: fiesta, movida, revolución, rebelión, movimiento, revuelta, vacaciones adelantadas y en cambio nadie lo etiquetó de lo que fue: un cambio o evolución. Ni estudiantes vagos, ni holgazanería primaveral, ni acomodamiento de hijos de papá, ni revolucionarios de salón... los y lo que sacaron Paris a la calle en 1968 fueron los aires de la revolución, entendida ésta como la vuelta a evolucionar. El cuestionamiento, las ansias por cambiar, la inquietud por preguntar, la disconformidad con lo que nos inquieta o confunde. Por una vez en mucho tiempo, quizá por primera y última en lo que nos va de vida a todos, a alguien se le ocurrió que ya estaba bien de servilismo y colaboracionismo. Que nada se soluciona con un silencio, y que más vale un grito contudente a tiempo que mil años de oración interna. Aquello del Mayo del 68 fue un nuevo cambio del cambio, el giro que le faltaba a la tuerca para que se soltara del todo y cayera por fin al suelo. Y digo en todo momento Paris porque el Mayo fue francés. Queda al lado, pero en los márgenes de este contexto, dispuesto todo ello para otra historia aparte, la primavera de Parga, los sucesos de Memphis, el movimiento norteamericano y el resto de protestas paralelas a aquellos turbulentos finales de los 60. Pero fue Paris quien puso escenario a un Mayo singular, único e impertérrito, que murió porque fracasó pasando a formar desde entonces parte de la historia que se estudia de pasada en las escuelas y se olvida al instante, pero que sigue, de algún modo y con fortuna, en alguna de nuestras memorias y en nuestra más profunda e intraquila consciencia, víctimas y culpables nosotros de lo que es ahora la juventud, de lo que hemos hecho de la sociedad. Un eco lejano se intuye de aquellos que sacaron pancartas claras e ilusiorias a la calle, que cerraron Nanterre sin pudor ni miedo, que pintaban consignas divertidas para la posterioridad en las paredes y las calzadas, los que en los exámenes respondían con preguntas, los del "Cambiar la vida. Transformar la sociedad" o los del mítico "Prohibido prohibir. La libertad comienza por una prohibición", aquellos que no fueron reprimidos por la policía que respetaba desde el otro lado de las barricadas una libre expresión sin manifestarse en exceso. Aquella fue la primera vez en que la autoridad fue cuestionada, y fueron los jóvenes -gente como tú, como yo- los que la pusieron en entredicho. Todo parece ahora una película. Es inevitable. Lo visualizamos como si estuviéramos frente a "Los amantes regulares" de Garrel, o los "Soñadores" de Bertolucci. Una historia ficcionada que nos narran con aires de importancia. Un rito bohemio, un suceso de postal, otro apéndice de la moda, algo cool con lo que hacer chapitas, un fotograma de reivindicación. Pero no. Es más bien un documental, una narración intervenida de una turbulencia sucedida en la calle. Es más "Grand Soirs et petit matins" de Klein o "La chinoise" de Godard que lo que Bertolucci o cualquier estampa de las que se encuentran estos días en los periódicos nos quisiera contar.
¿Y qué queda entonces de aquello? Eterna pregunta para tamaña respuesta cadáver; el poso de aquello que no hemos sabido conservar, que perdimos en el camino o que, peor aún, escondimos cobardemente bajo los adoquines para no tener nunca que usarlo es lo que queda hoy del Mayo del 68: ese hueco que dejaron en el molde jóvenes que hoy son casi nuestros abuelos, y que nosotros, a pesar de todo, no hemos sabido llenar.

15 comentarios:

Beatrize Poulain dijo...

Bueno, esque te voy a inflar a preguntas.......

Marta dijo...

quedan tantas revoluciones por hacer, tantos huecos por llenar y tantas ilusiones por recuperar... la comodidad y el vaivén rutinario del "tengo que" nos hacen olvidar a veces que la vida es algo más que dormir y levantarse a la mañana siguiente

beeesines!

Papa Oso dijo...

No soy un estudioso del mayo frances, pero me temo que el problema obsolescencia del movimiento, y su practicamente total disolucion y olvido, debemos buscarla en el liderazgo del mismo: los estudiantes.
Mal rollo dejar una revolucion en manos de los "estudiantes" ... las posibilidades de que sea asimilada por el sistema y que sea "ninguneada" son altisimas. Tarde o temprano el estudiante pasa a ser licenciado, tarde o temprano se da cuenta que "su revolución" puede chocar de frente con el correcto desarrollo de su carrera profesional, para la que tanto se ha preparado: LA GRAN RAMERA entra en juego.
Al final la capacidad de sacrificio y el asumir que tus estudios no te hacen diferente a nadie ni te dan mas derechos tiene un peso. Al final... cuando esos estudiantes se van licenciando y cuando la sociedad los va "comprando"... la revolucion se la lleva el viento.

Mi padre siempre me cuenta que en su opinion no hay nada mas frágil que un "cantante protesta". Le pones un gran contrato sobre la mesa, lo firma... y se terminó el "cantante protesta". Me temo que eso es válido para el 95% de los cantautores que en algun momento han liderado una protesta social.
Yo hago extensivo este pensamiento a los estudiantes. Le pones un contrato sobre la mesa, lo firman...y ahi desaparece el "estudiante revolucionario" para convertirse en el "asalariado burgues que tuvo un pasado progre y revolucionario"... y eso me temo que tambien es válido para el 95% de los estudiantes revolucionarios.

En fin... cuando el capital entra en juego (una de las dos grandes rameras, la otra se llama ciencia) todo se jode y las revoluciones se evaporan.

Un requiem por Mayo del 68.
¿Para cuando la proxima re-evolucion?...

delirante dijo...

papi, pronto, mucho antes de lo que muchos se imaginan... ¿2012?
cada vez está más claro

Papa Oso dijo...

Estoy contigo Deli... y la situación poco a poco se va tensando mas y mas.
Hasta ahora cuando habia crisis quien perdia el dinero eran los inversores y los ciudadanos de a pie. Por primera vez la crisis actual ha pillado en falso a muchos bancos. Yo no son los inversores y los ciudadanos de a pie los que se han pillado los dedos: los bancos tambien.
Esta situacion es excepcional... y promete dar lugar a profundos cambios.
Espero que el 2012 no nos decepcione. No espero un cambio de un dia para otro... pero si que me gustaria tener claro que hemos pasado la puerta y que "la nueva era" ha llegado.
Que ganas que tengooooooo!!

Beatrize Poulain dijo...

Joer, esque me tengo que ir a estudiar pero he visto que hay jaranilla en los comentarios y no puedo cerrar la ventanita sin decir que volveré a la charlita esta, que ahora que lo piesno, envie este mensaje o no, voy a volver igual, pero esque si no lo hacia ahora, ya, reventaba.

claradriel dijo...

Luchar es estar vivas, y por eso no hemos de rendirnos nunca, digan lo que digan...

Besos.

Beatrize Poulain dijo...

Tengo una profunda convicción desde mis infímos 22 años recién cumplidos: que la revolución en su más mínima expresión es la persona y que con eso bastaría para cambiar las cosas.

Explícome: yo he sido un feto pequeñín, un bebe simpatico, una niña parlanchina, una adolescente rarita algo introvertida, una postadolescente soñadora y ahora... buena pregunta... bueno, no sé lo que estoy siendo, pero el caso es que aquí estoy. "Llamémosme" estudiante. Y en 2 años, con la licenciatura en mano, ejerceré de periodista trabajando para una empresa mediática (ojalá).

Pues a pesar de que mi rol en la vida ha ido por etapas, yo siempre he sido y voy a ser yo. Claro que estan siempre las circunstancias, pero ni todo depende de ellas ni depende de mí. Ahí es cuando entra la pequeña revolución del ser, del poner tu punto de azucar, vinagre, sal o picante allá donde encuentres un huequito en el que la cazuela del gran puchero, o la Gran Ramera, se quede descuidada.

El mudno está lleno de lucecitas blancas y negras (y muchiiiiiisimas grises). El mundo nunca será de las blancas, pero si las blancas desaparecemos o cejamos en nuestro empeño, en nuestro feeling con la vida, entonces sí que estaríamos perdidos.

La revolución en sí no es mas que una circunstancia, un contexto efímero que no le llega ni a la suela de los zapatos a la existencia imperenne del ser cíclico a lo largo de la historia.

Creo que para mí, ésa es la obsolescencia del mayo francés o de cualquier revolucion: que son actos y que todos los actos caducan. Pero la energía sigue y seguirá ahi. Cuando todos espichemos, habrá otros como nosotros, o tal vez seremos nosotros.... pero bueno, ahí ya estoy entrando en otro tema demasiado largo y abstracto.

Las revoluciones no se las lleva el viento, las revoluciones circulan por él :)

delirante dijo...

estoy totalmente contigo, beatrize, ya lo sabes...
los actos caducan, porque pasan, se olvidan, se estudian, se recuerdan y ya son pasado cuando menos te lo esperas. pero eso no es malo, porque lo que movió a ese acto circunstancial sigue vive y es el llamado "espíritu". eso sigue de alguna manera en algunos y es lo que posibilita una futura revolución.
me ha encantado tu última frase, la voy a colgar de un post it en mi pared :P

Papa Oso dijo...

uiiii...bea.. prometo responder antes de que finalice el dia.

Beatrize Poulain dijo...

Es un poco Bob Dylan la frase no? xD

Blowin' in the winddddd

Papa Oso dijo...

Hola Bea..
Pues desde mis 38 ínfimos años… te digo que creo que parte de razón no te falta, con que se revolucione la persona debe haber más que suficiente, y estoy convencido de que así es. ¿Pero como se revoluciona auténticamente una persona?... ese es el quit de la cuestión… y en mi opinión no es algo sencillo, aunque si que está al alcance de todo el mundo.
Se que me salgo de tema… pero Deli ya me conoce y me imagino que me perdonará. Para mi “la revolución personal” comienza justamente en el momento en el que te planteas que eres, y a medida que te acercas a una respuesta a esa pregunta la revolución se va haciendo más y más patente. Esa es la autentica revolución y lo demás son tonterías…. No basta con saber que siempre eres y que siempre serás, has de saber que eres, y que serás. No basta con la cantidad, hay que conocer la cualidad. Eres y serás…¿pero que eres y que serás?

Tienes razón. En el mundo da la sensación de que hay lucecitas blancas, negras y cientos de millones de grises… pero tenemos una ventaja: las negras son “malas” y todo lo auténticamente malo tiende, por definición, a la autoliquidación, a la autoextinción. Lo malo, por si mismo, tarde o temprano se aniquila a sí mismo. De no ser asi… no es auténticamente malo… ya sería gris. Así pues es fácil llegar a la conclusión de que las luces negras no existen, son ficticias…. Y en consecuencia las blancas probablemente, para contrarrestar la balanza, tampoco existan. Todo es gris, todo fluye y pasa del negro al blanco, pasando por el gris. La luna no sólo afecta al mar… todo fluye y refluye, todo va y viene. No hay blancos perpetuos ni negros perpetuos (estos, por definición son imposibles… solo existen los negros temporales, pues se extinguen por si mismos)

Las revoluciones, usando tu simil, no se las lleva el viento, circulan por él. Tienes razón!, pero yo añadiría que algunas circulan por él durante mas tiempo que otras. La revolución francesa y la industrial todavía colean o, en el caso de la industrial, todavía podríamos tenerlas circulando por el viento. La del mayo del 68… me temo que circulo pocos minutos.
No nos engañemos… la gran masa de los estudiantes se preparan para ser, el dia de mañana, personas importantes en el mundo que conocen, pocos de ellos estan dispuestos a una autentica revolucion que pueda dejar sus estudios en “agua de borrajas”. Si estudias para poder trabajar en una empresa “de tal estilo haciendo tal cosa” no lucharas para que ese tipo de empresas desaparezca. Ese es el problema de las “revoluciones abanderadas por los estudiantes”…. por propia evolución natural son de vida corta, no estan circulando por el viento mucho tiempo. No dejan huellas perennes, o al menos de larga duración.

Besoooooooooooootes!

Beatrize Poulain dijo...

¡Mira qué idea mas bonita me has hecho aparecer en la cabeza!. Silogismos van:

- Partiendo de tu idea, la revolucion es saber qué coño eres.

- Los seres humanos jamas dejamos de evolucionar, de cambiar, porque en vida nuestras circunstancias, en mayor o menor medida, nos hacen maleables a sus antojos.

- Ergo solo te desvinculas de las circunstancias de la vida cuando ésta para. Es decir, cuando te mueres.

- Una vez que te mueres, ahí te has quedado. Eso eres, hasta ahí llegaste. Ciclo cerrado, ser único e irrepetible con toda su existencia evolucionada y completada.

- Entonces de ahí pasamos a la inmortalidad, conseguida por aquellos que son recordados en el tiempo.

- El recuerdo de lo que fué (existencia ya cerrada y finiquitada, ergo en su máxima expresión) se convierte en circunstancia que fluye e influye en los que son (de existencia abierta, maleable, sin finiquitar, sin definirse definitivamente, sin SER aún, indefinida).

-Entonces una revolución del ser, la de verdad influyente, es aquella que, a traves de la inmortalidad de un luchador indefinido en vida, se convierte en circunstancia para seguir equilibrando el mundo.

Y así hasta el infinito (o hasta que nos carguemos el planeta...).

La existencia, en sí, ya es revolucionaria, todo existe porque un día se le ocurrió a alguien (o a algo ¿?). Desde la sociedad con sus culturas, vicios y manías costumbristas, hasta los descubrimientos más tontos, efímeros ó sofisticados, por las existencias mas nimias, todo ha impactado e interconectando el mundo de una manera única e irrepetible.

Y una vez llegados a este punto, a la persona que me esté leyendo: felicidades por tener la oportunidad de existir, espero que te des cuenta de lo importante que eres y aportes algo a la existencia infinita (hasta que nos carguemos el mundo, quiero decir...).


Ale.

Papa Oso dijo...

Bea empiezas bien... pero aqui discrepo: "Ergo solo te desvinculas de las circunstancias de la vida cuando ésta para. Es decir, cuando te mueres"
Nop... ahi, en mi opinion, te olvidas de algunas cosas. Justamente a eso me referia cuando hablaba de conocerse a si mismo. Es posible, si lo trabajas, desvincularte totalmente de las circunstancias de la vida (es un estado que se conoce como "nirvana" o "shamadi"), cuando lo consigues descubres que es lo que eres realmente, en ese momento eres capaz de observarte sin interferencias ajenas.
Una vez tienes ese conocimiento, que coño eres, las cosas se ven de otro modo. Se produce la revolucion del ser... la realidad se ve modificada y todos los valores se reestructuran por completo.
Si?

Beatrize Poulain dijo...

Si! :D