busca entre mis delirios
miércoles, abril 09, 2008
prescripción
Me encantan los médicos que recetan reposo. Es una especie única de las que no se encuentran fácilmente, aquellos que prescinden de términos ininteligibles que nada aclaran para designar dolencias que tú sabes muy bien en qué consisten, que no te mandan una medicina superpoderosa que acaba haciéndote un pequeño agujerito en la boca del estómago, dejando sin resolver la dolencia motivo de la consulta y provocando otra mucho más irritante. Estoy afónica, y eso no hace falta que lo certifique nadie. Y mi cabeza parece que va a estallar de aquí a nada todo el rato. Y tengo fiebre, pero sólo a ratitos, a saltitos entre los 37 y medio y los 38 y poco. Y eso es muy raro en mí. Puedo contar con los dedos de la mano las veces en mi vida que el termómetro me ha dado un susto. Quizá sea por eso por lo que hoy todos a mi alrededor andan un poco revolucionados, preocupados, apenados. Me sonrío, a veces hay que sorprender también de estas maneras. Vuelvo a casa temblorosa y algo débil con tres recetas en la mano. Un jarabe y un antiinflamatorio, que adquirirá algún alma caritativa por mi en la farmacia, y mucho cariño y mimos ricos de primavera, que tomaré prestados a aquellos que tan bien me están cuidando y que tan pendientes están de mí. La buena noticia es que estaré callada -oralmente- por algún tiempo. La mala, que en cuanto remita los pinchazos de la migraña, estaré dando la lata por aquí para contrarrestar. Y eso no me lo ha recetado el médico, pero la automedicación no es tan mala si cura...
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2 comentarios:
A mí en el fondo me encanta estar un poco afónica. El tono de la "flema sexy" que diría Phoebey (Se escribe así Fivi?) de Friends. Lo malo es cuando se torna en voz Manolo y acaba derivando en la mudez total y desesperante.
Que leas mucho! (lo mejor de estar malita junto a los mimitos, eso si no te estalla la cabeza claro...)
Me suenan demasiado esos síntomas. La diferencia es que yo soy una quejica y una llorona, y me paso el día lagrimeando en cada esquina porque no tengo fuerzas para hacer nada...
Que me receten reposo me duele en el alma. Yo no sé cómo se lleva a cabo eso.
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