busca entre mis delirios

martes, octubre 02, 2012

de mitos

si hace dos años ya decía que la Amistad está sobrevalorada, hoy, más cargada de experiencias y más viva, me reafirmo y añado que además de eso, se encuentra en exceso mitificada. los románticos de la tradición modernista que inundan nuestras calles y entorpecen nuestro devenir diario, se empeñan en llamar Amistad a una gran cantidad de relaciones que no lo son en absoluto. la palabra Amistad es una de esas (no pocas) que gracias a la sociedad se ha convertido en mito -en sentido barthesiano-. ha sido cargado y recargado una y otra vez de un sentido simbólico que no le pertenece, que no contiene y que de largo, le queda grande. así nacen entonces las frustraciones cuando uno se da cuenta que la Amistad no es capaz de satisfacer nuestras expectativas y necesidades, cuando nos desampara, nos traiciona, nos abandona o nos ningunea.
hay quien atribuye estas brechas a las nuevas tecnologías, que según ellos, han manipulado perversamente el modo en que nos relacionamos, restándole calidad y pureza a lo que resulta de la interacción.
otros dicen que son imperfecciones propias de la Amistad con las que hay que aprender a vivir (y lidiar), que la hacen más auténtica y real.
pero nada de todo eso es cierto, porque el error fundamental de estas dos hipótesis es que ambas vuelcan la culpa en algo ajeno... cuando en realidad es sólo nuestra. somos nosotros, los seres humanos los que día a día y con nuestras acciones y discursos, desvirtuamos el término, aplicándolo sin pudor a quien no le pertenece. somos nosotros quienes creamos inconsciente e injustamente una mala fama al término. somos nosotros quienes defraudamos, quienes nos encaprichamos para luego cansarnos, quienes damos de lado, quienes hacemos daño, quienes traicionamos y quienes olvidamos, no la amistad. la amistad, en minúsculas, ha permanecido durante toda la historia inmutable en su esencia. el truco está, por tanto, en no empeñarnos en hallarla donde no se encuentra.
es muy posible que sólo la encuentres una vez en la vida, pero cuando lo hagas, sabrás que no podrás dejarla escapar.

4 comentarios:

Carmen dijo...

hay que dejarse querer y cuidar por los amigos. y hay que quererlos y cuidarlos de igual forma. no creo que sea muy complicado.

tú eres escurridiza, niña buena, y lo sabes.

en los amigos hay que confiar...



delirante dijo...

hay que quererse y cuidarse a uno mismo siempre primero. y claro que hay que confiar en los amigos, pero nunca demasiado...

Marta dijo...

sin confiar no hay intimidad, y sin esa sensación de intimidad es fácil sentirse muy solo... y creo que no es rentable

de lo que sí soy partidaria es de diversificar en cuanto a amistades, porque si no es una responsabilidad muy grande sobre los hombros de una (o pocas) personas

tener un círculo variado sirve para depender menos y que los baches se relativicen más :) al menos eso pienso

besitos

Azul_oscuro dijo...

A mi se me llena la boca al decir esa palabra, es como si pudiera masticarla. Supongo que porque casi siempre la utilicé con suerte con la persona adecuada