busca entre mis delirios

viernes, septiembre 18, 2009

a uno sólo

Voy ganando al Trivial. Quizá se trate de la partida más larga de toda mi historia, aunque todos crean que acabo de acoplarme al tablero y que mi buena racha se debe, en todo caso, a esa extrema inteligencia mía por mover las fichas hacia el lado adecuado y responder a las preguntas, una tras otra, desde el recurso a mi memoria táctica. Pero quien me conoce bien sabe que lo mío nunca fue la estrategia. Mucho menos la memorística. No fui capaz de retener siquiera la progresión cronológica de los presidentes de los Estados Unidos, ni la tabla periódica de los elementos químicos, y si me apuras, puede que falle en la lista de las preposiciones del castellano. Si me mandas a la compra, quizá venga con algo de más, y si me pides que te escriba contándote novedades, sabes que es probable tengas que esperar unos días a que me acuerde. Que tengo agenda para no olvidarme de ningún cumpleaños, y que es ella la salvadora que me saca de los apuros. Es posible que tenga un regalo envuelto en mi casa y lleve meses olvidándome de ir a correos a hacértelo llegar. O que si me preguntas el título de aquella película que tanto me gusta, tarde unas horas en llegar a él. O ese libro de aquel autor que no logro etiquetar, pero que en cambio retengo al dedillo frases enteras de su prosa. Así que no se trata de una estrategia de triunfo, ni siquiera de la plusvalía de mi cultura general.
Voy con cinco quesitos. Sólo me queda uno para entrar en la autopista del éxito más rotundo, subir los escalones del tramo final y sonreir un poco de satisfacción. Sin malos rollos, que juego entre amigos, entre buenos corazones. No hay rivales sobre la mesa ni nadie que no quiera en el fondo, que gane por una vez en mi vida a un juego de mesa. Además, ganando yo, ganamos todo. Que la cena corre por mi cuenta, que esta vez me lo van a permitir sin rechistar. Asi que, cuando gane, guiñaré un ojo a mis contrincantes y les ayudaré a recoger los restos. Metiendo cada pieza en su caja y guardando las preguntas para otra tarde de otoño adelantado, de frío en la calle, de vino y chocolate, de calcetines mojados y de esperar a que pase el diluvio...

3 comentarios:

claradriel dijo...

Encantada de que ganes!!!!!
Inamovible que el chocolate corra por mi cuenta, eso no debes olvidarlo... para celebrar tu victoria, que es también nuestra, de l@s que te la deseamos.

Argax dijo...

Tardes de Trivial. Muchos recuerdos asociados a un muro benévolo que separa a los míos del frío y la lluvia de fuera (o del calor pesado y aplastante que ya sabes donde nací y dónde vivo y lo que significa aquí "la caló").

Tu color favorito a la hora de contestar es el marrón ¿verdad?

Saludillos

delirante dijo...

como lo sabes, mi lobito estepario... que bien me entendiste siempre....


sonrio :)