busca entre mis delirios

lunes, agosto 11, 2008

el verano apesta

copio, traduciendo, con permiso auto-otorgado y no pedido, el título de este post de otro de una amiga mía que parece que siente lo mismo. quizá se huele tambien desde allí. será la empatía... el hedor de esta época concreta llega a todas partes. se cuela por las rendijas que dejan las ventanas en su intención de oxigenar los interiores colapsados de aburrimiento. también por debajo de las puertas, aquellas que se cierran en torno a sí mismas con la esperanza de guardar dentro todo el sopor que una estancia vacía produce. llega a los bares, donde aletargados y taciturnos, todos beben en silencio o jolgorio. es igual, el olor a rancio caliente y más-de-lo-mismo alcanza a todos los sitios donde el ser humano pueda llegar. allá donde le lleven sus pies quemados y cansados, aburridos y heridos. allá donde se le ocurra entretener sus horas con la esperanza, pobre de él, de ver satisfechas unas cuantas horas.
he aquí la gran noticia: da igual lo que hagas, el verano seguirá apestando. huele a sal cristalizada, a cerveza recalentada, a antisépticos y jeringuillas, a cloro enlatado, a bañador mojado dentro de una bolsa de plástico, a libro antiguo con polilla dentro, a pescado fuera de la nevera por demasiado tiempo, a huevo cocido, gazpacho y filete, a camiseta de hace cuatro días.
huele a cambio, a evolución, a la vida que sigue su paso sin mirar hacia los lados. huele a decisiones que otros han de tomar en pos de seguir viviendo. huele a las mías propias, que tomo sin miedo ni dudas, firme y constante; segura. huele tambien a pasos hacia delante. o hacia atrás. huele a rupturas. a casi-rupturas. a trabajos mal pagados. a prostitución becada. a bajas que se alargan y estiran. huele a viajes que unos hacen. a viajes que otros postponen. huele a viajeros poscritos. a amigos nunca olvidados. a promesas postergadas. a libros recién acabados. a conversaciones en la punta de la lengua. huele tambien a abrazos a punto de dar, a besos casi recibidos, a la esperanza que, florecida en primavera, echa ahora sus últimos capullos de flor. huele a planes que se tienen en la cabeza, huele a su sonorización en forma verbal, huele después a rechazo, a desilusión o simplemente, a la página que pasa sin más. 
huele a lo que sigue después de mayo y a lo que toca a la espera de septiembre. ésto que resulta tan grimoso como aquel cuadro de Arcimboldo.

8 comentarios:

Beatrize Poulain dijo...

Siempre me ha dao un repelús el Arcimboldo... no sé qué clase de sentimientos le pueden merodear a uno para dubjar esos colores con esas formas, porque en el fondo el tipo es orignial, pero super desagradable...

Yo ya te he planteado una solución para las pestes estivales: la fotosíntesis que todo lo pufifica, el ciclo de la planta, su olor a tierra mojada cuando la riegas, hablar con ella, acariciar las hojas, sonreir cuando los capullos se despiertan abiertos un día y te dan las buenas mañanas con su olor, la terapia de cuidarlas durante 2 minutos de riego empático... a ver qué tal. Solo espero que no te hayas comprado una de esas plantas que se pochan a la semana...

Griada dijo...

Yo intento limpiar, a ver si se van los olores. Y si no salen, compraré un ambientador.

Anónimo dijo...

Pero si el verano huele genial!!!!Te leo a veces, y no te escribo nunca, pero es que esto me ha llenado de odio. Cómo decir que el verano apesta??? si está lleno de cosas positivas que huelen bien,como por ejemplo, este momento a humedad del aire acondicionado mezclado con tabaco, o el recio olor de mis sábanas muchas horas al sol, o el asfalto por la mañana temprano tras el desahogo nocturno, o el olor de mi coche bajo 40 grados, o los platos sucios que dejé sin fregar, o el del gimnasio cuando entro... bueno vale, no son ninguno agradables, pero no por eso apestan...
Desde el comité pro-verano que represento, como hija nacida del solsticio, junto a otros grandes del día 21 de junio, ya sea Tony Scott (hermano de Ridley), el principe guillermo de inglaterra, juliette lewis y la mismísima leticia sabater (en todo comité hay una deshonra)abogo por la retirada de ese título "el verano apesta". ya que no es culpa de la época estival el que las cosas huelan más. es solo el resultado molecular ante el calor. en invierno las cosas huelen menos porque las moleculas se congelan. y esto me recuerda a lo que decían en la tormenta perfecta, si todo está formado de moléculas, la comida es moléculas, el olor es moléculas..., cuando olemos ingerimos moléculas, es desagradable pero es como si comieramos olores... y eso solo podemos hacerlo mejor en verano.
finalizo con un recuerdo,
verano de 1992, un campamento, unas duchas compartidas con 100 chicas más, sonido del agua cayendo, risas, pieles tostadas, colas, espuma que salía por debajo de las puertas y solo un olor. el olor del champú a melocotón que mi madre me había comprado. aquel verano se puede resumir solo con ese olor. olor que muy de vez en cuando vuelvo a encontrar y no puedo evitar soltar una sonrisa (como diría alguna cursi que conocemos)

Saludos desde el Sur

PennyLane dijo...

pues a mí me encanta en olor a gazpacho jejeje

por lo demás, agosto es un mes suspendido en el tiempo y el espacio, dónde nada avanza y todo cambia mientras parece un tiempo interminable, hasta que termina e inevitablemente llega septiembre y le damos al botoncito de PLAY.

bexets!! muchos muchos bexets!

Anónimo dijo...

quise decir la tormenta de hielo, no la tormenta perfecta...

delirante dijo...

beatrize... arcimboldo era un desquiciado. para mi que consumía hongos de esos que tú y yo sabemos, sólo que el efecto de aquello no se lo agradecemos muchos... por cierto, la planta crece, sana y fuerte. yo sigo sonriéndola a ver que tal...

hada... ten en cuenta que a veces los ambientadores apestan más que el propio hedor...

anónima anti-cursis... je, gracias por la zancadilla. ya iba yo embalada hacia la autocompansión y lamentación despiadada. parece que se confirma que es todo cuestión de narices. a tí te huele bien, y a mi me huele regular. debe ser porque en sevilla todo huele bien, o porque allí cualquier época del año se disfruta al cien por cien. al menos a mí me pasa. vente a madrid y huele esto. la beckham se fue horrorizada...

penny... tú me has entendido. es esa sensación de vacío temporal y suspensión de todo. la necesidad de que llegue septiembre y todo se mueva de nuevo. tú ve haciendo las maletas ;)

besitos a todas!!!

Argax dijo...

Para mi este verano está siendo un verano sin olor y casi sin sonidos, un verano en el que mis habituales obsesiones se han aplacado y otras más artificiales y no del todo seleccionadas por mi las han sustituido.
De todas formas mis veranos suelen oler a sudor y a zumo de piña, a el calor que desprende el asfalto que se derrite (que topicazo no?), y suena como un ejercito de chicharras encima del hombro.
Me suelen gustar todos los veramos pero este me ha salido rana.
Un beso para ti que sabes que dentro de mi pesimismo guardo mis momentos de lucidez.

Carmen dijo...

Ay, Arcimboldo... qué rabia le tengo desde la facultad.

a mí el verano me gusta otra vez,
como cuando era cría. Durante muchos años lo aborrecí tanto... siempre quería irme a vivir a ciudades de invierno. Luego se pasó. Al menos no lo siento cada día.

en madrid se está haciendo muy corto, no me di cuenta y ya hace frío por las noches en las terrazas. Aquí no huele como en mi tierra. Tampoco es amarillo como allí. Ni sabe a sandía. Aquí hay otras cosas. Las descubro poco a poco...

tengo que darte la razón en algo. Septiembre huele mejor.

Un beso