"El amor es un millón de enfermedades distintas".
Se lo acaban de descubrir en un libro un par de palabras antes de que parara para pensar sobre ello. La literatura a veces sólo se dedica a poner por escrito las cosas que ya sabes pero que jamás te paraste a parafrasear. Y a veces es necesario que se plasmen con rotundidad estas ideas, aunque sólo sea para hacer contacto en las mentes, cuando lo hace, y en quién lo hace, y puedas reflexionar unos instantes. Pero claro, también podría Irene haber dejado pasar esa frase entre la multitud de letras agolpadas del libro de Alfaguara y que cayeran por inercia al suelo después de ser leídas, o pretendidamente leídas, que también es habitual. Porque, sí, aunque nadie lo crea, las palabras se caen. Sólo quedan sujetas al papel hasta que tus ojos pasan por ellas. Después, son polvo en el aire. Puede que sea por eso por lo que ahora ha tomado la costumbre de pegar uno de esos papelitos a modos de post-it que debió de inventar Scotch para, como dicen, "diversificar el mercado". Sabes a los que me refiero: esas tiras estrechas de colorines que sirven para marcar páginas. Con ellas, Irene sujeta las frases que le gustan, aquellas con las que se quiere quedar, y ésta, sin duda, es una de ellas. Para la posterioridad.
"El amor es un millón de enfermedades distintas."
Se lo repite para sí misma en busca de un posicionamiento. Porque necesita situarse en relación a esa sentencia en torno a un acuerdo o desacuerdo. Y piensa inmediatamente en Ella. Sí, definitivamente, el amor debe consistir en mucha enfermedad. Virus que atacan a la autoestima, infecciones en el orgullo, metástasis en la atención, bacterias que se cristalizan en la soledad, tumores en los celos, la posesividad, la exclusividad, la desconfianza. Enfermedades todas ellas del ego, fundamentalmente.
Pero eso no puede ser amor. De pronto ya no está de acuerdo. Eso que enferma no es amor. No es el amor que ella siente. No es lo que ha conseguido sentir. El amor de verdad, el que podría escribirse en mayúsuculas, o no escribirse directamente, no duele.
Deja de pensar en Ella para pensar en sí misma. Hace mucho que no llora por amor. Y la última vez que lo hizo, seguramente fue, precisamente, porque ya no quedaba amor. Porque cuando hay amor, hay luz y hay sonrisas y hay aventuras y hay felicidad y hay viajes y hay cariño y hay calor y hay disfrute. Todo lo demás, son manipulaciones de un sentimiento que algunos se han empeñado en llamarlo como no es. Y esta tergiversación es el principio de la pandemia; lo que verdaderamente hace daño. El primer virus inoculado en los corazones de los sufrientes.
Hay sentimientos que parecen amor, pero en realidad son otra cosa. Aunque también hay sentimientos que parecen otra cosa, y en realidad es amor.
La vida es divertida. Puedes tirarte meses preguntándote si esa persona te quiere o te ve sólo como amiga, y mientras tanto no hacer nada. Y puedes gastar otros cuantos meses preguntándote a tí misma si quieres de verdad a esa persona o la ves sólo como amiga, y mientras tanto, y por supuesto, no hacer nada. Qué estúpido puede llegar a ser el hombre. Algún día, puesta a perder tiempo, piensa calcular la de meses y días que una persona puede perder a lo largo de su existencia con elucubraciones gaseosas de este tipo.
Irene lleva algo más de dos meses brillando por dentro. Algunos lo han visto. Otros no. Pero eso le es indiferente. Destila amor y lo regala, sin condiciones, sin miramientos, sin tapujos, sin límites, sin esperar nada a cambio. Y cree fielmente que nunca antes había sido tan feliz. Y sí, el amor se regala. No es una arbitrariedad, ni un juego lírico de palabras. No se compra, ni se intercambia, ni se persigue, ni se pide. Se da. Y ella da. Y sabe que eso que da es material limpio. No hay virus, ni bacterias, y mucho menos enfermedad. Quizá sea porque ha encontrado la filosofía que más perfectamente se ajusta a su vida. Quizá sea porque le han ayudado mucho. Quizá sea el arrope. Quizá sea por aquella chica a la que nunca dejará de agradecer. Quizá sea porque ha visto la luz. Quizá sea por una droga súper fuerte que el gobierno le está metiendo al agua del Canal que va a parar a su grifo. Quizá sea porque ya era hora. Quizá sea porque se cansó de perder el tiempo. Algún día lo sabrá, pero no tiene ninguna prisa. El caso es que funciona. Y cuando algo funciona, es que funciona.
Está segura. El amor no es un millón de enfermedades distintas. Y estos dos meses y pico han sido el comienzo del resto de su vida.
8 comentarios:
que no se apague Irene.
(por favor)
Del amor estamos escribiendo casi todos los días, y no tiene nada que ver con hacer literatura.
Hay que tener el alma muy limpia, para querer bien.
Le doy la razón a Clelia. No hay caballero porque no somos caballos. Clelia e Irene podrían llevarse muy bien.
Estoy de acuerdo con Erich Fromm y contigo: eso del amar es un arte, creativo, constructivo, costoso y sacrificado a veces -como toda artesanía- pero absoluto ergo aplastante si es un sentimiento limpio de verdad.
No se en qué punto alguien le cambió la etiquieta al bote del apego y tuvo la desfachatez de escribir la palabra amor.
Tenemos hasta el 2012 para despegar la etiqueta entre todos los que nos hemos dado cuenta y que, así, las energías del mundo canalicen como debe ser, para salvar nuestra especie...
"La vida es divertida. Puedes tirarte meses preguntándote si esa persona te quiere o te ve sólo como amiga, y mientras tanto no hacer nada"Una pregunta: ¿cual es la diferencia entre considerar a una persona como amiga o quererla?
Que absurdidad y que especie de "eufemismo", no?
No crees que seria mas correcto decir algo asi:
"La vida es divertida. Puedes tirarte meses preguntándote si podrias follar con esa persona que es tu amiga"Besoooooootes!!
centrifugado... no, no creo que se apague. va a tantas revoluciones por minuto como tu lavadora... y creo que está programada en lavado largo ;)
carmen... sí, como con todo en esta vida, hay que saber amar bien. no es tan fácil, algunos lo subestiman y quieren de cualquier forma. así va... voy a presentar Clelia a Irene. por lo poco que sé, ya me da que se harán amigas...
beatrize... yo tampoco sé dónde empezó esto, pero el caso es que la gente sigue tomando de él, se han hecho adictas, y no hay modo de cortar por lo sano. va a ser ardua la tarea, pero si lo conseguimos, seremos inmortales!!! :D
nos cruzamos, papi.
no, no es una frase aleatoria. hay todo un haz de significaciones en torno a considerar a alguien "amigo/a". es el símbolo que condensa todas las licencias que puedes o no puedes tomarte, dependiendo casi siempre de cómo te considere esa persona a tí. además, vuelve sagrada la amistad; hay ciertas cosas que no puedes hacer bajo ningún concepto si no quieres perder a ese "amigo/a". las cosas funcionan así allá fuera. no me invento nada, sólo trato de arrojar luz.
hay ciertas cosas que no puedes hacer bajo ningún concepto si no quieres perder a ese "amigo/a". las cosas funcionan así allá fueraDos apuntes, tambien con el unico fin de aportar un poco de luz:
- en la primera parte de la frase creo que podria decirse que esconde el aspecto "pusilanime" de mas de uno. No estoy convencido de que eso sea cierto... creo que se debe más a ese aspecto pusilanime que todos arrastramos en estos temas que a otra cosa
- si tienes razon... ahi fuera todo eso es asi...pero por suerte "nosotros" no somos de "ahi fuera"
;-)
Ei!, solo es por polemizar... vale?
Que te quieroooooooooo!!
Yo anhelo tanto tu amor...
Muy bonita la reflexión.
Por eso, quiero que mi amor te acaricie, te arrope y te de besos. De buena vida.
Publicar un comentario