Ya he hecho un poco las paces contigo. Un poco solo. Ya no estoy tan enfadada. Ni pienso reñirte más, porque aunque sabes que te lo mereces enteramente, también tenemos claro que no merece la pena. Nunca la mereció, por lo visto...
Yo ya te he llorado, ya me he lamentado y me he flagelado un par de instantes. Sólo me queda adelgazar un poco la conciencia, aunque todos sabemos que estas fechas no son buenas para perder peso. Ya he comprendido que definitivamente, y ahora sí que sí, para siempre, no voy a poder hacer nada para salvarte. Que todos los intentos anteriores en los que me dejé la piel, las escamas y parte de mi estructura ósea porque no lo hicieras, no ha servido de nada, porque en el fondo, no había nada que ni yo, ni nadie, pudiera hacer por tí. Y mira que lo siento, joder...
Es paradójico el momento que has elegido: Hace un año justo, nos veíamos por primera vez y me dabas el primer regalo de las navidades. Ahora, cerrando el ciclo anual, te marchas sin decir adios y de un modo definitivo.
Y lo haces dejando un hueco muy grande. Tú no lo entendiste, no te llegó en ningún momento, pero muchos te queríamos, te apreciábamos y nos preocupábamos por tí. Por eso, incrédulos ante lo evidente, no sabemos que decir, nosotros que te creíamos inmortal.
¿Sabes lo más gracioso de todo? La noche en que decidiste irte, ha sido la única noche en varios meses, que no pude dormir bien...
Y ahora ya no sé qué más decir. Sólo me sale temblar un poquito. Y desearte lo mejor, toda la paz, allá donde estés.
..."Me da miedo la inmensidad, donde nadie oye mi voz"...
3 comentarios:
(K)
es imposible salvar a quién no quiere ser salvado.
ahora esté dónde esté, ya sabe que se equivocó, como todos los que se dejan llevar como ella.
besotes.
Lo hiciste lo mejor que pudiste, no te quepa duda, ella también lo sabrá, esté donde esté.
Y ahora disfruta tu momento, por los que están y por los que no...!
Beso!
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