Hace demasiado tiempo que no escribo sobre cine. ¿Recuerdan aquellos maravillosos tiempos de recomendaciones, críticas y demás parafernalias cinéfilas? Pues, de cierto modo, ¡han vuelto! No puedo prometer nada que tenga que ver con la continuidad y/o calidad de mis comentarios, pero haré lo posible por dejaros aquí mis recientes opiniones e ideas referidas al séptimo arte… y a todo lo demás.
Empecemos con la película que está de moda en estos momentos en la cartelera. “El laberinto del fauno”, último film del mexicano Guillermo del Toro (conocido mundialmente en el universo friki por películas de la talla de Hellboy o El espinazo del diablo), que se atreve con la propuesta de la mezcla entre fantasía y realidad en una historia ambientada en plena postguerra civil. Un niña, un laberinto, un fauno, tres pruebas, un desenlace precipitado. Esa es la parte de fantasía.
Un coronel fascista malísimo, un grupo de maquis escondidos en el bosque, una criada del coronel buenísima (y republicana), mucha sangre y un final alternativo revisionando la realidad. Esa es la parte de realidad.
Ahora mezclamos ambas en una combinación explosiva y en lo que podía haber resultado un maravilloso cóctel energético y fresco, encontramos una especie de cutre batido. Algo falla. El barman. O los ingredientes. O la mezcla. Algo, pero aquello no deja un buen sabor de boca precisamente.
Si se hubiera vuelto a Labyrinth (por ejemplo), para hacer una nueva versión de la historia del laberinto y la niña, si las pruebas que plantea el fauno se hubieran llegado a desarrollar, si la fantasía no hubiera sido tan ligeramente floja, si...
La película es original en su planteamiento, en su idea fundamental, pero falla en lo más importante, su desarrollo. A Guillermo le ha faltado más tiempo para pensarse qué y cómo quería hacer esta película. Algo más de tiempo que dedicar al guionaje y quizá algún que otro consejo certero.
En otro universo totalmente diferente nos encontramos “La Dalia Negra”, última película de mi queridísimo Brian De Palma, uno de los directores norteamericanos más influyentes de las últimas décadas. Hace unos pocos años sembró entre la crítica la controversia con “Femme Fatale”, película que mereció mis más sonoros y sinceros aplausos. En esta ocasión vuelve a las pantallas con la adaptación de la novela homónima de James Ellroy acerca del asesinato de la conocida Dalia Negra. En este caso, como el anterior, algo falla dentro de la película, con la diferencia de que en esta ocasión sabemos qué es. Las tijeras del montaje final, el recorte de las tres horas de rodaje para dejarlas en 120 tristes minutos. Eso puede y de hecho explica perfectamente porqué resulta tan bruscamente precipitado el desenlace de la trama y la conclusión de la cinta. Sean cuales sean las razones de un fallo tan imperdonable en el cine como un mal final, la película se desarrolla en la línea de lo correcto y lo prudente a lo largo de su primera hora y media, con momentos memorables made in De Palma y con aciertos notables que hacen que, a pesar de todo, merezca ser vista. Eso sí, para amantes de Scarlett Johansson, aviso que desilusiona. Ahora, Mia Kirshner está fantástica.
Un caso más sorprendente es el de “Pequeña Miss Sunshine”, película que una servidora pudo disfrutar en la pasada edición del Festival de Cine de San Sebastián, en una sesión de prensa en la que se rió hasta el Cabina. La triunfadora del festival de Cine Independiente de Sundance, se disfruta porque está hecha para eso. Busca la risa y la encuentra. No se necesitan grandes predisposiciones ni un gran sentido del humor. Tampoco recurre al chiste fácil ni a la reiteración de los gags que ya todos nos conocemos. En medio de un planteamiento a la par ridículo y original y bajo las premisas de una road-movie, la familia Hoover emprende un viaje estrambótico, cargado de momentos risibles, algún que otro incidente sorprendente y muchas situaciones delirantes que consiguen despertar la sonrisa, la sonora carcajada o el aplauso terminal en el espectador. En estos momentos en que la cartelera se ve inundada de penas, tragedias, dramones y obras mayores de reflexión histórica, se agradece hasta la exasperación la aparición de comedias ligeras pero inteligentes como ésta. Una oportunidad que no podemos desaprovechar.
Y por último, mención especial para “A Scanner Darkly”, también último trabajo del afamado últimamente en ciertos círculos cinéfilos Richard Linklater. Muy lejos del alma de películas como “Antes del atardecer/amanecer” y bastante más próxima a “Walking Life”, aporta una revisión del cine como arte, de la ciencia ficción como ficción científica, y del mundo de las drogas en una época futura (pero no mucho). Y es mucho más que una preciosidad artística dotada de grandes maestrías gracias a la rotoscopia, es más que un ejercicio de estilo, más que una eyaculación formal, más que un orgasmo sensorial. Detrás de los fotogramas dibujados y coloreados que hacen de “Scanner..” una película diferente, hay una historia muy entretenida, curiosa de ver y de discutir, unos actores cojonudos (valga la ironía y paradoja) y un sentido del humor que sirve para aligerar mucho los 100 minutos de cinta que, dicho sea de paso, pasan volando. No es convencional y por tanto supongo que no es apta para todos los ojos. Pero mola, y he ahí su encanto.
2 comentarios:
Me encanta leerte hablando de cine, también cuando hablas de cosas personales, jeje, pero es por el cine por lo que llegué, y aunque no siempre nos tiran las mismas cosas, eres un referente.
La 1, 3 y 4 tengo ganas de verlas. Supongo que las tres me llenarán, aunque sea por las partes estéticas. A la dalia la estoy viendo poner a caldo. El libro no me llegó lo que a otros, y no sé si será bueno a la hora de que la peli me llegue más o no... ya veremos! Eso sí, los actores se parecen a los personajes como un huevo a una castaña (a no ser que los hayan caracterizado mazo). :P
Gracias por pasarte Su!!! Como se te echa de menos a veces...
Para empezar, siento la sequía de comentarios cinéfilos, pero es que la vida reala veces hace estragos xD
La Dalia es bastante desilusionante, tanto para quienes se leyeron la novela, como para los que van vírgenes, con la diferencia de que estos últimos lo tienen mucho más chungo para desembrollar el final obtuso y lioso. La culpa la tiene la tijera del montador, pero aun así, no sé si es recomendable. Ve a por las otras por si aca... :P
Muchos besitos guapa!
Publicar un comentario