busca entre mis delirios
martes, diciembre 20, 2005
Ninette, 2005
Últimamente estaba a dieta de cine. Debe ser cierto eso que dicen de que "en casa del herrero, cuchillo de palo".
Al final me he decantado por poner fin a mi inapetencia con Ninette, una de las películas malditas de este año, quien sabe si por culpa del cartel -plagio de una publicidad de perfume archiconocida-, o por la actriz, o por el director, o por una conjunción de todas ellas. El caso es que con esa idea me acercé a Ninette, esperando volver a ver el mismo cine rancio made in Garci y cansarme de la cara de niña buena de la Pataki.
Muy lejos de todo ello, Ninette ha resultado ser una buena película, con un ritmo muy bien llevado, ligerita, divertida, bien rodada y con el trasfondo mihuriano que tan bien sienta al paladar. Y Pataki, lejos de repulsarme, me ha acabado convenciendo. Vale que no le pega mucho ese pretendido creado acento fgrangsésss, pero cumple con nota y sobresale por encima del nivel a que nos tiene acostumbrados. Hipólito, grande grande como la España Blanca del 60', se sale de sí mismo. Y Garci, en su papel de dirigir y mover los hilos de ese teatro rodado en cine, se salva de la quema.
Al final va a resultar que en España para hacer buen cine hay que recuperar lo que nos dejó el gusto clásico. Pero ese truco sólo sirve para directores como Garci. Para el resto, para los que están creciendo ahora y los que se atreven con sus primeras obras, que miren al futuro, por favor, que pinta bien. Que miren a Cesc Gay, por ejemplo.
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