Oigo voces que me hablan.
Suenan a katiushas, huelen a cloro, saben a chocolate, a caipis. Se oyen risas. Muchas, cantidad, tremendos herzios de carcajadas desprendidas. Y las oigo a todas horas, desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la madrugada. Por la noche dicen que dicen, pero yo no las presto atención, que nunca se sabe si una está soñándolo.
Me dicen sobre el estado de relaciones; sobre si van bien, muy bien o mejor que nunca antes. Y yo les digo que eso no se pregunta, se siente, se transmite, y en todo caso, se dice.
Me dicen sobre primaveras tardías, precoces, fuera de tiempo y nunca más a tiempo. Flores que brotan ahora, a pesar de la sequía. Qué mala es la sequía.
Me dicen sobre guerras que me gustaría no entender, no comprender razones ni motivos. Guerras que persisten desde hace más de medio siglo, que parecen no terminar. Guerras de las que sé demasiado. De las que me encantaría no tener que saber más.
Me dicen también sobre ganas de ver a personas que viven lejos. Plantean escapadas fugaces a ciudades encantadoras, a gente maravillosa a la que debo abrazos.
Me dicen sobre lo bonito que es ver pasar el tiempo por la gente, cómo éste les cambia, para bien y para mal. Observarlas desde fuera y sentirlo por dentro.
Me dicen sobre obligaciones; sobre el horario del curso que viene que me tendría que empezar a construir, sobre decisiones acerca del trabajo, sobre carreteras secundarias que me apetecería tomar, sobre el festi de Donosti, sobre cómo me las apañaré este año para hacer la crónica.
Me dicen que este verano está transpasando su ecuador... que dentro de menos de lo esperado se acaba. Me dicen sobre balances. Me dicen en positivo.
8 comentarios:
Sip, las sequías son horribles, por eso es bueno que vaya llegando ya la primavera :) para regarlo todo de vida.
Muuuuchos besos! (K)
pues q envidia mis voces no me dicen nada en positivo.....
BEXETS!!
ya te lo dirán penny... dales tiempo, que se lo están pensando ;)
muchos besos a las dos!
Por no hablar de las voces que envuelven, expresándose pero sin sonar porque no pueden hacerlo, pero retumbando en las acciones a nuestro alrededor, resonando a través del tiempo en vez del espacio.
Lo mejor de oír tus propias voces es poder preguntarles cosas y que te respondan...
Qué lindo poder leerte de nuevo...
Ya volví...
Un abrazo enorme, preciosa.
no, qué lindo poder leerte a tí de nuevo, meike, que ya se te echaba de menos!
y sí, bea, las voces dicen y a veces responden... cuando dejen de hacerlo, merecerán un tirón de orejas como mínimo.
un beso enorme a las dos!!!!
impensable no sé, pues hay muchos que luchan y se empeñan duro en ello, pero imposible lo es per se... al menos lo que yo entiendo por voz interior
un saludo, maryna
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