este pequeño cuaderno digital cumple hoy y justo ahora diez años. tiene algo de polvo, la cubierta está visiblemente dañada y el lomo guarda con cierto orgullo cicatrices que le han dado el tiempo, el uso y el abuso. me ha costado encontrarlo; estaba en el fondo de un armario que hace mucho tiempo que no abría, pero a pesar de la tela de araña y las pelusas, permanecía donde lo dejé, quieto y paciente, esperando a que alguien decidiera querer abrirlo de nuevo.
en estos casi cuatro mil días han pasado muchas cosas por estas páginas. habéis venido a leerme en más de 50.000 ocasiones, he estado cerca, lejos, pero siempre equidistante, me habéis acompañado a Donostia cada mes de septiembre, a Barcelona mil y una veces, a Las Palmas, a La Rioja, a Asturias, a Girona, a Sevilla, a Florencia, a Granada, a Cádiz, a Lisboa, a Oporto, a Londres. habéis sufrido omniscientemente las tristes despedidas de mis viajes en avión, en transiberiano con coche bar, en trenes voladores e incluso en coches imaginados. me habéis leído casi siempre en castellano, pero también he delirado en inglés, en portugués, en italiano, quizá en algo parecido al francés, en gallego, en euskera, en catalán y hasta en sevillano. este blog cuando nació era azuloscurocasinegro, hoy es blanco como la tiza y mientras en los principios mostraba mis lunares sin pudor, hoy los escondo vergonzosa tras esta fachada de cal limpia. antes escribía todos los días, después fue semanalmente y ahora apenas paso por aquí. ya sabéis... esa extraña y triste sensación de volver y que no quede nada, o peor, que no haya nadie esperándote, ni nadie quien te escriba.
pero siempre queda volver atrás. el pasado permanece para quien quiera recordar. abrid los cajones y rebuscad entre sus más de seiscientos capítulos. en ellos encontraréis mucho cine, series, música, libros, teatro, política, sexo, tantra, reiki, meditación, medicina alternativa y hasta alguna lección de periodismo que ni yo misma me supe aplicar. hay declaraciones de guerra, crónicas de errores anunciados, unas cuantas velas de cumpleaños sopladas, varios sant jordi imperdonablemente celebrados, al menos tres epitafios que nunca quise escribir, relatos desde el dolor, la pena y la tristeza y muchas palabras bonitas de esas que tan bien suenan cuando sólo se habla de amor. tronaron unos cuantos portazos y otras veces corrió el aire fresco y limpio cuando abrí las ventanas para ventilar.
me habéis conocido cada viernes, nos hemos tomado las uvas juntos varios findeaños, he odiado y he amado la navidad a partes iguales, en un vergonzante ímpetu narcisista os regalé sobradas egofotos que ya no quiero ni mirar, me animé con los podcast y quizá tampoco fuesen buena idea, habéis venido conmigo a terapia, hemos discutido sobre los pros y los contras de las "paellas", hemos divagado juntos sobre las palabras, el lenguaje, los sentidos, la semiótica, la comunicación y de alguna manera me habéis visto terminar la carrera, el máster y casi la tesis doctoral. he escrito para vosotros con tiza sobre pizarras verdes, he mandado cartas a Leda Atómica, envié postales a un faro y otras tantas con alitas para llegaran antes. he escrito entre corchetes, guiones bajos, con puntos suspensivos, en minúsculas, con cuatro palabras prestadas y hasta me atreví a inventar finales alternativos para mis novelas de mesilla de noche.
en diez años he sido una delirante venida a menos, la niña buena que no podía dormir, una hipocondriaca curada de espanto, una Irene que se equivocó de nombre y algunas veces, muy pocas, una tímida Laura que se hacía pequeñita entre tanta palabra.
pero lo que está claro es que este blog es una resonancia magnética de lo que he sido. radiografía el interior de alguna de mis vivencias, de mis sueños, inquietudes, pensamientos, opiniones y valores. gracias a este cuaderno he conocido a gente que fueron y son personas muy importantes en mi vida y que determinaron en su momento, el devenir de mis circunstancias.
gracias por llegar, por volver y revolver, por escribir, por compartir. pero gracias sobre todo por ser. por estar.