Siempre irás por delante, abriéndome camino, confortándome si las cosas se ponen feas, asegurando mis pasos con los tuyos. Serás quien me conduzca, cada vez en un vehículo diferente, a los parajes más curiosos y encantadores de nuestro mundo, dejándome que sea, por una vez y para siempre, tu copilota de vida; esa de la que debes fiarte porque casi siempre lleva razón. Serás la atrevida, la valiente, la que puede con todo, la que no conoce de pánico escénico, ni de vértigos a las alturas, la que siempre gana, la que consigue que todo acabe bien. Sin miedos, con coraje, mi heroína.
Yo, tu amiga fiel, tu leal compañera, construiré para nosotras estructuras, cimientos, una arquitectura de vida. Tu brazo izquierdo, la que se lanza a lo peligroso para ponerte a tí a salvo, la que se peleará con quien haga falta por protegerte de los golpes. La que venza los miedos al borde del abismo, saltando si tengo que saltar. La que te acompaña, te sigue, te guía y te ayuda. Sin duda, yo seré siempre tu Robin, y tú nunca dejarás de ser mi Batman.