busca entre mis delirios

domingo, junio 22, 2008

2:30 AM

Es en esa hora en que puedes saltarte las convenciones sociales y cruzar un paso de peatones con el semáforo en rojo, que cantas sin pudor las canciones que escupe tu mp3 sin que nadie te escuche o sin que eso te importe lo más mínimo y te arrastras a tu casa de vuelta de un día intenso y cansado  cuando contemplas sin prisa que sí, es verdad, la luna se ha vuelto naranja y en cambio no se ha acabado el mundo, sino que no hace más que (re)comenzar constantemente. Y sonries al aire, porque quieres y porque puedes.

domingo, junio 15, 2008

esos silencios

"... la sentencia de Georgia nos unió, de repente, en un perfecto silencio de emboscados, y ya no hubo, aquella noche, más palabras, porque ése nos pareció el registro ideal de voz que podía permitirnos ir lentamente conformando, en el más absoluto y atractivo de los silencios, el resto de los rasgos típicamente portátiles. Así pues, enmudecimos todos al comprender que realmente no había necesidad de ninguna conversación audible entre nosotros, pues conversábamos ya desde hacía muchísimo tiempo, aunque no con palabras expresas. Conversábamos en silencio, y nuestra charla era una de las más interesantes que pueden imaginarse; palabras pronunciadas y ordenadas para ser oídas no hubieran podido tener el efecto de este silencio"

Enrique Vila-Matas · Historia abreviada de la literatura portátil, 1985

jueves, junio 12, 2008

hh:mm:ss

no me gusta el tiempo. mucho menos su forma tan tediosamente convencional de agotarse. le estoy cogiendo manía a las manillas analógicas del reloj. más aún al paso irremediable y extremadamente rápido de cifras de lo digital. me aburre que después de cada minuto haya otro más y que eso no signifique otra cosa sino que se ha muerto el anterior y que, por tanto y sin que nadie pueda evitarlo, quede uno menos que vivir.
un minuto que se queda corto. una hora que se hace pequeña. una noche que parece enana y una madrugada que lleva tan deprisa al sol que no nos permite disfrutarla en plenitud. no quiero que pase el tiempo, pero tampoco deseo congelarlo. la contradicción en lo eventual que nadie nunca logrará explicar. necesito una máquina que lo estire a mi placer y lo amolde a cada instante, para que yo pueda seguir saboreándolo hasta que le agote el gusto, para que no deje de sentirlo como el mejor de entre todo el resto.
quiero que siga la media luna brillando, que la música no deje de sonar, que sus ojos no dejen de brillar, que mis palabras salgan por fin de la dura represión de la cordura vocal, que no quede nada sin decir, que no sobre nada sin ser oído y que esta noche sirva para todo, menos para dormir.

miércoles, junio 11, 2008

una de russian red

¿a quién se le ocurre en qué invertir una tarde de miércoles que supere a la agradable tarea de estudiar e intentar infructuosamente digerir sin darte tiempo a tragar los contenidos de ese último examen que tienes el viernes a primera hora y que te tiene absorbida las pocas neuronas que a estas alturas de los examenes te quedan pensativas y activas dentro de tu materia gris?



Russian Red · Just like a wall

uno de los más felices descubrimientos de últimamente -gracias!-.
me apetecía compartirlo con vosotros. sé que a alguno le gustara -si es que aún no lo conoce-. sé que a otros enganchará al menos por unos instantes. pero tenéis que escucharlo. debéis sentirlo.
me encanta la música de verdad, la que suena bien y la que te mueve por dentro. esa que te hace olvidarte de todo durante cinco minutos.
hay días, momentos y épocas en los que sólo alguien como Lourdes, puede sacarte con tres letras una sonrisa. y si no me creéis, dadle al play.

lunes, junio 09, 2008

lección moral

Si no puedes ser veraz con la persona a la que quieres, ¿entonces con quién?.
Si no puedes ser veraz con la persona que crees que te quiere -si tienes miedo de revelarle la verdad, de quedarte completamente desnudo-, ¿dónde encontrarás el lugar y el espacio donde puedas ser completamente libre?.
Ese es el significado del amor, que al menos en presencia de una persona, podamos quedarnos completamente desnudos. Sabemos que ama y que no lo interpretará mal. Sabemos que ama y desaparece el temor. Podemos revelarlo todo, abrir todas las puertas, invitar a entrar a esa persona. Podemos empezar a participar en el ser del otro. Porque el amor es participación: al menos con el amante no seas falso. Empieza con el amante, después con la familia, con los amigos y por último con las personas más lejanas. Comprenderás que ser veraz es tan maravilloso que estarás dispuesto a perderlo todo por ello.

Osho · Intimidad, la confianza en uno mismo y en el otro, 2001

miércoles, junio 04, 2008

futuro(s)

Me encantra trasnochar, entendiendo esto como el viaje a través de la noche. No es simple afición a la noche como estado del día. Ni influjo lunar por esa fase decreciente. Es el viaje lo que me atrae. Ese tránsito que muchas veces emprendemos entre las sábanas, un pijama y la almohada, a través de los sueños y la pérdida de la conciencia, y otras pocas disfrutamos desde la vigilia más absoluta. Asi me encuentro hoy, comenzando mi travesía por los comentarios vertidos en el post anterior -gracias-. La revolución social, la evolución del ser, el devenir del mismo, la muerte y el futuro. Hoy pienso y siento, mientras creo y escribo: ¿Qué soy? Lo que quiero ser. ¿Qué seré? Lo que con el futuro me conforme. Pero entonces, ¿qué es el futuro para mi? Lo que puedo ser en tanto que puedo no serlo también. El ser se forma roído por la libertad, que lo aprisiona y lo coarta. Vivimos luchando contra nuestra propia libertad -de decisión, de movimiento, de ataque y de renuncia- en un mundo que se impone a nosotros mismos, olvidándonos tantas veces de que estamos por encima de todo influjo externo. Nuestro porvenir no está escrito más que por lo que nosotros queramos garabatear. Soy mi futuro, mi destino en esa mágica y real, latente y viviente perspectiva constante de que puedo no serlo si así lo elijo. Y es eso lo que le da verdadero sentido a mi presente a lo que soy hoy, esta noche de junio de un año cualquiera marcada en mi vida con la etiqueta de 'ahora'. No hay angustia existencial, pero la habrá, es lo natural: ese miedo a no llegar a ser tanto como podría. Porque, no me olvido, la libertad no es el comodín del juego que te salva de la cárcel, es la casilla directa que te puede llevar a ella, es, sin más, el límite de sí misma. No existe un mañana descrito, ni un futuro determinado. Mejor, hay una infinidad de posibilidades de futuro(s) contempladas desde un ayer y un hoy, que dibujo, primero con esquemas a lápiz, poco a poco, con rotulador de punta fina, lo que habrá de ser de mí. Y yo aquí, viajando hacia un mañana que se avecina poco a poco y sin prisas y al que espero deseosa con la caja de colores a un lado y miles de ganas por todas partes.